La guerra en Ucrania amenaza el alimento de 500 millones de personas en todo el mundo
El aumento de los precios de los fertilizantes está poniendo en jaque las cosechas de arroz que alimentan a la mitad de la humanidad. Lo peor de esta crisis podría estar por llegar
Trigo, maíz, aceite de girasol… Hasta ahora, una de las principales derivadas de la guerra en Ucrania ha sido la amenaza a la seguridad alimentaria global. Rusia y Ucrania conformaban el granero de Europa y exportaban grandes cantidades de estas materias primas agrícolas al mundo, cuyo precio se ha disparado en estos casi dos meses de conflicto. Pero ha habido un alimento básico que ha escapado a estas subidas: el arroz.
Para entender el porqué y cómo esta situación puede acabar muy pronto, hay que fijarse en el precio de los fertilizantes. El país presidido por Vladímir Putin es, además de exportador clave de metales como el paladio o el aluminio, productor de fertilizantes. Rusia envía el 15% de los nutrientes nitrogenados y el 17% de los potásicos empleados en todo el mundo.
En el último año, el coste de los mismos se ha duplicado y hasta triplicado, y para el año que viene, el aumento llegará al 13%, según calculaba el mes pasado la ONU para la Agricultura y la Alimentación.
El del arroz es un caso particular, ya que sus precios habían estado aguantando mejor el golpe del alza de los precios gracias a una amplia producción y a las reservas existentes. Es decir, que los productores del grano han estado lidiando con los altos precios sin obtener mayores ganancias a cambio de sus cosechas.
Así, el aumento de los precios de los fertilizantes está poniendo en jaque las cosechas que alimentan a la mitad de la humanidad, lo que podría desembocar en una auténtica crisis alimentaria. El arroz es un alimento básico, más aún para la población con menos recursos económicos, que es la que más está sufriendo el alza de la inflación.
La opción de usar menos fertilizantes da como resultado una cosecha más pequeña, de hasta un 10% menos para la siguiente temporada, de acuerdo al Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI). O lo que es lo mismo, una reducción de 36 millones de toneladas de arroz que serviría de alimento a 500 millones de personas.
Todo ello teniendo en cuenta el impacto actual de la guerra en Ucrania. Las estimaciones podrían ser aún peores. Sobre todo teniendo en cuenta que Brasil importa el 85% de los productos necesarios para fabricar los fertilizantes necesarios para sus cultivos de café, soja, trigo, maíz o arroz. Lo que añade aún más riesgos a la seguridad alimentaria global.
La situación ha llevado a algunos países a sufragar parte de los costes de los agricultores. En la India, el segundo productor mundial de arroz, el gobierno gastará unos 20.000 millones de dólares para proteger a los agricultores de estas subidas.
Trigo, maíz, aceite de girasol… Hasta ahora, una de las principales derivadas de la guerra en Ucrania ha sido la amenaza a la seguridad alimentaria global. Rusia y Ucrania conformaban el granero de Europa y exportaban grandes cantidades de estas materias primas agrícolas al mundo, cuyo precio se ha disparado en estos casi dos meses de conflicto. Pero ha habido un alimento básico que ha escapado a estas subidas: el arroz.