El exceso de ahorro que provocó la pandemia disparó el nivel de depósitos de las familias pero, también, su predisposición a invertir. Y el fondo de inversión ha sido el producto estrella ante la ofensiva comercial de los bancos para generar comisiones. Hay más de medio millón de inversores novatos, según fuentes financieras, que se enfrentan ahora a un incremento de la volatilidad.
La invasión rusa de Ucrania ha sido uno de esos eventos exógenos a la economía que elevan la incertidumbre y ponen nerviosos a los inversores. Tanto a los institucionales, que se dividen entre hacer compras tácticas o posicionarse en un sesgo más defensivo, como a los minoritarios, que ven cómo su inversión pierde valor y no tienen visibilidad para saber cuándo acabarán las caídas. Básicamente, cuando el evento es económico, los inversores pueden tratar de predecir el impacto en los mercados, aunque a menudo no acierten, pero ahora no hay forma de saber hasta dónde y cuándo escalará la tensión geopolítica.
En este contexto, los asesores se conjuran para evitar una salida masiva de dinero. Pero hay muchos más inversores novatos este año en fondos que nunca. Básicamente, porque 2021 fue un año récord de ventas de fondos con muchos inversores que venían de tener su ahorro en depósitos a plazo o parado en una cuenta corriente.
El año pasado, según datos de la patronal Inverco, el sector recibió suscripciones netas de 25.723 millones en fondos españoles, con dominio de la banca española. Y una parte relevante de las entradas de dinero la protagonizaron inversores que nunca habían invertido en fondos. En concreto, más de 500.000 partícipes novatos, según fuentes financieras.
La mayor parte de los bancos rechaza dar a conocer públicamente el dato. No obstante, tres de los grandes bancos superan, holgadamente, los 100.000 clientes que han invertido en fondos del grupo sin haberlo hecho antes. En otras entidades medianas, la cifra es de entre 50.000 y 80.000. Así, la cifra supera con claridad los 500.000 clientes nuevos en fondos.
A lo largo del año pasado, la categoría que más entradas de dinero recibió fue la de renta fija, según Inverco, con 7.923 millones, por delante de renta variable internacional, renta fija mixta y renta variable mixta, categorías que superaron los 5.000 millones. También destaca el segmento de retorno absoluto, con suscripciones netas de más de 2.000 millones.
Por bancos, CaixaBank fue el que más dinero captó, con 4.063 millones, consolidándose en primer lugar con 77.936 millones en fondos españoles y una cuota de mercado del 24,5%. El banco catalán, con sede social en Valencia, tuvo un sesgo hacia la renta fija en las ventas, con entradas de dinero de 2.015 millones en fondos de deuda a corto plazo y de 2.209 millones en deuda a largo plazo.
En segundo lugar se situó Santander, con 3.708 millones y un patrimonio a diciembre de 2021 de 51.204 millones. El grupo cántabro recibió suscripciones netas por 968 millones en renta variable internacional y 829 millones en fondos globales, junto con otros 624 millones en renta fija internacional y 432 millones en mixtos agresivos.
El podio lo completa BBVA, con 2.858 millones, cuyas categorías de renta variable internacional y de fondos globales son las que registran más entradas de dinero, con 1.378 millones y 1.063 millones respectivamente. No obstante, estas suscripciones están atomizadas en varios fondos, y la gama Quality sigue liderando las entradas de dinero en BBVA. El Quality Inversión Moderada, fondo de fondos mixto moderado, captó 1.071 millones y alcanza un patrimonio de 9.379 millones, mientras que el Quality Mejores Ideas, global de renta variable, captó 754 millones.
Más allá de los tres grandes bancos, también destacan las entradas de dinero en las gestoras de Ibercaja (2.337 millones), Kutxabank (2.112 millones), Bankinter (1.458 millones), Liberbank (1.178 millones) y Grupo Caja Rural (1.045 millones).
Los partícipes se han enfrentado en el primer año a la gran rotación de activos, con pérdidas en las grandes tecnológicas estadounidenses y ganancias en bolsa europea, especialmente bancos, ante el escenario de subidas de tipos. Pero la crisis de Ucrania ha golpeado los mercados y ha puesto en entredicho estas tendencias previstas. La incertidumbre se ha trasladado a los activos de riesgo en forma de volatilidad.
El exceso de ahorro que provocó la pandemia disparó el nivel de depósitos de las familias pero, también, su predisposición a invertir. Y el fondo de inversión ha sido el producto estrella ante la ofensiva comercial de los bancos para generar comisiones. Hay más de medio millón de inversores novatos, según fuentes financieras, que se enfrentan ahora a un incremento de la volatilidad.
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