Bitcoin y Wall Street se salvan del desplome en Europa ante los tambores de guerra

La escalada de tensión entre Rusia y Occidente golpea de lleno a las bolsas. Mientras Estados Unidos retira a su personal diplomático en Kiev y baraja un gran despliegue militar, Wall Street ha abierto en rojo, los índices europeos han registrado su peor jornada desde junio de 2020 y el gas se vuelve a disparar. En ese escenario, el Ibex ha sufrido su mayor caída desde el 26 de noviembre, en pleno pánico por el descubrimiento de la variante ómicron.

Las bolsas han recibido los sucesos de los últimos días —el sábado y el domingo no abrieron— de una forma desigual, lo que da pistas sobre las consecuencias que podría tener una escalada en el conflicto en las diferentes economías afectadas.

Los principales índices europeos se han desplomado este lunes, hasta perder más de 600.000 millones de dólares en una sola sesión. El Ibex se ha dejado un 3,18% en su peor jornada en dos meses y ha estado a punto de perder los 8.400 puntos. Las empresas ligadas al ciclo económico, como las acereras y las turísticas, son las que más han caído, en un escenario marcado por las tensiones inflacionistas y la previsión de una retirada de estímulos monetarios. Entre las primeras, destacan los desplomes de Arcelormittal (-6,65%) y Acerinox (-7,40%); entre las segundas, la peor parada es IAG (-7,08%).

La aversión al riesgo de las últimas semanas se consolida, unas horas antes de la esperadísima reunión de la Reserva Federal

En el resto del continente, los recortes han sido muy superiores, ante el mayor impacto que podría provocar la escalada en el abastecimiento energético de países como Alemania. La Bolsa de Fráncfort se ha dejado un 3,8%, igual que ha sucedido con la de París (-3,97%) y el propio Euro Stoxx 50 (-4,14%), que incluye a los principales valores europeos. Los números rojos han sido más moderados en el FTSE londinense. Es la peor jornada en el continente en año y medio.

Los estrategas de JPMorgan consideran que, si bien el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania es una preocupación para las acciones europeas y existe la posibilidad de una rápida escalada, los conflictos militares históricamente localizados no han descarrilado los mercados bursátiles durante "demasiado tiempo", según recoge Bloomberg.

El impacto en el Viejo Continente ha sido mayor que en Estados Unidos, donde la Bolsa de Nueva York ha rebotado a última hora y todos sus índices han cerrado en positivo. El S&P 500 ha avanzado casi un 0,3%%, el Dow Jones también se ha anotado casi tres décimas y el Nasdaq ha subido más de un 0,6%. Todo ello pese al temor por la esperadísima reunión de la Reserva Federal que comienza este martes. No se esperan novedades sobre las subidas de los tipos de interés, previstas para marzo.

TE PUEDE INTERESAR

La UE, dispuesta a sancionar a Rusia rápidamente si ataca a Ucrania

EFE

Los analistas consideran que, en el caso de que finalmente se produzca un conflicto armado, la retirada de estímulos se retrasará, lo que provoca un descenso de los intereses de la deuda, tras las fuertes subidas de la semana pasada, que llevaron al bono alemán a 10 años a rentabilidades positivas por primera vez desde 2019. Este lunes, el 'bund' vuelve a negativo, en un contexto en el que los inversores buscan refugio ante las turbulencias del mercado.

En cambio, los activos sensibles a la percepción de riesgo, como las criptomonedas, han vivido otra jornada difícil. El bitcoin ha llegado a caer esta jornada a los 34.000 dólares, la mitad de sus máximos históricos alcanzados en noviembre. Sin embargo, ha logrado recuperarse anotándose una subida superior al 4% hasta rozar los 37.000 dólares.

El gas se dispara

Una vez más, el mercado energético es el más tensionado. Tras un comienzo de año bastante tranquilo, los futuros para febrero del gas natural suben alrededor de un 15% en la Bolsa de Ámsterdam, de referencia en el continente, y ya se pagan a más de 91 euros. Es la segunda sesión consecutiva al alza, que coincide con la intensificación de los movimientos entre ambas partes.

El conflicto podría reducir aún más el flujo de gas hacia la Unión Europea, en un momento en el que la demanda por el invierno supera claramente a la oferta, afectada en los últimos meses por la reducción de las exportaciones desde el país presidido por Vladimir Putin.

TE PUEDE INTERESAR

Adictos al gas ruso: así ha cavado la UE su propia tumba estratégica ante Putin

Lucas Proto Infografía: Rocío Márquez

Este lunes, el banco de inversión Goldman Sachs advertía en una nota recogida por Bloomberg de las consecuencias del incremento de las hostilidades en el este: "Si las tensiones entre Rusia y Ucrania aumentan, la incertidumbre inicial en torno a su impacto en los flujos de gas probablemente llevaría al mercado a agregar una vez más una prima de riesgo significativa a los precios del gas en Europa".

Además, el establecimiento de nuevas sanciones a Rusia como consecuencia del conflicto podría afectar al gaseoducto Nord Stream 2, retrasando aún más su puesta en funcionamiento. Goldman Sachs advierte de que las tensiones en el mercado del gas, que gobiernos como el español preveían que pudieran empezar a relajarse a partir de primavera, durarán al menos hasta el verano, e incluso podrían prolongarse hasta 2025.

Peor le va a Rusia

La espiral de tensión se ha traducido este lunes en fuertes caídas de la cotización del rublo frente al euro y el dólar, en una sesión teñida de rojo en la Bolsa de Moscú.

En concreto, el selectivo MOEX, denominado en rublos, ha experimentado un descenso del 3,67%, tras haber llegado a perder más de un 7% en la apertura, lo que supone que en lo que va de año cede un 14%.

Por su parte, el índice RTSI, denominado en dólares, se ha hundido un 8,11%, lo que representa la pérdida de casi el 20% de su valor desde principios de año.

En cuanto a la cotización del rublo en los mercados de divisas, el euro y el dólar se fortalecen en torno a un 2% respecto a la moneda rusa. 

En ese contexto, el Banco Central del país ha decidido interrumpir este lunes las operaciones de compra de divisas internacionales en respuesta a la creciente volatilidad observada en el mercado.