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La banca española mete otros 100.000 M en la hucha del BCE a la espera de menos riesgos
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EN LO QUE VA DE 2021

La banca española mete otros 100.000 M en la hucha del BCE a la espera de menos riesgos

Las entidades españolas acumulan ya 350.000 millones en la ventanilla del BCE. Supone munición para financiar la recuperación y comprar deuda pública

Foto: Sede del BCE. (EFE)
Sede del BCE. (EFE)
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Los bancos españoles siguen cargándose de liquidez. Las entidades asumen la ‘multa’ del Banco Central Europeo (BCE) en forma de tipos negativos para asegurarse una posición cómoda ante posibles deterioros de la economía, tener capacidad para comprar deuda si suben los tipos y financiar la recuperación si se disipan las incertidumbres.

La banca española tiene depositado en la ventanilla del BCE un colchón de 351.149 millones de euros, según datos del Banco de España. Esta cifra creció en noviembre un 2,1% respecto a octubre, mientras que el repunte interanual alcanza el 55,5%. Desde febrero de 2020, antes del confinamiento por el covid, el aumento alcanza el 121%.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (Reuters/Kai Pfaffenbach)

Es decir, la liquidez de los bancos españoles se ha más que duplicado. Todas las entidades han puesto uno de sus focos en evitar cualquier tensión con la liquidez. Especialmente, esto fue así en los primeros meses de la crisis del coronavirus, cuando no estaba clara su duración e intensidad y, posteriormente, la recuperación.

Pero ya en 2021, con vacunas y recuperación del empleo y el PIB, los bancos han seguido acumulando liquidez, con 100.000 millones extra, hasta sobrepasar en noviembre los 350.000 millones, cifra equivalente a más del 30% del PIB nacional. Pero esta liquidez cuesta dinero a los bancos, ya que el tipo marginal de depósito del BCE, en el -0,5%, implica un coste de hasta ese nivel por este montante.

El objetivo del BCE es que el dinero fluya a inversiones y consumo, penalizando la liquidez de la banca para que tenga un mayor incentivo a prestar dinero o comprar deuda. Pero, por otro lado, el banco central ha inundado de liquidez la economía desde el inicio del covid, incluyendo rondas de financiación a largo plazo (TLTRO III) de hasta el -1%.

Para alcanzar el 1% de tipo negativo (cobrar ese nivel) los bancos deben cumplir requisitos de crédito otorgado a empresas y familias y, cuanto mayor sea este ‘stock’, más financiación pueden obtener en las subastas. Sin embargo, no toda la liquidez fluye hacia la economía. Una parte importante está en el propio BCE. Los bancos machean, como se dice en la jerga, los flujos del BCE. Por una parte, piden liquidez al -1% y, por otra, la guardan al -0,5%.

La deuda de la banca española con el BCE ha aumentado un 122%, hasta los 289.477 millones. Al comenzar la pandemia, la deuda de los bancos por TLTRO de años anteriores estaba en un nivel similar a la liquidez depositada por las entidades en las arcas (aunque en realidad son apuntes contables bajo el sistema Target2) de la institución que preside Christine Lagarde.

La liquidez no llega solo desde el propio BCE. También hay flujos mayoristas y minoristas. Los bancos acudieron al mercado de capitales el año pasado, aprovechando los tipos bajos, para obtener financiación en cédulas hipotecarias y bonos sénior y, según se relajaron las condiciones, elevaron el riesgo al colocar deuda. Asimismo, los niveles de depósitos de familias y empresas están en máximos históricos, con 941.800 y 296.100 millones respectivamente.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (Reuters/Francois Lenoir)

El año pasado, los bancos aprovecharon el incremento inicial de liquidez para comprar deuda pública, cuando se desplomó el precio de los bonos soberanos en marzo con el colapso de la economía y el titubeo inicial de Christine Lagarde al decir que evitar la fragmentación financiera de la eurozona no era un objetivo. Asimismo, la banca disparó la concesión de créditos a empresas bajo el esquema de los avales públicos del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Sin embargo, el ‘stock’ de crédito ha caído en 2021, sin que la recuperación de las hipotecas y el crédito al consumo sirva para compensar el descenso en empresas. El volumen de préstamos vivos aumentó en 2020 un 2,6%, hasta los 1,224 billones, gracias al incremento en empresas, del 7,6%. Pero en 2021 se ha ralentizado el ritmo, con caída en empresas que no se compensa con los hogares para volver al mismo ritmo de crecimiento del año pasado.

Por otro lado, las tenencias de deuda pública española (aunque tiene bonos de más países, el Tesoro español es el que más pesa en las carteras) subieron con el covid un 29,3% entre febrero y agosto, hasta un pico de 176.768 millones, en aquel momento, el 16,2% de la deuda en circulación. Pero desde entonces se ha reducido un 17%, hasta los 146.814 millones, el 12,74% de la deuda emitida. La deuda pública en los balances de los bancos españoles aún supera las cifras precovid, pero ha caído en 2021.

Los bancos españoles siguen cargándose de liquidez. Las entidades asumen la ‘multa’ del Banco Central Europeo (BCE) en forma de tipos negativos para asegurarse una posición cómoda ante posibles deterioros de la economía, tener capacidad para comprar deuda si suben los tipos y financiar la recuperación si se disipan las incertidumbres.

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