Otra presa de la crisis de suministros: GAP se hunde un 24% y penaliza a las textiles
Ha calculado que estos desafíos les están costando entre 550 y 650 millones de dólares, lo que le ha obligado a lanzar un 'profit warning'
La crisis de suministros se ha erigido como la gran preocupación para que las economías carburen en la salida de la crisis. La vuelta a la normalidad ha provocado un fuerte tirón de la demanda que no logra satisfacer la oferta, lo que ha originado cuellos de botella y un fuerte incremento de los precios ya que los costes se han elevado. El ejemplo más evidente es el de la industria automotriz y la tecnológica, con la falta de microchips, pero las compañías textiles también se han erigido como presas de este escenario.
La última ha sido GAP. La estadounidense, que presentó resultados este martes tras el cierre de Wall Street, ha alertado que las limitaciones por la crisis de suministro han afectado a sus ventas en el último trimestre. Sonia Syngal, CEO de la compañía, destacó que "los fuertes vientos de cara en la cadena de producción afectaron a nuestra capacidad para satisfacer la demanda de los clientes. Aun así, hicimos un esfuerzo inversor con el uso del transporte aéreo para atender a nuestros clientes, primando el crecimiento a largo plazo sobre la rentabilidad a corto plazo".
La firma estadounidense ha calculado que los desafíos en la cadena de suministro les están costando entre 550 y 650 millones de dólares mientras que el incremento del gasto en transporte aéreo ha sido 450 millones de dólares para este año. Así, la compañía ha lanzado un 'profit warning' al reducir su objetivo de ventas netas del 30% al 20% para todo el año y su previsión de beneficio por acción (BPA) ha pasado de situarse entre los 2,1 y 2,25 dólares a estar entre los 1,25 y 1,4 dólares por título.
El golpe bursátil a GAP ha sido notable. Su cotización se hunde, al cierre del mercado, más de un 24%, por lo que cae a mínimos de octubre de 2020 y arrastra al resto del sector textil al rojo. Inditex se sitúa entre las más bajistas ya que cede algo más de un 2,4%, Asos cae en torno a un 2% mientras que Boohoo retrocede casi un 2% y Zalando en torno a un 1,5%.
Inditex ha capeado, de mejor manera, este temporal bursátil y se ha desmarcado de la marcha de sus 'rivales', penalizados por la crisis de suministros. Nike alertó de problemas en la fabricación en Asia, Primark informó del retraso en el inventario de la temporada otoño/invierno, Asos experimenta retrasos en los envíos a Europa relacionados con el Brexit, Zalando ve como sus productos de la temporada primavera/verano llegan dos semanas más tarde y Boohoo rebajó sus expectativas de ebitda para el año debido a que "los vientos de cara elevados en los costes a corto plazo que se registraron en la primera mitad seguirán en el segundo semestre, junto con el reciente auge de la inflación en el transporte y nuestra cadena de suministro y la subida de salarios en nuestros centros de distribución".
La crisis de suministros se ha erigido como la gran preocupación para que las economías carburen en la salida de la crisis. La vuelta a la normalidad ha provocado un fuerte tirón de la demanda que no logra satisfacer la oferta, lo que ha originado cuellos de botella y un fuerte incremento de los precios ya que los costes se han elevado. El ejemplo más evidente es el de la industria automotriz y la tecnológica, con la falta de microchips, pero las compañías textiles también se han erigido como presas de este escenario.