El BCE asegura que mantendrá los tipos bajos durante años tras revisar su estrategia
La institución estrena su nueva estrategia prometiendo que mantendrá su política de estímulos hasta que se asegure un 2% de inflación de forma persistente
El Banco Central Europeo (BCE) estrena estrategia y lo hace con un cambio de estilo en su comunicación al mercado. La institución que dirige Christine Lagarde ha publicado tras la reunión de política monetaria celebrada este jueves un extenso comunicado -que en poco se asemeja a los que eran norma hasta le fecha- en el que confirma las sensaciones que había dejado la reciente revisión estratégica: las políticas de impulso monetario están encaminadas a perdurar durante años.
"En apoyo de su objetivo simétrico de inflación del dos por ciento y en consonancia con su estrategia de política monetaria, el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en sus niveles actuales o en niveles inferiores hasta que vea que la inflación alcanza el dos por ciento mucho antes del final de su horizonte de proyección y de forma duradera durante el resto de dicho horizonte, y considere que los progresos realizados en materia de inflación subyacente son lo suficientemente avanzados como para que la inflación se estabilice en el dos por ciento a medio plazo", indica el BCE en su comunicado.
La institución anunció a principios de mes una serie de cambios en su estrategia, plasmados principalmente en el cambio de su objetivo de inflación, eliminando el tradicional "cerca pero por debajo del 2%", para fijarlo en un 2% simétrico. Este cambio fue leído como una maniobra que incrementaba el margen del BCE para mantener las políticas de estímulo que viene implementando desde hace casi una década y esta sensación parece quedar corroborada con las decisiones anunciadas este jueves.
Al prometer mantener los tipos de interés sin cambios hasta que la inflación alcance el 2% mucho antes del final de su periodo de proyección, el BCE estaría trasladando al mercado el mensaje de que no piensa tocarlos durante los próximos años, ya que, según sus últimas proyecciones, publicadas en junio, la inflación se mantendrá persistentemente por debajo del 2% hasta 2023 (para entonces prevé un 1,4%). "Decir que los tipos de interés no subirán a menos que la inflación alcance el 2% 'muy por delante' del final de sus proyecciones, cuando el BCE pronostica que la inflación subyacente alcanzará solo el 1,4% en 2023, es similar a decir que 'no habrá subida de tipos antes de 2024'", indicó Gilles Moec, economista jefe de Axa Group a través de su cuenta de Twitter.
De hecho, la institución considera que las circunstancias pueden justificar que las políticas monetarias se mantengan en un tono acomodaticio como el actual incluso aunque la inflación supere puntualmente el objetivo fijado.
En estas condiciones, la institución se compromete a mantener sin cambios el resto de sus herramientas de estímulo, incluidos los distintos programas de compra de deuda, reafirmando su voluntad de comprar bonos durante el actual trimestre a un ritmo superior al empleado en los primeros meses de 2021, aunque insistiendo en la flexibilidad de estos programas para adaptarse a las necesidades del momento, lo que, entre otras cosas, implica que el PEPP (el programa lanzado para responder a la crisis del coronavirus), y que está llamado a durar hasta, al menos, el próximo marzo, podría no implementarse completamente.
Tras una reacción inicial sorprendentemente al alza, el euro y las rentabilidades de los bonos de la eurozona registraban caídas poco antes del inicio de la rueda de prensa de Lagarde, mientras las bolsas conservaban el impulso que ya mostraban antes de la publicación del comunicado. "Hasta cierto punto, la declaración 'renovada' que se acaba de publicar sobre las decisiones políticas del BCE es un cambio hacia una actitud más 'dovish'", sugería tras la publicación del comunicado el jefe de Macroeconomía Global de ING, Carsten Brzeski.
Incertidumbre por delta
Durante la rueda de prensa que siguió a la reunión, Lagarde insistió en la favorable evolución de la economía europea y reiteró que los riesgos se encuentran equilibrados, aunque matizó que la aparición de la variante delta añade una pizca de incertidumbre en el horizonte económico. Ante esta situación, la presidenta del BCE aseguró que a ninguno de los miembros de la institución "nos gustaría endurecer la política monetaria prematuramente".
Sin embargo, Lagarde admitió que los mensajes lanzados este jueves no fueron aprobados de forma unánime -aunque sí hubo un apoyo unánime a la discusión- y dejó sin respuestas cuál será el futuro del programa PEPP, al señalar que no fue objeto de debate durante la reunión.
El Banco Central Europeo (BCE) estrena estrategia y lo hace con un cambio de estilo en su comunicación al mercado. La institución que dirige Christine Lagarde ha publicado tras la reunión de política monetaria celebrada este jueves un extenso comunicado -que en poco se asemeja a los que eran norma hasta le fecha- en el que confirma las sensaciones que había dejado la reciente revisión estratégica: las políticas de impulso monetario están encaminadas a perdurar durante años.