Santander vuelve a apostar por los agentes tras su ERE y aumenta la red en 185 (un 20%)

Banco Santander vuelve a apostar por la figura de los agentes financieros. Al contrario de BBVA, que está en un intenso repliegue, la entidad cántabra ha incrementado la cifra después del expediente de regulación de empleo (ERE) que realizó el año pasado. La entidad se sitúa como la segunda española con más agentes tras Mediolanum.

En concreto, el banco presidido por Ana Botín cuenta a día de hoy con 1.133 agentes financieros, según el registro del Banco de España. El número contrasta con los 948 de diciembre de 2020 y, sobre todo, con los 919 de 2019. Ya en 2020, realizó un incremento de la red de agentes y, sobre todo, la ha impulsado en 2021.

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El Santander quiere así cubrir huecos que deja con el cierre de oficinas, especialmente en las zonas rurales y ciudades pequeñas. También están en las grandes ciudades, como Madrid, para tratar de defender o incrementar cuota de mercado con nuevos clientes. El repunte supone además un punto de inflexión, después de haberla reducido en años anteriores.

Los agentes suelen tener experiencia en la industria financiera. Algunos son exempleados del propio Santander, otros han tenido contratos temporales o de prácticas en la entidad tras licenciarse en algún título económico, y también los hay que han estado en otros bancos y en empresas del sector financiero.

El Santander quiere cubrir huecos que deja con el cierre de oficinas, especialmente en las zonas rurales y ciudades pequeñas

Estos profesionales son autónomos y tienen contrato mercantil con la entidad, para la que trabajan en exclusividad. Esta les proporciona su plataforma y marca, y los agentes son responsables de generar negocio a cambio de quedarse con parte de las comisiones. Los requerimientos regulatorios son los mismos que para un empleado, ya que se imponen por parte de los reguladores y supervisores sobre la actividad de intermediación financiera. En los últimos años, se han endurecido con MiFID II, la nueva ley hipotecaria o la ley de distribución de seguros. Todas estas medidas exigen formación continuada a los intermediarios, sean empleados o no.

Varios bancos están apostando por esta figura, en especial Mediolanum, que basa en ella su crecimiento en España a través del asesoramiento financiero. También hay bancos como Bankinter y Andbank que la usan para crecer en banca privada, mientras que BBVA y Banco Santander la han tenido para reforzar su actividad comercial tanto en zonas rurales como en pequeñas y grandes ciudades.

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BBVA fue el banco que más agentes tenía, alcanzando los 2.800, pero ha reducido desde entonces la red en más del 80% y ya tiene menos de 600. Este año ha realizado un nuevo ‘tijeretazo’ de 628 agentes acompañando al ERE de 2.935 personas. Por el contrario, Banco Santander ha firmado nuevos contratos con agentes después de su último ajuste.

El banco cántabro acordó el año pasado un ERE de 3.572 salidas y 1.500 reubicaciones en el grupo. En el mismo ejercicio, redujo su red de sucursales en España en 296 oficinas, un 9%, hasta acabar en 2.939. En el primer trimestre de este año ha clausurado otras 335, hasta las 2.604. Cuando absorbió Banco Popular, el Santander tenía 2.869, que ya había reducido en 250 respecto a 2016, añadiendo 1.777 del Popular.

Así, Santander ha cerrado más de 2.000 sucursales en un lustro. En cuanto a la plantilla, en marzo el banco tenía 25.470 trabajadores en España, 1.884 menos que un año antes y 9.334 menos que hace cinco años, contabilizando también la plantilla del Popular. Con este nuevo impulso al recorte de empleo y sucursales es con el que ha vuelto a apostar por los agentes financieros.