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De las bolsas al dólar: los mercados frenan la volatilidad ante el nuevo entorno de tipos
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CRÓNICA DE MERCADOS

De las bolsas al dólar: los mercados frenan la volatilidad ante el nuevo entorno de tipos

Tras una semana de altibajos por el pelotazo de la Reserva Federal por su aviso de subir tipos en 2023, Europa se despierta este lunes con ansias de recuperar la calma

Foto: Un 'trader'. (Reuters)
Un 'trader'. (Reuters)

Con el cambio de semana, los mercados relajan los ánimos en Europa. Mientras los principales índices suben ligeramente, los diferenciales de deuda acercan posturas y el euro hace amagos de recuperar el tono. Los inversores se adaptan así al auge de un nuevo entorno de política monetaria lleno de contradicciones. Esta por ver si se trata de un descanso puntual o si las bolsas, deuda y divisas seguirán relajándose en los próximos días.

Tras una semana de altibajos por el pelotazo de la Reserva Federal por su aviso de subir tipos en 2023, Europa se despierta este lunes con ansias de recuperar la calma. En España, el Ibex 3 cierra con una subida del 0,23% en una sesión en la que ha tenido que salvar a última hora los 9.000 puntos, que estuvieron perdidos buena parte de la misma. El índice está lastrado todavía por los valores cíclicos (banca, turismo, industriales…), pero apoyado por algunos defensivos (sobre todo, energía). Un entorno bursátil marcado por la atonía: los inversores dejan atrás las ventas de la semana anterior, pero sin muchos ánimos. Además, la apertura de Wall Street ha dado optimismo al índice, que ha cambiado su rumbo tras la apertura de la Bolsa de Nueva York con subidas cercanas al 1,5% de sus principales índices.

Por su parte, la deuda recula con algo más de ímpetu sobre sus propios pasos. Tras varias sesiones a la baja, el bono alemán a 10 años recupera la tendencia alcista de esta primavera y cotiza ya en un tipo del -0,17%, a la vez que reduce el diferencial respecto al bono español (es decir, la prima de riesgo) en tres puntos. Y es que nuestro bono soberano, a su vez, dejar caer la rentabilidad hasta un 0,45%. Sabiendo que la rentabilidad de la deuda se mueve de forma inversa al precio (y, por tanto, la demanda), los movimientos de este lunes apuntan a apetito por parte de los inversores por aquellas emisiones con más riesgo.

La subida de rentabilidad del bono alemán 10 años en 2021 (ha pasado de -0.55% a -0.1,7%) se justifica por el repunte visto al otro lado del Atlántico, donde su homólogo estadounidense ha subido en TIR desde el 0,9% hasta el 1,4%, según explica Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G. "Este movimiento viene justificado por los positivos datos macro que vamos conociendo a lo largo del 2021, así como una buena evolución de la vacunación, que hacen anticipar unas políticas monetarias no tan expansivas para los próximos años".

"En el caso de Bund alemán, en momentos puntuales, también ha estado influenciado por expectativas de menores compras en el programa de bonos de la pandemia (PEPP), que hicieron que, en determinados momentos, los repuntes de rentabilidades de los bonos europeos fueran incluso más acusados que los de los bonos americanos", añade el analista. "Sin embargo, desde la semana antes de la reunión del BCE, diferentes miembros de la autoridad monetaria se apresuraron a enfriar las expectativas de reducción de compras del PEPP (por lo menos hasta septiembre), lo que ha ayudado a una importante relajación de las rentabilidades de los bonos alemanes, apoyados también por el movimiento del bono americano".

Foto: Reserva Federal. (Reuters)

El euro, mientras tanto, retoma el pulso contra el dólar, con la moneda europea ganando este lunes un 0,3% frente al billete verde. Aunque parezca un repunte tímido, supone cortar la racha de los últimos días de fuertes pérdidas, con caídas de casi el 3% en apenas tres sesiones. Caídas que subrayaban el interés de los inversores de posicionarse en la moneda estadounidense ante una potencial subida de los tipos de interés en el corto plazo, a detrimento del contexto europeo, donde todavía los responsables del banco central no han mandado un mensaje claro de cómo evolucionará el precio del dinero en el Viejo Continente con la salida de la crisis.

La semana pasada, los mercados vivieron un episodio de volatilidad ante las perspectivas de una reducción de los estímulos en EEUU en el corto plazo. Pese a que Jerome Powell insistió en que la entidad que preside pretende seguir acompañando la recuperación económica con sus planes monetarios, el diagrama de puntos estimó dos subidas de tipos para 2023 —una medida que, de hecho, suele ser precedida por una reducción de los programas de compras de activos—.

"La Fed señala ahora que los tipos tendrán que subir antes y más rápido, y sus previsiones sugieren dos subidas en 2023”, explica James McCann, economista jefe adjunto de Aberdeen Standard Investments. "Este cambio de postura choca un poco con las recientes afirmaciones de la Fed de que el reciente repunte de la inflación es temporal. Si la volatilidad de los precios es temporal, no hay ninguna razón obvia por la que deban subir los tipos antes de lo previsto, sobre todo teniendo en cuenta que el mercado laboral ha decepcionado últimamente. Para algunos, sin duda va a ser una señal de una mayor preocupación por la inflación en el comité".

En un entorno inflacionario, los inversores llevaban ya meses jugando con que los bancos centrales tendrían que empezar a tomar cartas sobre el asunto pronto. De momento, en Europa, el Banco Central Europeo (BCE) evita hablar de retirar estímulos y maneja la política monetaria pendiente de su revisión estratégica a finales del año. En este debate, también surge la cuestión de si este repunte de los precios es puntual o si se trata de una tendencia más permanente.

Foto: Christian Nolting. (Deutsche Bank)

"Las encuestas empresariales también señalan dificultades de suministro en el sector de la construcción, pero en menor medida que en la industria. En cuanto a los servicios, la recuperación se ve limitada sobre todo por factores no económicos, como las restricciones sanitarias, que se están levantando gradualmente", zanja, por su parte, Bruno Cavalier, economista jefe de Oddo BHF. "En definitiva, la economía de la eurozona parece estar cerca de un punto de inflexión que debería hacerla pasar de una fase de virtual estancamiento (cuarto trimestre de 2020 a primero de 2021) a una fase de verdadera recuperación. En cualquier caso, el cierre de la brecha de producción negativa no es una perspectiva inminente, como tampoco lo es la plena normalización de las condiciones del mercado laboral. Estos son poderosos argumentos a favor de mantener una política monetaria acomodaticia. Dado el retraso cíclico de la eurozona con respecto a los Estados Unidos, resulta, cuando menos, sorprendente que estos argumentos se esgriman con menos frecuencia en el BCE que en la Fed".

Esta semana, los inversores centrarán su atención en la publicación de los datos preliminares de los PMI adelantados de junio de la eurozona y EEUU, así como de los índices de confianza empresarial alemanes IFO y de la reunión de tipos de interés del Banco de Inglaterra (BoE).

Con el cambio de semana, los mercados relajan los ánimos en Europa. Mientras los principales índices suben ligeramente, los diferenciales de deuda acercan posturas y el euro hace amagos de recuperar el tono. Los inversores se adaptan así al auge de un nuevo entorno de política monetaria lleno de contradicciones. Esta por ver si se trata de un descanso puntual o si las bolsas, deuda y divisas seguirán relajándose en los próximos días.

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