Las bolsas en 'stand by' a la espera de la reunión del BCE
La sesión transcurre sin grandes movimientos a la espera de comprobar qué postura adopta la institución europea
Los inversores tienen cita esta tarde con el Banco Central Europeo (BCE) a la que llegan con un cierto optimismo respecto a la reactivación económica de la zona euro gracias a la reapertura de actividades y con una aceleración de las subidas de precios, lo que obligará a la entidad a hacer equilibrios semánticos en su discurso para pasar de puntillas sobre la cuestión de cuándo dará comienzo a la retirada de sus medidas de estímulo ('tapering').
Con todo, la sesión transcurre sin grandes movimientos a la espera de comprobar qué postura adopta la institución europea. Así, el Ibex 35 que comenzaba con signo positivo, cumplida media hora de negociación perdía empuje para moverse prácticamente plano por encima de los 9.100 puntos. Lo mismo ocurría en el resto de plazas europeas donde el Cac 40 y el Dax registraban ligeros descensos.
En cualquier caso, todas las miradas se dirigen hacia Fráncfort donde se celebra la mesa del Consejo de Gobierno del BCE con el ritmo de compras de deuda amparadas por el programa antipandemia (PEPP) sobre la mesa. En este sentido, podría plantearse una reducción desde el bando de los 'halcones' ante el repunte de la inflación y la marcada mejoría de las perspectivas de crecimiento.
"Creemos que es demasiado pronto para asumir ese riesgo y que el BCE seguirá siendo impreciso sobre sus intenciones y continuará apoyando al mercado", afirma Stéphane Deo, responsable de estrategia de mercados de Ostrum AM, quien reconoce que "el debate va a seguir aumentando con la recuperación económica y la QE será cada vez más cuestionada por los halcones".
En la misma línea, Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G Banca Privada, apunta que el mercado espera que se mantenga el ritmo de compras, al menos, los tres próximos meses, aunque advierte de que algunos miembros más 'hawkish' pueden empezar a presionar para anticipar la reducción de compras.
"Pensamos que, cuando el BCE se decida a reducir el ritmo de compras del PEPP, probablemente esta medida venga acompañada con otras que ayudarían a mitigar el impacto alcista en los TIR, incluyendo un incremento en el volumen de compras de bonos del programa APP o un cambio en su orientación de futuro", añade.
En este sentido, Paul Diggle, economista jefe adjunto de Aberdeen Standard Investments, señala que, si bien el argumento a favor de la reducción es que la recuperación económica se está fortaleciendo el argumento a favor de mantener las compras al ritmo actual es que cualquier reducción corre el riesgo de desencadenar una corrección del mercado.
"Esperamos que la autoridad monetaria europea mantenga el rumbo y siga comprando activos al elevado ritmo actual, pero, en cualquier caso, los inversores querrán ver cómo el BCE enhebra la aguja de hablar de la recuperación económica, evitando al mismo tiempo la temida palabra tapering".
En cualquier caso, tal y como señala, Olivia Álvarez, analista en Monex Europe, la flexibilidad contenida en los programas de estímulo del BCE, especialmente en el PEPP, dejan margen para que el banco central pueda reducir ligeramente el volumen de las compras en la práctica sin tener que declararlo abiertamente, aunque la experta ve poco probable que el BCE modere de manera sustancial sus compras antes de septiembre como mínimo, o antes de que sea visible una mejora considerable de las condiciones económicas.
La tasa de inflación interanual de la zona euro alcanzó el pasado mes de mayo el 2%, frente al 1,6% del mes anterior, lo que representa la mayor subida de los precios en la región desde octubre de 2018, aunque al excluir el impacto de la energía, la subida de precios en mayo ha sido del 0,9%, frente al 0,7% de abril, mientras que al dejar fuera también el efecto de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente ha sido del 0,9%, dos décimas por encima del dato de abril.
De su lado, la economía de la zona euro volvió a entrar en recesión después de sufrir una contracción del PIB del 0,3% entre enero y marzo, tras la caída del 0,6% del último trimestre de 2020, un retroceso de la actividad mucho menos profundo de lo estimado inicialmente, ya que en la lectura preliminar del dato Eurostat había calculado un retroceso del 0,6% del PIB de la zona euro.
Los inversores tienen cita esta tarde con el Banco Central Europeo (BCE) a la que llegan con un cierto optimismo respecto a la reactivación económica de la zona euro gracias a la reapertura de actividades y con una aceleración de las subidas de precios, lo que obligará a la entidad a hacer equilibrios semánticos en su discurso para pasar de puntillas sobre la cuestión de cuándo dará comienzo a la retirada de sus medidas de estímulo ('tapering').