EEUU y tecnología: así invierten los planes de pensiones más rentables a 10 años

Lograr una rentabilidad superior al 7% en 10 años supone más que duplicar el dinero invertido. Un resultado muy exigente, que muy pocos vehículos de inversión logran superar. De hecho, entre los planes de pensiones individuales en España, apenas hay 15 productos que logran rebasar esta cifra en la última década.

Se trata, sobre todo, de planes de pensiones de gestoras de bancos que invierten en renta variable estadounidense y empresas del sector tecnológico, que se han podido beneficiar de su espectacular comportamiento en la última década. También en productos de renta variable global, en los que el alto peso de la bolsa norteamericana ha sido decisivo.

De ellos, según los datos de Inverco a cierre de octubre, el BBVA Telecomunicaciones destaca como el más rentable a 10 años, con una revalorización del 14% anualizada. Sus gestores han conseguido aumentar la distancia en el 'ranking' en este 2020, en el que está teniendo un comportamiento muy positivo. El plan avanza más de un 23% desde diciembre y figura también como el plan español más rentable tanto a 1 como a 3 años.

Comparativa de planes de pensiones españoles más rentables a 10 años

Ahora bien, no todos sus partícipes estarán especialmente alegres. Sobre todo los que llegaron a este producto en su momento de máxima popularidad, hace ya más de 20 años, en plena euforia puntocom. El pico más alto que alcanzó entonces no lo ha vuelto a alcanzar hasta hace apenas unos meses. De hecho, su rentabilidad a 20 años se reduce hasta tan solo el 0,6% anualizado.

Algo parecido le sucede al CaixaBank RV Internacional. Su comportamiento en la última década también ha sido muy llamativo, con una revalorización anualizada superior al 10%. Sin embargo, si ampliamos el foco a 20 años, también está en positivo por los pelos, con apenas un 0,62% de rentabilidad anualizada.

El resto de planes de pensiones que ganan más de un 7% anualizado a 10 años no sufrieron la peor parte de la burbuja tecnológica, porque aún no habían nacido, por lo que la mayoría de sus partícipes sí cuentan con plusvalías notables en sus carteras. Por ejemplo, el Naranja Standard & Poor’s 500, de ING Direct, que a 10 años figura como el segundo más rentable de los planes de pensiones españoles, con un retorno anualizado por encima del 13%.

En su momento, este plan fue disruptivo, porque ofrecía exposición a la bolsa americana con una de las comisiones más bajas del mercado, aunque eso ya es historia. El 1,25% anual que cobra entre gestión y custodia le sitúan muy por encima de otras opciones para replicar índices, especialmente del plan MyInvestor S&P 500 que lanzó ayer Myinvestor, con una suma de comisiones del 0,38%.

Aun así, el plan del banco naranja está por debajo en comisiones del resto de planes comentados en este artículo, que cobran la comisión máxima del 1,5%. Entre ellos, el Mapfre América PP, que también forma parte del cuarteto de los más rentables a 10 años, con una rentabilidad anualizada superior al 11%.

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En la actualidad, las carteras de muchos de estos fondos están dominadas por los grandes del sector tecnológico estadounidense, como Microsoft, Apple, Amazon, Facebook o Alphabet (Google), según la última ficha mensual de los respectivos productos.

Como también sucede en otros de los planes más rentables a 10 años, como el Acueducto Renta Variable Norteamérica, el BK Variable América, el Abanca USA, el Caser RV Norteamérica, el Santander Renta Variable USA o el Ibercaja Pensión Bolsa USA. Todos ellos lucen ganancias anualizadas de entre el 7% y el 10% en la última década.

También forman parte de este club de los más rentables a 10 años otro elenco de planes de renta variable global, como el Caja Ingenieros Multigestión, el MPP Audaz Global, el Deutsche Bank RV Global, el Abante Bolsa, el BBVA Bolsa Índice Global y el Renta 4 Global Acciones, según el último informe mensual de Inverco, la asociación del gestor.

¿Se podrán repetir a futuro estas rentabilidades pasadas? Los asesores recomiendan prudencia y diversificar las carteras. Recuerdan que las valoraciones de muchos de los grandes gigantes tecnológicos resultan ya muy exigentes y que no será fácil mantener la tónica de estos últimos maravillosos años que han vivido sus cotizaciones.