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El Ibex cierra la semana a niveles de marzo (-6,4%) ante la escalada del coronavirus
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CRÓNICA DE MERCADO SEMANAL

El Ibex cierra la semana a niveles de marzo (-6,4%) ante la escalada del coronavirus

El índice ha sufrido en los últimos días un retroceso del 6,4% en la semana que lo ha dejado en niveles de marzo, cerrando a poco más de 300 puntos de alcanzar los mínimos del año

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'Deja vu' de marzo. Los casos de coronavirus recrudecen el colapso sanitario, los Gobiernos empiezan a tomar medidas cada vez más duras, y el banco central vuelve a cargar la pistola de estímulos. Todo en una lluvia de resultados corporativos y datos económicos que continúan sin aclarar el incierto futuro de la pandemia. En este entorno, los inversores de la bolsa han puesto los pies en polvorosa esta semana, éxodo del que no se ha librado el Ibex 35. El índice ha sufrido en los últimos días un retroceso del 6,4% en la semana que lo ha dejado en niveles de marzo (los mínimos los alcanzó ayer jueves), cerrando a poco más de 300 puntos de alcanzar los mínimos del año.

En apenas días, Europa ha endurecido contundentemente su gestión de la crisis. Especialmente Francia, donde su presidente Emmanuel Macron ha vaticinado que la segunda ola será "más mortífera que la primera" al imponer un confinamiento que durará hasta el 1 de diciembre. También Alemania ha asumido una postura más restrictiva con el coronavirus al cerrar el ocio, cultura y gastronomía. De hecho, en la semana las bolsas de estos dos países caen con más fuerza que en nuestro país. España también ha aumentado las restricciones, pero en menor medida y con variaciones entre las distintas regiones del país. No obstante, algunas comunidades, como Cataluña, ya empiezan a plantearse una respuesta más dura.

En este contexto, los inversores han rotado sus posiciones, saliendo de aquellos activos y sectores más expuestos a la crisis y buscando refugio en los más resguardados. Entre los pocos valores en verde del selectivo, han cerrado los mismos 'de siempre': PharmaMar, Solaria, Cellnex y Viscof. No obstante, la prima de riesgo ha cerrado ligeramente al alza de como empezó la semana, especialmente después del pico vivido en el arranque, terminando en los 76 puntos. Fuera de España, el bono alemán ha vuelto también a cotizar en mínimos de marzo, en un tipo del -0,63%. El oro, sin embargo, se ha descorrelacionado y en el total cae un 1% en la semana, hasta los 1.881 dólares por onza. Por geografías, aunque las bolsas estadounidenses también sufrieron esta semana, los inversores han vuelto al dólar frente al euro, que borra el 'rally' de octubre pese a las expectativas de unas elecciones presidenciales convulsas entre Donald Trump y Joe Biden decisivas.

Las caídas de la renta variable, activo de mayor riesgo y volatilidad que, por ejemplo, la deuda soberana, estáibexn siendo más moderadas que los desplomes récord de primavera. De hecho, el retroceso de la semana no supera el récord de 12 de junio, cuando el Ibex cerró un descenso semanal del 7,37%. La cuestión es si, con la realidad del coronavirus en Europa de contexto, el panorama se parece más a la antesala del desplome en febrero o si esta es una toma de beneficios más como la de junio y septiembre. De momento, aquellos índices que reflejan el nerviosismo del mercado se ensanchan pero se mantienen al margen: el VIX de la volatilidad, que alcanza máximos de junio, mientras que el iTraxx a 5 años, que mide las expectativas de impago, cotiza en niveles de septiembre.

Los analistas no sacan nada en claro. No en vano, por más que el mercado intente agarrarse a parámetros financieros, corporativos y macroeconómicos para guiarse, todo queda cuestionado por el ritmo de la pandemia. Es el cisne negro del 2020 para el que nadie parece tener la bola de cristal. "La corrección de esta semana se ha debido al fuerte aumento de casos de infectados por coronavirus - este repunte está llevando a adoptar nuevas medidas de confinamiento en toda Europa, lo que sin duda va a afectar a la recuperación de las economías europeas", subraya Antonio Aspas, gestor y socio de Buy & Hold. "El que estas caídas se queden en una fuerte corrección o en un cambio de tendencia dependerá de la rapidez en que esta segunda ola sea controlada, ya sea por la efectividad de las medidas adoptadas o por la aparición de una vacuna antes de final de año".

"Tenemos un cóctel de difícil digestión para las bolsas", apunta Víctor Álvarez, analista de renta variable de Tressis. "Ha vuelto la volatilidad, si es que en algún momento nos dejó en 2020, y con ello los fuertes movimientos diarios", añade Álvarez. "A corto plazo no esperamos una relajación de la incertidumbre, máxime cuando, además del fuerte incremento de casos diarios de covid-19, es probable que muchos estados norteamericanos se decidan por el voto por correo. Esto añadiría más dudas a un mercado deseoso de certezas".

En el plano macroeconómico, ha sido una semana intensa. Por un lado, el Gobierno español anunció sus planes presupuestarios, con subidas de impuestos y aumento del gasto, entre otras medidas. Fuera de España, el Banco Central Europeo (BCE) actuó en línea con lo esperado por el mercado: mantuvo sin cambios su política monetaria pero prometió más estímulos en diciembre. Mientras tanto, los países han ido publicando sus previsiones de crecimiento del PIB, en las que tanto en EEUU como en Europa han sorprendido para bien. Sin embargo, ninguno de estos frentes ha sido suficiente para consolar al mercado.

A nivel corporativo, la semana se volvió a ver marcada por la lluvia de resultados. Entre los que más movieron al mercado estuvieron los de Telefónica, que volvió a decepcionar al mercado, y los de la banca, que vivió alegrías en el caso del Santander o BBVA, y decepciones respecto a CaixaBank o Bankia. "Llama la atención que aunque los resultados publicados están cumpliendo con las estimaciones o incluso han sido ligeramente mejores, el Ibex 35 tiene un comportamiento mucho peor que las demás bolsas europeas descontado un futuro más difícil para la economía española y en los países latinoamericanos, donde está la localizada la mayor parte de la diversificación geográfica de las compañías", considera Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum. "También será muy importante que los fondos procedentes de Europa se administren de una forma adecuada y que sirvan para mantener y reactivar el tejido económico y que la política económica se enfoque a mejorar la economía".

"Desgraciadamente el aumento de contagios por el covid-19 ha tomado de nuevo protagonismo, eclipsando la temporada de publicación de resultados y la reunión del BCE", apunta Juan Barriobero, gestor de renta variable de DWS, que sí que subraya que este viernes las bolsas europeas se han visto apoyadas por los datos del PIB. "Seguimos manteniendo nuestro mensaje de cautela en el cuarto trimestre, dada la rápida recuperación de las bolsas de la que disfrutamos desde mediados de marzo hasta finales de agosto", destaca Barriobero, subrayando la necesidad de apostar por la calidad, con empresas de alta rentabilidad y baja deuda.

También Ignacio Fuertes, director de inversiones y gestor en Rentamarkets, guarda cautela por los frentes políticos, confinamientos y unas políticas monetarias y fiscales cuyos efectos empiezan a disiparse, además de "unas condiciones de liquidez precarias, que se irán deteriorando a medida que se acerquen los eventos claves (elecciones y cierre de años fiscales), lo cual provocará episodios de volatilidad y fuertes correcciones en los mercados financieros". Sin embargo, cree que "a pesar de este panorama tan complejo en el corto plazo, miramos con cierto optimismo al futuro, ya que sigue existiendo un compromiso decisivo por parte de bancos centrales y gobiernos de hacer frente a la crisis generada por la pandemia con políticas fiscales y monetarias ultra expansivas".

'Deja vu' de marzo. Los casos de coronavirus recrudecen el colapso sanitario, los Gobiernos empiezan a tomar medidas cada vez más duras, y el banco central vuelve a cargar la pistola de estímulos. Todo en una lluvia de resultados corporativos y datos económicos que continúan sin aclarar el incierto futuro de la pandemia. En este entorno, los inversores de la bolsa han puesto los pies en polvorosa esta semana, éxodo del que no se ha librado el Ibex 35. El índice ha sufrido en los últimos días un retroceso del 6,4% en la semana que lo ha dejado en niveles de marzo (los mínimos los alcanzó ayer jueves), cerrando a poco más de 300 puntos de alcanzar los mínimos del año.

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