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Más cerca de Bogotá que de Shanghái: por qué el Ibex va a la cola de índices mundiales
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Pierde más de un 35% en la crisis

Más cerca de Bogotá que de Shanghái: por qué el Ibex va a la cola de índices mundiales

Los recelos sobre el impacto económico de la crisis en España, la composición sectorial del índice y la dependencia de regiones muy penalizadas lastran al mercado español en la crisis

Foto: Pantallas de cotización en el interior de la Bolsa de Madrid. (EFE)
Pantallas de cotización en el interior de la Bolsa de Madrid. (EFE)

Se ha insistido con frecuencia en que la del covid-19 es una crisis con características tan particulares que hacen muy difícil compararla con cualquiera de las turbulencias recientes. Pero en los mercados financieros ha generado un patrón que se ha convertido en una constante en casi cualquier episodio de tensión en la última década: la bolsa española es la más damnificada entre las grandes plazas mundiales.

Los números lo muestran con rotundidad. Desde el pasado 19 de febrero, cuando se desbordó en los mercados internacionales la preocupación por la epidemia, la mayor parte de las bolsas mundiales muestran números rojos, con caídas de los índices globales cercanas al 18%. Pero entre el poco más del 3,5% que pierde el Shanghai Composite chino y los recortes próximos al 37% que acumula el mercado colombiano existe una brecha suficientemente significativa, que refleja el modo en que los inversores han percibido el distinto modo en que la crisis golpea a los distintos países y sectores.

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En ese 'ranking', el Ibex se encuentra mucho más cerca de Colombia que de China. De hecho, con un recorte del 35,8% en el periodo, el índice selectivo español es el segundo peor entre los 94 principales mercados del mundo, según los registros de Bloomberg. Su tropiezo supera con creces el 28% que cede el EuroStoxx 50, el 21% que se deja el Ftse 100 británico, el 16% del S&P 500, el 14% que pierde el Nikkei japonés o el 7,7% que resta el Nasdaq 100.

La especial incidencia que ha tenido la crisis sanitaria en el territorio español puede aducirse para explicar el mayor golpe que ha experimentado el mercado español. Especialmente porque por su propia estructura económica, la mayor parte de los análisis sitúan a España como uno de los países abocados a sufrir una contracción más severa de su PIB a corto y medio plazo y alimenta temores sobre la sostenibilidad de la deuda pública, lo que justificaría la aplicación de un mayor riesgo país a las cotizadas españolas.

La especial incidencia del covid-19 en España e Italia y la expectativa de que sus economías sufran más explica, en parte, el peor tono de sus bolsas

El hecho de que la bolsa de Italia —el otro gran país europeo fuertemente golpeado por la crisis— se ubique cerca de la española, como una de las más penalizadas (pierde un 33,5% desde el pasado 19 de febrero), viene en refuerzo de este argumento.

"Las economías con más exposición al sector servicios y dependientes del sector exterior, como es el caso de la española, tendrán mayor impacto y una recuperación más lenta. Si a eso le sumamos unas medidas más drásticas respecto a la contención de la pandemia que en el resto de países, la destrucción de actividad económica y el incremento del paro serán mayores", corrobora Luis Buceta, director de Inversiones de Banco Alcalá, del Grupo Crèdit Andorrà.

En su opinión, además, "la situación política en España tampoco ayuda", en un escenario en el que la escasez de medidas contundentes y solidarias por parte de Europa, crea una especial inquietud sobre la evolución del endeudamiento público del país.

placeholder Evolución comparada del Ibex frente a los grandes índices europeos en los últimos 5 años
Evolución comparada del Ibex frente a los grandes índices europeos en los últimos 5 años

No obstante, resulta evidente que las perspectivas económicas internas no determinan el rumbo de un mercado. Al fin y al cabo, durante los últimos años, la economía española ha sido la más pujante de las grandes en Europa y eso no ha conferido, ni mucho menos, un impulso especial al mercado español. En los últimos cinco años, el Ibex ha acumulado un rendimiento total (incluidos dividendos) negativo superior al 30%, más del doble de las pérdidas del Ftse Mib italiano y más del triple que el Dax alemán o el EuroStoxx 50.

Por eso, los expertos apuntan otros factores para explicar que el Ibex vuelva a quedar rezagado en esta crisis. Y ahí, una vez más, es inevitable poner la atención en la composición sectorial del mercado español. Así lo resalta Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum: "El fuerte peso de un sector como la banca, muy penalizado, es un lastre para la bolsa española", observa.

El mercado español siempre se ha destacado por la elevada presencia de compañías financieras en su interior —solo el Mib italiano rivaliza con el Ibex en este aspecto—, y en un momento en que los inversores han enfocado gran parte de sus dudas en la capacidad del sector para sortear la crisis, que les condena a un deterioro de sus balances y un periodo prolongado de tipos de interés bajos, cercenando sus perspectivas de rentabilidad, esto se vuelve a revelar como una debilidad.

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Porque lo cierto es que los bancos españoles no se han comportado en esta crisis significativamente peor que los del resto de Europa o, ni siquiera, los estadounidenses. Porque más allá de que Sabadell lidere los recortes en Europa, con pérdidas en el entorno del 65%, las caídas entre el 47 y el 54% de BBVA o Santander son fácilmente equiparables a las que acumulan Société, Commerzbank UniCredit, ING, BNP Paribas, RBS, Wells Fargo o Citigroup.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el peso de la banca en el Ibex, que hoy apenas se acerca al 20%, es muy inferior a lo que fue en el pasado. "Ni siquiera Santander y BBVA juntas ponderan tanto como Iberdrola", observa Gonzalo Lardiés, gestor de Andbank. Pero tampoco el resto de grandes valores, como la propia Iberdrola, Inditex, Telefónica o Amadeus han ofrecido, por distintas razones, un contrapeso a la debilidad de la banca o la energía en esta crisis. Todas ellas arrastran caídas entre el 24 y el 52% desde el estallido de la crisis.

Por eso, Lardiés resalta, junto al fuerte peso de los bancos, la escasa presencia de los sectores que han liderado la remontada de las bolsas globales desde mediados de marzo, como son la tecnología, la industria sanitaria y las firmas de consumo básico.

La fuerte dependencia de Latinoamérica, de donde proviene hasta el 22% de las ganancias del Ibex, es otro factor de debilidad para el índice español

A todo esto, los analistas de Santander añaden un tercer factor: la amplia exposición de la bolsa española a Latinoamérica, que se ha convertido en un elemento adicional de debilidad. "Alrededor del 22% de las ganancias de las compañías españolas son generadas en esta región, que sufre notablemente por la creciente aversión al riesgo de los inversores. Además, el efecto retardado del virus covid-19 ha afectado a las monedas latinoamericanas y a las valoraciones del mercado de valores en los últimos meses", observan los analistas del banco.

Esperar que estos lastres que mantienen rezagado al Ibex puedan corregirse a corto plazo está directamente vinculado a las perspectivas de recuperación económica. Los expertos consideran difícil que pueda entrar dinero de forma reseñable en el mercado español mientras no se atisbe un panorama menos incierto para negocios como el del turismo o la hostelería, fundamentales para el país, se prolonguen los recelos sobre la banca y persistan los recelos sobre la situación de las economías latinoamericanas.

Quienes mantienen viva la expectativa de una recuperación en V durante la segunda mitad de año pueden confiar en que vaya acompañada de una remontada más sólida del mercado español. "En nuestra opinión, la segunda mitad de 2020 puede traer esta mejora si la economía se recupera rápida y vigorosamente, restaurando la salud financiera de las empresas europeas. Finalmente, una economía global más fuerte lleva a los inversores a buscar rendimiento, lo que debería ser beneficioso para las monedas de los mercados emergentes y la valoración de sus activos".

En cambio, entre quienes temen que esa recuperación se dilate en el tiempo, las expectativas de que la bolsa española pueda recuperar el terreno perdido resultan mucho menos evidentes. De hecho, Lardiés sostiene que sería más fácil que la bolsa española recuperara distancia con el resto por una reevaluación a la baja de sectores como el tecnológico que por un próximo retorno de la confianza al mercado nacional. "Mientras se mantenga la incertidumbre económica actual es más probable que se produzca un ajuste a la baja de las valoraciones de los sectores que mejor han resistido a la crisis", dice.

Una falta de confianza que viene a evidenciar, una vez más, que quedarse atrás no es siempre sinónimo de contar con mayor potencial. La bolsa española ya ha dado suficientes muestras de esto en los últimos años.

Se ha insistido con frecuencia en que la del covid-19 es una crisis con características tan particulares que hacen muy difícil compararla con cualquiera de las turbulencias recientes. Pero en los mercados financieros ha generado un patrón que se ha convertido en una constante en casi cualquier episodio de tensión en la última década: la bolsa española es la más damnificada entre las grandes plazas mundiales.

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