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La banca recupera la inversión a crédito y los estructurados para sus clientes VIP
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ANTE LA VOLATILIDAD POR EL CORONAVIRUS

La banca recupera la inversión a crédito y los estructurados para sus clientes VIP

Las entidades han aprovechado la volatilidad para un nuevo 'boom' de estructuras. También hay préstamos sobre las carteras menos dañadas para comprar en mínimos

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Las turbulencias de los mercados han puesto patas arriba la banca privada. Los profesionales del sector no recuerdan un incremento de la volatilidad, y un desplome de todos los activos, tan vertical. La velocidad con la que ha ocurrido ha dificultado rotar las carteras, pero en las últimas semanas han trabajado a contrarreloj en nuevos estructurados y en poder ofrecer inversión a crédito.

La ola de ventas de las tres primeras semanas de marzo se sucedió en todos los activos, con caídas de más del 30% para las carteras más agresivas (con mayor peso de la renta variable) y de hasta el 10% en las conservadoras. Pérdidas difíciles de aceptar, con la volatilidad en máximos históricos, más incluso que en 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers en los albores de la Gran Crisis Financiera.

Estos movimientos, en época de confinamiento, han obligado a los banqueros privados a intensificar el contacto con los clientes para mantener su perfil de riesgo y plazo. Es decir, que no pierdan la paciencia. Y también para rehacer carteras tras los daños, aprovechando las oportunidades. Entre ellas están las inversiones a crédito o los estructurados para aprovechar la volatilidad.

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Los bonos estructurados han tenido polémica en España cuando se han vendido de forma masiva, a inversores que no han acabado de comprender sus características. No en vano, no son estructuras fáciles de entender. De hecho, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suele estar vigilante con estos productos, especialmente tras las severas pérdidas de muchos de ellos en 2011 y 2012, que se habían vendido años anteriores. Pero siguen siendo demandados por inversores cualificados y ofrecidos por bancas privadas especialistas. "Se están haciendo estructurados pero como en otras tesituras de mercado", explican en un banco, que confirman que están entrando en carteras discrecionales y asesoradas igual que en otros momentos de 'shock' en las bolsas y aumentos de la volatilidad.

Cuando hay una volatilidad elevada, como ocurre en las últimas semanas, se convierten en un vehículo atractivo que asegura cupones atractivos frente a los tipos de interés al 0%. "Se venden bien cuando aumenta la volatilidad", añaden en un banco extranjero especializado en clientes de altos patrimonios. Los estructurados se constituyen sobre un activo subyacente (una acción, un bono, un índice, etc.) y con derivados. La mayoría se basa en opciones de venta 'put' dentro de la estructura, que pagan mayor prima si hay volatilidad. En este caso, además, como ha habido caídas de los activos, se asume que la amenaza de nuevos descensos es menor.

Así, no solo hay más estructurados, sino que se han elevado sus cupones. Entre los ejemplos ofrecidos a clientes de banca privada a los que ha tenido acceso este medio, hay varios vinculados al Eurostoxx, que arrastra una caída del 25% en el año que llegó a ser cercana al 40% a mediados de marzo.

En uno de ellos, creado a mediados de marzo con los mínimos del mercado, la duración es de tres años y un cupón trimestral del 3,5%. Si en un trimestre se sitúa por encima del 100% de la referencia inicial, se cancela el bono y se devuelve anticipadamente con el cupón. Si sobrepasa el 85%, se paga el cupón, si llega el vencimiento entre el 70% y el 85% se garantiza el capital, pero si está por debajo del 70%, no se garantiza la devolución del principal, con una pérdida que puede ser superior a la del índice.

Un estructurado similar a finales de febrero, antes del 'rally' de la volatilidad, pagaba cupones del 1% trimestral. Es decir, menos de un tercio que a mediados de marzo. En otro ejemplo similar de finales de marzo, el cupón está en torno al 2,5% y el lanzamiento es con 1.000 millones de euros para colocar entre clientes.

También hay estructurados de menos riesgo. Un banco privado internacional, por ejemplo, está ofreciendo a clientes estructurados con un plazo de dos años y cupones del 0,4%, ya que las opciones son sobre el euríbor. El capital de esta estructura está garantizado por otro banco, que tiene 'rating' entre A y BBB+ según la agencia.

Compra a crédito

Algunas entidades están colocando estructurados con inversión a crédito. La inversión apalancada con la propia cartera como aval, es una práctica disponible en casi todas las bancas privadas. En la jerga se conoce como préstamos lombardos. El 'loan to value' (volumen de crédito respecto a la cartera en este caso) depende del riesgo por las potenciales pérdidas. Así, según fuentes del mercado los máximos pueden oscilar entre el 50% y el 80%, según el riesgo de la cartera en prenda.

Estos créditos pueden ser rentables para las dos partes. Para una cartera de un millón de euros, un cliente puede pedir 100.000 euros sobre el 10% de la misma, aprovechando las posiciones más conservadoras y que, por lo tanto, menos ha sufrido la volatilidad. El cliente tendría capacidad de comprar bajo mínimos fondos de renta variable, otros activos de riesgo o un estructurado, y el banco gana por el interés que cobra con el préstamo y con el aumento de la inversión, sobre la que se cobran comisiones. Si, además, la compra es de un estructurado que ha creado el propio banco, el beneficio es triple.

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Las primeras semanas de esta crisis se secó el crédito, y solo algunas entidades dieron préstamos pignorados a algunos clientes pero no para invertir. Con el suelo del mercado y su incipiente rebote, unas cuantas entidades han vuelto a abrir el grifo. Aunque para muchos clientes que han sufrido pérdidas es difícil, porque la cartera sobre la que se pignora la financiación es menor. Pero hay otras que han aguantado mejor, y sus dueños lo están aprovechando.

"No hay una línea de financiación, pero sí créditos a medida para determinados clientes de la casa", explican en una banca privada. "Es la forma que tienen muchos inversores de aprovechar las caídas del mercado. Se han encontrado con una oportunidad única de entrar en muchos activos, con lo que si tienen margen porque la cartera ha aguantado están usando los lombardos para comprar riesgo o estructurados", explica un banquero.

Las turbulencias de los mercados han puesto patas arriba la banca privada. Los profesionales del sector no recuerdan un incremento de la volatilidad, y un desplome de todos los activos, tan vertical. La velocidad con la que ha ocurrido ha dificultado rotar las carteras, pero en las últimas semanas han trabajado a contrarreloj en nuevos estructurados y en poder ofrecer inversión a crédito.

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