La presión política y la liquidez amenazan los dividendos: los sectores más vulnerables
"La naturaleza especial de la crisis del Covid-19 y la escala sin precedentes de la intervención gubernamental afectará las políticas de 'pay out' más de lo normal"
Antes de que la pandemia del coronavirus empezase a hacer sus estragos, las cotizadas del Ibex 35 tenían planeado regar a sus accionistas con alrededor de 20.000 millones de euros en dividendos. Con la llegada del Covid-19, no solo parte de esta paga a cargo de 2019 peligra, sino que también entra en duda la retribución de 2020.
La banca europea ha sido la protagonista en la reformulación de su 'pay out', sobre todo por las órdenes emitidas por el Banco Central Europeo, pero no es la única que está tomando medidas. El impacto transversal del coronavirus sobre la economía pone a la gran mayoría de empresas en un aprieto de liquidez y una manera clásica de taponar ese tipo de hemorragias es recortando o incluso eliminando el dividendo.
Según un informe enfocado en los dividendos europeos publicado por Barclays esta semana, el foco político es generalizado. "Más allá de las consideraciones puramente económicas, la naturaleza especial de la crisis del Covid-19 y la escala sin precedentes de la intervención gubernamental (planes de ayuda al desempleo, avales financieros, moratorias fiscales, etc.) afectará las políticas de 'pay out' más de lo normal", explican.
"Aquellas empresas que paguen dividendos y recompren acciones (premiando a sus accionistas) mientras al mismo tiempo detienen su operativa y despiden a trabajadores, probablemente no obtengan una buena percepción reputacional". "Esta nueva temática presionará a más empresas a recortar dividendos, más allá de su capacidad de 'pay out'". De todas maneras, los analistas resaltan que las caídas bursátiles posteriores a algunas de las decisiones sobre los recortes de dividendo demuestran que el contexto reputacional no quita el sentimiento de inestabilidad que estas medidas alimentan en el accionista.
De hecho, en las últimas semanas, la presión pública sobre la banca ha sido causa de controversia para Bank of America, que veía una diferencia clara en como se había gestionado el sacrificio del accionista en EEUU y en Europa. Para los analistas del grupo estadounidense, la presión de las autoridades, lanzaba un mensaje de alarma al mercado, así como incertidumbre a largo plazo.
Los reguladores, a su vez, ya han puesto facilidades sobre la mesa para que toda empresa que se vea abocada a ello pueda ahorrar en dividendos de forma inmediata. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) anunció la semana pasada que todas las empresas que se replanteen su política de retribución al accionista como consecuencia de la crisis del coronavirus podrán reformular las cuentas anuales, ya que tanto la entidad presidida por Sebastián Albella como el Colegio de Registradores consideran que la situación creada por la epidemia es "absolutamente extraordinaria".
De todas formas, el recorte de dividendos es un paso natural dado el contexto económico. Los economistas siguen debatiendo el alcance y profundidad de la economía. La mayoría apunta a una recesión más profunda que la del 2008-2009 pero con una recuperación rápida y completa dada la naturaleza del choque. Es decir, una crisis corta pero intensa. En esto contexto, los analistas de Barclays han reunido en un informe a clientes sus perspectivas sobre los dividendos en el Viejo Continente. "Debido al difícil panorama al que se enfrentan los beneficios corporativos, esperamos que los dividendos también se vean golpeados de forma material según las empresas se dispongan a preservar los balances y el flujo de caja", explican. Según resaltan en el informe, los futuros de los dividendos avanzan una caída de estos del 60%, aunque desde la firma consideran esta magnitud demasiado "agresiva, aun si partimos del supuesto de dividendo cero en los sectores clave".
Respecto a los puntos de comparación con la crisis de 2008, los analistas de Barclays aplauden que "los balances corporativos están, por lo general, más sanos que antes de la última crisis, lo cual proporciona un colchón". "En el caso de Europa, la proporción de liquidez sobre los activos totales es mucho más alta que en el ciclo de 2006 a 2008", zanjan. "Desde la Gran Depresión, muchas empresas se han comportado con cautela y ahorrado más". Los analistas perciben que las empresas han destinado ligeramente menos dinero a operaciones y 'capex' y más a la retribución al accionista, "pero no a niveles extremos". De todas formas, desde la firma recomiendan enfocarse en la calidad del dividendo y no en la rentabilidad por precio a la hora de invertir.
Por sectores
Son varios los sectores que ponen en el foco. Uno de ellos, obviamente, es el de la banca. En España, Bankia y BBVA han puesto ya en cuarentena el dividendo de 2020, mientras que Liberbank y CaixaBank han reformulado el que corre a cargo de 2019. El Banco Central Europeo, con todo, ha recomendado públicamente que los bancos recorten los pagos hasta, por lo menos, octubre —una petición que llevó al Santander a retrasar no solo el dividendo de 2020 sino que también el que le quedaba de 2019—. "A largo plazo, se planteará la pregunta de cuál será el nivel sostenible de 'pay out', lo cual depende del ritmo de recuperación, entre otros factores", explican desde Barclays. Ya antes de la crisis del coronavirus, el Banco de España había cuestionado varias veces la política de dividendos del sector.
El sector del automóvil también está en el foco. Gigantes como Daimler o Renault ya lo han suspendido. "El actual panorama de las automovilísticas es parecido al de la Gran Depresión", explican desde Barclays, especificando que no solo ven riesgo de que los dividendos propuestos a cargo de 2019 "se vean dramáticamente reducidos" sino que también creen que serán "totalmente cancelados" —con 2020 en riesgo también—. En España, las ventas de vehículos se desplomaron un 70% en marzo y las automovilísticas llevan días anticipándose a las restricciones sanitarias del continente.
En el sector energético, desde Barclays creen que, en el caso de las 'utilities' "el mayor riesgo son las restricciones políticas", explican. Sin embargo, "como muchas de ellas serán capaces de operar indemnes, sin necesitar apoyo financiero, vemos un riesgo limitado de restricciones en el 'pay out'. En España, ninguna energética del Ibex 35 ha tocado el dividendo, reafirmando su reparto públicamente en las últimas semanas. La situación cambia cuando se trata de la exploración y producción de petróleo o gas (como es el ejemplo de Repsol). "Pocas empresas de exploración y producción podrán dar retornos en efectivo a los accionistas por su necesidad de ser pragmáticos de cara al efecto que la caída de los precios del petróleo está teniendo en los flujos de caja de 2020", matizan desde Barclays. Además, los analistas avisan de los 'shocks' de oferta y demanda que se puedan producir en el sector energético en general, avistando caídas en el 'capex' para poder preservar la mayor parte de la retribución al accionista.
Otra apuesta a la baja es la de las aerolíneas. En España, IAG y Aena ya han movido ficha, al igual que Ryanair o Lufthansa. La posibilidad de rescates estatales sobrevuela el sector (Alitalia en Italia, Lufthansa potencialmente en Alemania), que, como bien recuerda Barclays, "tiene apenas un 5% de su capacidad original en funcionamiento", por lo que "las aerolíneas y aeropuertos se enfrentan a una rápida quema de liquidez". La tensión en el sector ya se empieza a palpar, con el CEO de Ryanair, Michael O'Leary, alegando en una entrevista que no quería que todas las aerolíneas fuesen salvadas indiscriminadamente, ya que esto sería injusto para las que habían reforzado sus balances con anterioridad, creando una "distorsión masiva". El Gobierno de Reino Unido, a su vez, ha alegado que estudiará el sector caso a caso.
Desde la Gran Depresión, muchas empresas se han comportado con cautela y ahorrado más
En este sentido, en el informe están todas las empresas que tengan que ver o bien con los servicios a empresas o bien de ocio. En España, un ejemplo de empresa que ya ha decidido al respecto y que incluye ambos sectores es el de Amadeus. Mientras tanto, otras como Meliá siguen sin tocar la retribución al accionista. En los medios de comunicación, por ejemplo Atresmedia también ha anunciado un retraso a su pago. "A aquellas que accedan a planes de desempleo temporal del gobierno, probablemente les cueste justificar el pago de dividendos al mismo tiempo", avisan los analistas, que caracterizan al sector de proveedores a empresas de tener "una ciclicidad y costes relativamente altos" como el mayor riesgo para su dividendo.
Otro de los sectores que los analistas ven con pesimismo en cuanto al reparto de dividendos es el inmobiliario; por ejemplo, en España, Neinor ha anunciado el aplazamiento de su dividendo justificándose en la "falta de visibilidad", mientras que, en Europa, Vonovia o Segro también han movido ficha. Aún quedan datos por ver la luz, pero expertos ya adelantan una caída en picado de la venta de casas en los próximos meses.
Entre los sectores que más favorecidos se verán destaca el de las telecomunicaciones, ya que desde Barclays destacan que estas tienen "balances sólidos y poco riesgo de refinanciación". Telefónica (con una deuda de 37.744 millones de euros), no ha expresado ánimos de querer tocar su retribución al accionista.
Otros sectores poco expuestos son las farmacéuticas ("vemos cero problemas en poder hacer frente al dividendo") o empresas que tengan que ver con servicios alimentarios ("las únicas que vemos en riesgo son aquellas que estén predominantemente enfocadas en sectores 'no-alimenticios' aparte de la comida").
Antes de que la pandemia del coronavirus empezase a hacer sus estragos, las cotizadas del Ibex 35 tenían planeado regar a sus accionistas con alrededor de 20.000 millones de euros en dividendos. Con la llegada del Covid-19, no solo parte de esta paga a cargo de 2019 peligra, sino que también entra en duda la retribución de 2020.