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Los inversores pasan del pánico a la euforia en cinco meses y ponen la lupa en Davos
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REDUCEN LA LIQUIDEZ A MÍNIMoS DESDE 2013

Los inversores pasan del pánico a la euforia en cinco meses y ponen la lupa en Davos

El índice de expectativas ZEW marca máximos de 2015, y la liquidez en los fondos cae a mínimos de seis años. En agosto ocurría lo contrario, por la guerra comercial y el Brexit

Foto: El presidente Donald Trump, en una cena en Davos. (Reuters)
El presidente Donald Trump, en una cena en Davos. (Reuters)

Las expectativas de los inversores viven en una extraña montaña rusa de la que ni siquiera escapan los profesionales. El pesimismo de agosto, con la amenaza de la escalada de la guerra comercial y el miedo a un Brexit duro, ha dado paso en menos de medio año a la euforia. Eso sí, todos los gestores miran de reojo a Davos para intuir si la tregua entre Estados Unidos y China será duradera con el intento de reelección de Donald Trump.

En agosto hubo un repunte de la volatilidad, con ola de ventas de bonos y acciones, a causa de la guerra comercial, por una escalada en la tensión entre Pekín y Washington. Fue un bache para el mercado, que acarreó pérdidas importantes a los más pesimistas, y que obliga a los inversores a fijarse en Davos por si se rompe la premisa más repetida: Trump no buscará más enfrentamiento para no dañar ni la economía ni a Wall Street ante sus elecciones presidenciales. El otro miedo es que Boris Johnson vuelva a tensar la cuerda con Bruselas.

Foto: Foto: Reuters.

Mientras, el optimismo crece. El índice alemán ZEW de expectativas de los inversores aumentó bruscamente en enero, según el dato publicado este martes, marcando máximos desde 2015. Lo curioso es que meses antes, en verano, se había desplomado hasta su nivel más bajo desde 2011 por el impacto de la guerra comercial en Alemania y la debilidad de los datos macro.

Los inversores temieron el riesgo de recesión, que lleva sobrevolando año y medio los mercados, con la inversión de la curva de tipos del mercado de bonos estadounidense a principios de 2019, anomalía que ha precedido las ocho contracciones de la economía de Estados Unidos desde los años sesenta. Ahora, asumen la cita del Nobel Joseph Schumpeter, que dijo que “los economistas habían predicho ocho de las últimas cinco recesiones”, y se aferran a la posibilidad de que el deterioro de los datos macro haya tocado suelo.

placeholder Indicador de expectativas ZEW. (Fuente: Zew Institute)
Indicador de expectativas ZEW. (Fuente: Zew Institute)

Fruto de ello, los gestores ya no ven recesión. La encuesta mensual de Bank of America Merrill Lynch cruza respuestas de 249 mánagers de fondos con 739.000 millones bajo gestión. Inversores profesionales que también se han dejado llevar por un cambio radical de sentimiento, al mostrar sus expectativas sobre el crecimiento económico, y en sus decisiones sobre las carteras.

El sondeo muestra que el 86% de los participantes no ve una recesión en Europa durante los próximos meses, porcentaje que creció desde diciembre a enero, desde el 71% anterior. En agosto, el balance neto de respuestas era cero, con tantos inversores esperando recesión como los que no.

placeholder Evolución del peso de la liquidez en los fondos y del S&P 500. (Fuente: Bank of America)
Evolución del peso de la liquidez en los fondos y del S&P 500. (Fuente: Bank of America)


Y con las carteras han tenido la misma fluctuación. En diciembre, a escala global, el peso de la liquidez en las carteras se situó en el 4,2%, lo que es el porcentaje más bajo desde marzo de 2013. Dicho de otra manera, el peso más reducido en todo este ciclo alcista de Wall Street. Pero en agosto alcanzó el 5,5%, lo que había sido el punto más alto desde 2016.

“Los inversores están optimistas, pero no eufóricos”, asegura Michael Hartnett, estratega jefe de Inversiones. “Estamos irracionalmente alcistas con los activos de riesgo hasta que el posicionamiento máximo y la liquidez máxima inciten a un aumento en los rendimientos de los bonos globales y la oportunidad de la gran apuesta”.

Pendientes de Davos

La geopolítica juega un papel central en que se pueda mantener este optimismo, por ello la mirada de los inversores se sitúa en Suiza, Davos, donde se reunirán los principales líderes económicos y políticos del planeta. Donald Trump, el viceprimer ministro chino, Heng Sheng, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, los presidentes de España, Italia, Alemania y, prácticamente, de todas partes del mundo, forman el plantel de lo que será el Foro Económico Mundial de Davos, que está centrado en la sostenibilidad y el cambio climático. Empezó este martes y acaba el viernes 24 de enero.

Foto: trump-presume-davos-acuerdo-china-economia

Y, aunque el tema ha traído a Greta Thunberg a la jornada de apertura para hablar del "apocalipsis medioambiental", Trump ha sido el protagonista absoluto por motivos muy alejados del ecologismo. Antes de que empezaran los discursos, Macron y él publicaban en su Twitter que están negociando que se quite la tasa Google en Francia a cambio de que no se impongan aranceles sobre productos franceses. Horas más tarde, Trump ha sido más explícito en el 'Wall Street Journal' afirmando que "Francia va a suspender su impuesto digital. Los amenacé con establecer unos aranceles del 100% al vino francés".

En el discurso propiamente dicho, defendió a ultranza su acuerdo con China, calificándolo como un punto y aparte para "un nuevo modelo comercial mundial". Además, afirmó que, aunque no quitará todos los aranceles hasta que se negocien las siguientes fases del acuerdo, dejó entrever que estaría dispuesto a retirar una parte. "No retiraremos la mayoría de los aranceles", afirmó durante su intervención.

También se esperan reuniones con Von der Leyen (ya ha habido una), en representación de la UE, para tratar el tema de la guerra arancelaria, que está en el aire desde que anunciase, a raíz de una sentencia de la OMC sobre ayudas europeas a Airbus, una batería de gravámenes de todo tipo de productos, como el aceite español.

También se espera con expectación su reunión con el presidente de Irak, país donde fue asesinado por un dron estadounidense el general iraní Soleimani. La escalada de tensión en Oriente Medio a raíz de aquel evento tiene mucho que ver con la incertidumbre y la consecuente alza en los precios del petróleo.

Las expectativas de los inversores viven en una extraña montaña rusa de la que ni siquiera escapan los profesionales. El pesimismo de agosto, con la amenaza de la escalada de la guerra comercial y el miedo a un Brexit duro, ha dado paso en menos de medio año a la euforia. Eso sí, todos los gestores miran de reojo a Davos para intuir si la tregua entre Estados Unidos y China será duradera con el intento de reelección de Donald Trump.

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