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Los tres desafíos del sector bancario como inversión de valor
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Los tres desafíos del sector bancario como inversión de valor

La irrupción de la digitalización en la banca ha propiciado la entrada de nuevos actores, algunos gigantes como Facebook con su nueva criptomoneda libra, Google o Amazon

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El sector bancario ha sido el gran protagonista en bolsa nada más arrancar el año, siendo el motor de revalorización del Ibex 35 en la primera sesión de 2020. Sin embargo, la volatilidad del mercado, la política de tipos de interés, la regulación y la digitalización continuarán sembrando dudas en un sector muy castigado en el parqué (2019 ha sido también flojo para las entidades financieras), pero que a largo plazo puede aportar rentabilidades atractivas gracias, precisamente, a que el mercado está descontando una situación peor a la que están realmente las entidades financieras.

La política monetaria del Banco Central Europeo, que mantiene el precio del dinero por debajo del 0% (los clientes minoristas de algunas entidades pequeñas en Alemania están empezando a pagar por sus depósitos), ha estrechado de forma importante los márgenes de los bancos. Algo que no tiene visos de cambiar en un horizonte próximo con la desaceleración de la economía de la zona euro, afectada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el Brexit.

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Sin embargo, más tarde o más temprano volverá la normalización de los tipos de interés y será el momento en el que los balances de las entidades financieras empiecen a mostrar un mejor lustre. “Los beneficios serán sustancialmente superiores cuando se normalice la política monetaria, pero sigue pareciéndonos una buena inversión, aunque no suban a corto plazo”, señala Ricardo Cañete, gestor de Bestinver

Además de los tipos de interés, otro de los desafíos que ha pasado factura al negocio bancario es el endurecimiento del marco regulatorio. “Ya parece complicado que siga deteriorándose, al menos, no tan rápido como hasta ahora”, aclara Cañete. Tras la debacle financiera y económica ocasionada por el estallido de las hipotecas ‘subprime’ en Estados Unidos y las consecuencias derivadas de la Gran Recesión, las autoridades bancarias aumentaron los requisitos de capital para garantizar la solvencia de las entidades ante eventuales crisis.

El sector afronta una gran litigiosidad y cambios normativos por varios procesos judiciales

Al mismo tiempo, el sector afronta una gran litigiosidad y cambios normativos derivados de diferentes procesos judiciales, como la supresión de la cláusula suelo, la asunción de todos los gastos financieros de una hipoteca -a excepción de la tasación- o la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la aplicación del Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios (IRPHA), que está prevista para este trimestre.

Por último, otro de los retos que afronta es la disrupción tecnológica. “Si bien hay áreas del sector que parecen abocadas a la desaparición (o al menos a una reducción sustancial de los ingresos), en otras parece poco probable que la banca deje de ser el actor principal, como podría ser en el caso de los servicios globales a clientes minoristas, incluyendo los de domiciliación de facturas, nóminas, hipotecas, seguros...”, explican en Bestinver.

placeholder Imagen: Reuters/Dado Ruvic/Illustration.
Imagen: Reuters/Dado Ruvic/Illustration.

Facebook, Google y Amazon ante la banca

La irrupción de la digitalización en la banca ha propiciado la entrada de nuevos actores, gigantes como Facebook con su nueva criptomoneda libra y Google y Amazon, que ya compiten en el sector financiero. “La inversión en tecnología no supone grandes diferencias en el corto plazo para la entidad bancaria, pero sí a medio y largo plazo”, por ello Cañete afirma que “hay que tener en cartera entidades financieras que inviertan en digitalización y sean ganadoras en el largo plazo”. En definitiva, que tengan un modelo de negocio sostenible en el tiempo.

De este modo, la política de tipos de interés, la regulación y la transformación digital son los tres desafíos que han provocado que en los últimos años el sector bancario haya perdido valor, pero que, por otra parte, contribuirán a que en el largo plazo puedan obtener revalorizaciones atractivas.

En cartera, la gestora invierte a nivel internacional en la italiana Intesa Sanpaolo, el británico Standard Chartered, el holandés ING y el francés BNP que, en conjunto, tiene un peso por debajo del 20% sobre el total de sectores. En el mercado ibérico destacan Unicaja, Caixabank y Bankinter, con un peso superior al 18%.

"La inversión en tecnología no supone grandes diferencias en el corto plazo para la entidad bancaria, pero sí a medio y largo"

Las posiciones de la gestora en este sector se basan en tesis individuales de cada una de las entidades financieras, no en generalidades. La inversión se realiza dependiendo de los resultados obtenidos del análisis de las ventajas competitivas que tienen por su exposición única en un área determinada o en una zona geográfica, de los retornos que generan y de la confianza en el equipo gestor.

La fuerte penalización de algunos de estos valores ha empujado las rentabilidades de algunas entidades por encima del 30%. Cañete cita como ejemplo de algo parecido lo ocurrido entre de 2016 y mayo de 2018, cuando el sector financiero se revalorizó ese porcentaje y los bancos en la cartera de Bestinver, en torno al 45%.

La entidad sigue aprovechando las caídas de algunas acciones para tomar nuevas posiciones. Como inversores en valor, desde Bestinver atienden a segmentos del mercado que no están “de moda”, es decir, están castigados, pero a largo plazo pueden ofrecer altos retornos a los inversores.

*El Confidencial en colaboración con Bestinver, gestora independiente especializada en fondos de inversión y planes de pensiones, pone a disposición de sus lectores el espacio Ahorro e Inversión. Con 30 años de experiencia y 6.200 millones de euros de patrimonio bajo gestión, Bestinver trabaja con el objetivo de generar las mejores rentabilidades a largo plazo para sus inversores.

El sector bancario ha sido el gran protagonista en bolsa nada más arrancar el año, siendo el motor de revalorización del Ibex 35 en la primera sesión de 2020. Sin embargo, la volatilidad del mercado, la política de tipos de interés, la regulación y la digitalización continuarán sembrando dudas en un sector muy castigado en el parqué (2019 ha sido también flojo para las entidades financieras), pero que a largo plazo puede aportar rentabilidades atractivas gracias, precisamente, a que el mercado está descontando una situación peor a la que están realmente las entidades financieras.

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