El S&P reconquista los máximos, pero las pequeñas empresas siguen sin remontar
Mientras el S&P 500 ha recuperado la cima al calor de las negociaciones comerciales, la Fed y los resultados corporativos, índices como el S&P Small Cap o el Russell 2000 aún añoran los máximos
La euforia regresa a los mercados estadounidenses. Tras llegar a subir un 0,71% hasta los 3.044 puntos, el S&P 500 cerró el lunes con un avance del 0,56% en los 3.039 puntos, por encima de los máximos históricos de los 3.025 puntos del 26 de julio. Unos máximos que se presentan en plena temporada de resultados y que se avanzan a la decisión de política monetaria, mientras se formalizan, también, los últimos retoques al acuerdo comercial entre China y EEUU.
El principal índice de Nueva York ha dejado atrás las caídas de agosto y octubre, cuando el nerviosísmo por la guerra comercial y los parámetros económicos golpearon la confianza del inversor. Asimismo, en el año, el S&P 500 gana ya un más de un 20%. Todo esto mientras el presidente de EEUU, Donald Trump, reiteraba el lunes que pronto se firmaría una parte significativa del acuerdo comercial con China —algo que ya llevan filtrando los medios estadounidenses desde la semana pasada—.
Los índices de pequeñas empresas, como el Russell 2000 y el S&P Small Cap 600, también muestran optimismo, con unas subidas en lo que va de año del 16% y 15% respectivamente. Sin embargo, atrás quedaron los máximos de agosto del 2018, antes de que la guerra comercial y posteriormente la ralentización económica empezase a calar entre los inversores: el Russell todavía pierde casi un 10% desde entonces y el S&P cotiza con un abismo del -11%.
Y es que los resultados corporativos están siendo positivos para muchas empresas. Según las estimaciones de Refinitiv, el 78% de las 204 empresas del S&P 500 que han publicado resultados del último trimestre han superado las expectativas. Ha habido varias cuentas de tecnológicas al alza, los bancos y las compañías de pago han superado, por lo general, las expectativas... Aunque también ha habido algún cisne negro, como ha sido el caso de Caterpillar o Amazon. Alphabet, de hecho, cotizaba en rojo en el mercado 'afterhours' del lunes tras presentar sus resultados.
Y es que incluso en el S&P 500 se nota el poder de las 'big cap': Amazon sube un 18% con una capitalización de 881.000 millones de dólares, Microsoft se alza un 41% con un tamaño de 1,1 billones de dólares, Visa avanza un 36% con un valor de 355.000 millones de dólares, MasterCard gana un 45% pesando 280.000 millones de dólares, Oracle Group salta un 21% con una capitalización de 179.000 millones de dólares...
Trump, con todo, no pierde oportunidad de tirarse el pisto. "El S&P 500 acaba de alcanzar máximos históricos", ha tuiteado. "Esta es una gran victoria para nuestros empleos, nuestros planes de pensiones y, francamente ¡todo el mundo! A nuestro país le está yendo muy bien". Y, en medio de un mensaje sobre finanzas, el repúblicano ha aprovechado para colar una noticia militar: "Hasta hemos matado al asesino del ISIS que llevábamos tiempo buscando, Al Baghdadi", prosigue el mismo tuit. "Somos más fuertes que nunca, con un gran potencial al alza. ¡Disfrutad!"
Por otro lado, el miércoles se espera la decisión de política monetaria de la Reserva Federal, que viene de rebajar los tipos de interés en las últimas dos reuniones del año. Una bajada de tipos es un escenario agridulce para la renta variable: por un lado, indica que existe cierta desaceleración económica que puede afectar a las empresas, pero por el otro, abarata el coste del endeudamiento.
La euforia regresa a los mercados estadounidenses. Tras llegar a subir un 0,71% hasta los 3.044 puntos, el S&P 500 cerró el lunes con un avance del 0,56% en los 3.039 puntos, por encima de los máximos históricos de los 3.025 puntos del 26 de julio. Unos máximos que se presentan en plena temporada de resultados y que se avanzan a la decisión de política monetaria, mientras se formalizan, también, los últimos retoques al acuerdo comercial entre China y EEUU.