La bolsa argentina gira a la baja tras los comicios pero el peso se mantiene estable

Los mercados reciben con calma la resolución electoral de este domingo. El índice Merval ha llegado a subir un 6% (sin remontar todavía los desplomes de agosto), pero a primeras horas de la tarde en Buenos Aires ha empezado a cotizar a la baja, cayendo un 0,99%, a la vez que los bonos continuaban cayendo ligeramente en rentabilidad. El peso subía un 1,38% frente al dólar —aunque con una caída de casi el 60% en valor frente al billete verde, sigue siendo la divisa que más se ha devaluado de las emergentes este año—. Los 'credit default swaps' (CDS) de Argentina a cinco años, que protegen al comprador de un eventual impago, abrían el día con un riesgo implícito del 88%.

Parte de la tranquilidad de los mercados viene marcada por los controles de capital interpuestos al dólar, con el Banco Central argentino endureciendo las restricciones cambiarias con un nuevo límite a la compra mensual de dólares (200 para las ransacciones bancarias y 100 en efectivo).

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Estas medidas tendrán vigencia hasta diciembre y suponen una significativa reducción al límite de 10.000 dólares mensuales que el Gobierno de Mauricio Macri había anunciado a principios de septiembre, pocos días después de que el triunfo de la oposición en las elecciones primarias provocara fuertes turbulencias en los mercados.

La nueva decisión llega tras confirmarse el triunfo, en las presidenciales celebradas este domingo, del opositor peronista Alberto Fernández, que asumirá el cargo el próximo 10 de diciembre en medio de la grave crisis económica que sufre el país desde hace más de un año y medio, con una falta de confianza de los inversores que está provocando una fuerte fuga de divisas.

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El peso transitó con relativa estabilidad durante los últimos dos meses, en los que el Ejecutivo aplicó las restricciones cambiarias y el Banco Central empleó las reservas, aunque en la última semana, previa a los comicios, volvió a perder valor frente al dólar.

Tras conocerse los resultados de las elecciones, la incógnita política ha quedado despejada en Argentina, y ahora falta por saber qué pasará con lo económico, para lo que la semana que entra se antoja clave.