Borrell vendería sus acciones en Iberdrola y BBVA para liderar la diplomacia de la UE

El ministro de Exteriores, Josep Borrell, ha escrito este martes una carta a la presidenta de la comisión de Asuntos Legales del Parlamento Europeo, la británica Lucy Nethsingha, a la que ha tenido acceso El Confidencial, asegurando que, en estos momentos, no ve la necesidad de vender sus acciones después de que el Parlamento Europeo, en un proceso rutinario, pidiera al catalán una declaración de intereses financieros y la presidenta de la comisión preguntara al ministro si estaría dispuesto a deshacerse de sus acciones.

“En su carta me pregunta si he considerado deshacerme de mis acciones de Bayer, Iberdrola y BBVA para evitar un conflicto de intereses”, escribe Borrell en su carta enviada a Nethsingha. “No he considerado esa posibilidad por ahora”, señala el ministro en su misiva.

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Europa Press

Sin embargo, el catalán, que aspira a ser el futuro Alto Representante para Exteriores de la UE, el jefe de la diplomacia europea (un cargo que le fue asignado por los líderes de los Veintisiete), ha señalado que no tendría problema en deshacerse de las acciones, aunque “representan una pequeña parte” de sus “bienes financieros”.

Pero el ministro se abre a hacerlo: “Si ustedes consideran que hay argumentos señalando un potencial conflicto de intereses, los consideraría y seguiría sus indicaciones”.

Borrell detalla que un 2,3% de su patrimonio está invertido en Iberdrola, otro 2,5% en Bayery otro 8,10% en BBVA, y que los sectores de actividad de estas compañías —energías renovables, farmacéuticas y banca—, no tiene relación con las responsabilidades que deberá ejercer como Alto Representante. Sin embargo fuentes de la Comisión Europea admiten que Borrell estará implicado en la dimensión exterior de todas las carteras del Ejecutivo comunitario, incluidas aquellas sobre energía.

El futuro Alto Representante, que no debería tener demasiados problemas para obtener la luz verde del Parlamento Europeo, tendrá una audiencia con la Eurocámara el 7 de octubre en el que le apretarán por las posiciones españolas sobre Kosovo, su caso de utilización de información privilegiada que influyó en su venta de acciones de Abengoa, así como el conflicto de intereses que le llevó a abandonar el Instituto Europeo de Florencia.