¿Interés negativo? No, gracias: seguros y fondos de pensiones retiran sus depósitos
El volumen de depósitos de estas dos categorías de inversores institucionales se sitúa en 30.669 millones de euros, un 16% menos que hace un año, y mínimos desde 2006
Los inversores institucionales no están dispuestos a pagar por tener depósitos en el banco. Las entidades trasladan desde hace tiempo el coste impuesto por el Banco Central Europeo (BCE) a sus reservas (-0,4%) con la excepción de los particulares, lo que ha llevado a las aseguradoras y a los fondos de pensiones a disminuir drásticamente sus depósitos en las entidades financieras.
La cifra de depósitos de estas firmas se situó en julio en los 30.669 millones, según los últimos datos publicados por el Banco de España (BdE). El montante se reduce levemente, en 37 millones, respecto a junio, pero alarga su tendencia a la baja. En términos interanuales, la caída es de casi 6.000 millones, un 16%. El volumen total de depósitos en banca se situó en 1,437 billones (millones de millones), un 2% más que en julio del año anterior, mientras que en los hogares disminuyó en 10.000 millones respecto a junio, hasta los 833.400 millones, pero con un incremento interanual del 6%.
Según estos datos, aseguradoras y fondos de pensiones han tocado mínimos de febrero de 2006. La serie histórica arranca en 1989, con apenas 2.000 millones. Entonces, el negocio de ahorro para la jubilación de las firmas de seguros y fondos de pensiones —en gran parte de la banca— era residual. Su gran crecimiento llegó a finales de los noventa y en la década previa a la crisis, lo que disparó los depósitos.
Entre 2008 y 2015, los depósitos de estos inversores institucionales permanecieron por encima de los 50.000 millones de euros. Había varias razones combinadas que permitían este máximo, que llegó a los 54.711 millones en noviembre de 2011, fecha desde la que cae un 44%. Por una parte, porque había aumentado el volumen de activos en los años anteriores. Por otra, la aversión al riesgo en plena crisis elevaba el montante de efectivo en las carteras. Y, por último, los bancos aún pagaban por los depósitos.
Sin embargo, desde 2016, la tendencia es descendente, dado que la recuperación económica permitió a los gestores encontrar rentabilidad en diversos activos para el flujo de efectivo de las aseguradoras o para los fondos de pensiones, y el interés de los depósitos cayó de forma fulminante hasta entrar en negativo. Julio fue el sexto mes consecutivo en que se batió el mínimo desde hace más de una década.
El BdE publica el dato agregado de fondos de pensiones y aseguradoras por una parte, y por otra el de los depósitos de fondos de inversión no monetarios, con 33.902 millones en julio. En este caso, no es mínimo histórico porque en diciembre y en abril la cifra estuvo levemente por debajo, en pleno aumento de la volatilidad en los mercados, aunque es el tercer dato más bajo de la serie histórica desde 2013.
El interés que ofrecen o repercuten los bancos por los depósitos está influido por la liquidez y por el tipo de facilidad de depósito que marca el BCE. El banco central llegó a pagar el 3,75% en 2000 por las reservas que deposita la banca en la institución, y se mantuvo por encima del 3% en varias fases en el inicio del euro y, paradójicamente, en tiempos de Jean-Claude Trichet, al borde del colapso financiero, en 2008.
'Multa' del BCE
Si el BCE sube este interés, da incentivos a la banca para mantener liquidez, y lo contrario si es bajo o negativo, incentivando el crédito. En 2012, el órgano ya presidido por Mario Draghi recortó el tipo al 0%, entró en negativo en 2014 y se situó en el actual -0,4% en marzo de 2016. Teniendo en cuenta el giro de la guía (‘forward guidance’) del BCE este año, el mercado prevé nuevos recortes, aunque también medidas que mitiguen el impacto negativo en la banca.
Los bancos pagan una ‘multa’ diaria de unos 20 millones de euros, con un coste que este año rozará los 8.000 millones, según cálculos de los bancos de inversión. Las entidades trasladan este coste a los inversores institucionales de forma masiva, a los que llega a cobrar más del 0,4% en algunos casos, según fuentes del mercado, siempre dependiendo del volumen de patrimonio y si hay otros lazos comerciales.
Por ejemplo, si es un fondo con un gran montante en depósitos y que no da negocio al banco por otras operaciones, el coste será más alto que para un fondo de pensiones de la casa o para una aseguradora que centralice gran parte de su operativa financiera a través de la entidad. Los bancos también cobran a empresas, aunque de forma menos agresiva y dependiendo también del lazo comercial, y por ahora se han negado a hacerlo con los particulares.
En las últimas presentaciones de resultados, todos los banqueros descartaron cobrar a las familias por los depósitos. Jaume Guardiola, consejero delegado del Sabadell, fue el único en abrir la puerta a que si la situación actual se perpetúa, habrá que analizarlo en el futuro. Banco Sabadell tiene el coste de los depósitos más alto de la gran banca española. Es decir, es la entidad que más paga por su pasivo, teniendo en cuenta que también tiene la cartera más orientada a las empresas. Pero también es la cartera de crédito con mayor rentabilidad, con un 2,94%, lo que da el margen de clientes más alto, con un 2,65%.
El tipo medio de los depósitos a las familias oscila entre el 0,04% en depósitos hasta un año y el 0,13% para más de dos años, mientras que en empresas no financieras se mueve entre el 0,28% y el 0,57%, aunque curiosamente en el tramo entre uno y dos años cae al 0,03%. Para inversores institucionales no hay datos oficiales, aunque están en negativo, según diversas fuentes del mercado.
Precisamente, el coste de los depósitos es una de las razones por las que hay inversores que compran bonos en negativo, pese a que en apariencia es un contrasentido. Fondos de pensiones, fondos de inversión y aseguradoras adquieren títulos a corto plazo, como letras del Tesoro, porque en algunos casos el impacto negativo sobre su liquidez es menor que en los depósitos, o simplemente para diversificar el flujo de efectivo.
Los inversores institucionales no están dispuestos a pagar por tener depósitos en el banco. Las entidades trasladan desde hace tiempo el coste impuesto por el Banco Central Europeo (BCE) a sus reservas (-0,4%) con la excepción de los particulares, lo que ha llevado a las aseguradoras y a los fondos de pensiones a disminuir drásticamente sus depósitos en las entidades financieras.