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La 'japonización' del BCE ya retrasa la entrada en positivo del euríbor hasta 2022
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EL FANTASMA DE LAS HIPOTECAS VARIABLES

La 'japonización' del BCE ya retrasa la entrada en positivo del euríbor hasta 2022

Tras la reunión del banco central la semana pasada, los futuros ya apuntan a que el euríbor pasará por un periodo de volatilidad en los próximos meses y no verá territorio positivo hasta 2022

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Parece que el Banco Central Europeo (BCE) no ve luz al final del túnel —y con él, el euribor—. El presidente Mario Draghi volvió a retrasar la semana pasada las perspectivas de normalización de tipos (actualmente en un mínimo del 0%) y tanto el mercado como los propios reguladores barajan la posibilidad de tener que recurrir a las bajadas en los próximos meses. Así, la eurozona entraría en lo que se conoce como ‘japonización’: tipos por debajo del punto de congelación durante un tiempo prolongado.

Asimismo, al igual que las perspectivas de los tipos de interés, los futuros de Bloomberg no dejan de retrasar la entrada en positivo del euríbor. A principios de año apuntaban a un euríbor en positivo para 2020, pero ya en junio no predecían que esto fuese a pasar hasta mayo de 2021. Tras la reunión del BCE del miércoles pasado, sin embargo, las perspectivas de los futuros en positivo se retrasaron un año hasta mayo de 2022.

Foto: El símbolo del euro, a las afueras de la sede del Banco Central Europeo (BCE). (Reuters)

De hecho, los futuros apuntan a una caída aún más profunda en los próximos meses del año, pasando por una serie de subidas y bajadas entre 2019 y 2020 que podría llevar al índice a alcanzar niveles del -0,21% para julio del año que viene.

Tras un 2018 de ‘rally’, y con los mercados esperando que se superara la barrera del 0% en 2019, el euríbor viró a la baja tan pronto como el BCE empezó a retrasar las expectativas de normalización económica. Asimismo, el indicador ya ronda el -0,177%, acercándose a los niveles de antaño y, por tanto, roza el terreno de abaratamiento de hipotecas.

“Hace un año hablábamos de que el 2019 podría ser un año crucial para el euríbor”, explica Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro.com. “Los más pesimistas señalaban que a finales de este año el indicador podría acercarse a cero, sin embargo, parece que principal índice de las hipotecas variables va a seguir más tiempo en negativo”. No obstante, Colombelli insiste en que todavía hay muchas incógnitas que rodean el rumbo de los tipos de interés en la eurozona, como la elección del sustituto de Draghi este otoño, que todavía está por ver. Además, desde iAhorro matizan que, habiendo tanta incertidumbre acerca de los tipos de interés en los próximos años, es difícil saber con exactitud cómo se comportará el euribor en los próximos meses.

Con todo, Sergio Carbajal, responsable de asesoramiento hipotecario de Rastreator.com, avisa de que “hay distintas variables que condicionan esta tendencia”, como es el caso de la reforma del cálculo del euríbor tiene prevista su entrada en vigor en 2020 por lo que se espera que a finales de este año se publiquen los detalles.

Según un estudio de marzo elaborado por la institución que elaborará esta misma reforma, el Instituto Europeo de Mercados Monetarios (IEMMI), este nuevo cálculo podría resultar en un euríbor más bajo y más volátil. De todas formas, el estudio comprende un periodo de tiempo de apenas tres meses, cuando normalmente las operaciones son de doce; por lo que, como ya informaba el propio IEMMI, los datos eran meramente “informativos”. Los efectos del nuevo cálculo del euríbor, al igual que la política monetaria, todavía están en el aire.

La apuesta por lo seguro

El rumbo futuro del precio de los préstamos se da paralelamente al auge de las hipotecas fijas en los últimos años. Cuando el euríbor entró en negativo por primera vez en febrero de 2016, el porcentaje de hipotecas fijas empezó a aumentar hasta el 30% en 2017 y el 40% en 2018. A cierre de marzo de 2019, las hipotecas fijas ya suponen un 41,9% de la cuota —un dato muy diferente al del 97,9% de préstamos en variable que se daban en 2008—.

“La alta presencia de hipotecas variables en el mercado español es un caso especial que no se ve en otros países de la Unión Europea o incluso en otras geografías, como América Latina”, explica Carbajal. Además, el asesor explica que estos préstamos se vieron muy impulsados antes y durante los primeros años de la crisis, en un contexto en el que el diferencial entre el tipo de interés promedio de las hipotecas fijas y el de las variables que llegó a alcanzar un ‘spread’ del 1,94% en 2014, según datos de Rastreator.com.

Foto: El 'boom' de las hipotecas a tipo fijo se acerca a su fin ante la recuperación del euríbor. (Corbis)

“El tipo variable es más barato, pero en las fijas se tiene la certeza y tranquilidad de que el pago es el que es, ocurra lo que ocurra”, explica Carbajal. Asimismo, el mercado apuesta ahora por ‘lo fijo’, especialmente las tras la mala experiencia de la caída en picado del euríbor durante la crisis y con la promoción creciente por parte de la banca para vender hipotecas fijas (el 70% de los préstamos hipotecarios por Sabadell es a tipo fijo, con CaixaBank promocionando un 60% en este régimen y las hipotecas fijas de Bankia superando la mitad de lo concedido). Además, apunta Carbajal, en los actuales tipos de interés, el diferencial del precio promedio entre ambas modalidades es mínimo: entre las hipotecas fijas y variables a cierre de 2018 fue de apenas un 0,82%.

Hasta ahora la tendencia era que los tipos habían tocado fondo y que solo podrían subir más (encareciendo la hipoteca variable). Pero según se retrasa el alza de tipos e incluso se habla de recortes ¿podrían los prestamistas volver a considerar las hipotecas variables? “El préstamo hipotecario se tiene que adaptar a cada persona y sus necesidades, por lo que es difícil hacer una recomendación contundente”, explica Carbajal, que pese a todo recuerda que “los tipos pueden mantenerse bajos en los próximos años pero a largo plazo (y las hipotecas suelen comprender décadas) el euríbor puede recuperar el terreno perdido”.

Colombelli da ideas según el perfil del cliente. “Si un ciudadano quiere pedir una hipoteca a 30 años, pero tiene la certeza de que la puede amortizar antes, por ejemplo en 10 años, puede optar por un préstamo variable o una hipoteca mixta”, apunta.

“En el caso de la hipoteca variable pagará menos dinero por realizar las amortizaciones que si hubiera elegido un préstamo fijo y ahora se estaría beneficiando de un euríbor en negativo”, matiza Colombelli. “Este mismo caso podría elegir una hipoteca mixta, en los primeros años del préstamo se beneficiaría de un tipo fijo más bajo que si hubiera contratado una hipoteca fija al 100%”, diferencia el experto. “Las amortizaciones serían más caras que en el caso de la hipoteca variable, pero durante este tiempo habrá pagado siempre lo mismo”.

“Si el futuro hipotecado busca tranquilidad y no preocuparse por lo que quiere pagar, lo mejor es una hipoteca fija”, aconseja por otro lado Colombelli. “Estas hipotecas son más recomendables para préstamos más largos desde lo 20 a los 40 años porque a tan largo tiempo es muy difícil prever lo que hará el euríbor”. Y es que, aunque el euríbor está en negativo, ahora se pueden encontrar buenas ofertas en los tipos fijos —sobre todo en un contexto de competencia feroz entre los bancos por captar clientes en un sector fuertemente golpeado por el entorno monetario, macroeconómico y regulatorio (por ejemplo, con la llegada de la nueva ley hipotecaria)—.

“La tendencia de contratar hipotecas fijas va a continuar, al menos hasta que el Euribor vuelva a subir y tocar techo”, consideran desde iAhorro, aunque apuntan a que, para que se dé, todavía falta mucho tiempo. A partir de ahí, el hipotecado podría volver a echarle el ojo a los préstamos variables, más que nada porque la tendencia de precios sería a la baja.

Carbajal está de acuerdo en que esto tiene su sentido. “Con unos tipos en máximos, la tendencia que corresponde al euribor debería ser bajista y una hipoteca variable sería más ventajosa que una fija; ya que además del tipo alto a la hipoteca fija le debes de aplicar el gap que tenga de sobreprecio”, explica el asesor. “El problema es adivinar: ¿cuándo se está en máximos?”.

“Ahora mismo, a parte de que las hipotecas fijas son muy competitivas por los bajos tipos que manejamos, es que no se estima un mayor recorrido bajista del euribor a largo plazo (porque estamos en mínimos históricos)”, matiza Carbajal, que explica que es “por eso que una hipoteca variable a largo plazo lo normal es que suba”. Sin embargo, el experto sigue preguntándose “¿hasta dónde?... eso es lo que hay que analizar antes de contratar una hipoteca.”

Según los expertos de iAhorro, por ahora, las entidades financieras continuarán impulsando las hipotecas fijas porque ante un euribor tan bajo se aseguran unos intereses a lo largo de toda la vida del préstamo hipotecario. “Por su parte, aquellos que buscan hipotecas, tras la crisis y los diversos problemas que han ido surgiendo en torno a las hipotecas, prefieren asegurarse con un producto financiero estable cuyas características conocen desde un principio — saber que la cuota no va a variar es una tranquilidad para muchos que pesa a la hora de decantarse por las hipotecas fijas—”.

Parece que el Banco Central Europeo (BCE) no ve luz al final del túnel —y con él, el euribor—. El presidente Mario Draghi volvió a retrasar la semana pasada las perspectivas de normalización de tipos (actualmente en un mínimo del 0%) y tanto el mercado como los propios reguladores barajan la posibilidad de tener que recurrir a las bajadas en los próximos meses. Así, la eurozona entraría en lo que se conoce como ‘japonización’: tipos por debajo del punto de congelación durante un tiempo prolongado.

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