La brecha salarial obliga a las mujeres a un esfuerzo de ahorro mayor para jubilarse

De aquellos polvos, estos lodos, que dice el refranero. Y es que es habitual que se ponga el foco en la brecha salarial entre hombres y mujeres, las menores oportunidades laborales de ellas o la renuncia voluntaria de la mujer a su carrera profesional en favor del cuidado de los hijos.

Sin embargo, poco se habla de un aspecto también muy importante y es que, si cada vez es más necesario para todos planificar a largo plazo la jubilación para no perder poder adquisitivo, para las mujeres el esfuerzo de ahorro tiene que ser mayor, en tanto que esa diferencia de sueldos durante la vida activa de los trabajadores tiene su reflejo directo en la cuantía de la pensión.

En este sentido, el último Estudio Anual de Preparación para la Jubilación de Aegon pone de manifiesto que el 48% de las españolas se muestra pesimista sobre la calidad de vida que tendrá en su retiro y un 39% (9 puntos más que los hombres) piensa que no tendrá un poder adquisitivo similar a la de su etapa en activo.

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A pesar de ello, sólo un 26% de las españolas reconoce que ahorra habitualmente para su jubilación cuando los datos demuestran que la diferencia en las pensiones es del 37% a favor de los varones por varios motivos:

En primer lugar, la brecha salarial de género en España según los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es del 11,5%.

Además, las mujeres de media suman menos años cotizados ya sea por la incorporación tardía al mercado laboral o por la interrupción de su vida laboral ya sea por las bajas de maternidad, la reducción de la jornada o por el cuidado de familiares. Así el 72% del empleo a tiempo parcial lo ocupan mujeres, lo que supone una base de cotización inferior.

Unos factores que en el caso de los autónomos, que se acogen a la base mínima de cotización, amplían exponencialmente la diferencia entre hombres y mujeres.

Mayor esperanza de vida

“Menos tiempo cotizando y un menor salario hace que las pensiones que cobran las mujeres sean sustancialmente más bajas”, asegura a Cotizalia Victoria Torre, de Selfbank que va un paso más allá.

Y es que “además, la esperanza media de vida de las mujeres es más alta (6 años más), por lo que se juntan los menores ingresos con un horizonte temporal más alto, agravándose aún más el problema. Aunque esto último es, más bien, un reto para el sistema de pensiones en España”.

En este sentido, Patricia Mata, directora de imdi funds de Intermoney Gestión, asegura que si bien el sistema español de pensiones es insostenible debido a los condicionantes vitales, laborales, económicos y sociales, “las mujeres tienen aún más complicado mantener su nivel de vida una vez jubiladas”.

Por ese motivo hace hincapié en “la necesidad de compaginar la pensión pública con un producto de ahorro e inversión en función del perfil de riesgo y con horizontes temporales de inversión diferentes”.

De hecho, el perfil inversor de la mujer es más conservador que el del hombre según el V Barómetro del Ahorro del Observatorio de Inverco. El 57% de las inversoras se decanta por los planes de pensiones, el 48% por los depósitos y solo el 24% por los fondos y su horizonte temporal suele ser de medio plazo.

Si principal prioridad es la de conservar el capital, mientras que el hombre asume más riesgo en sus inversiones lo que, invirtiendo a largo plazo, juega a su favor.

No obstante, algo está cambiando. Y aunque tradicionalmente los hombres se han encargado de la gestión del ahorro familiar, el último estudio de EFPA sobre los hábitos de ahorro en España ha puesto de manifiesto el inicio de un cambio de esta tendencia. Así, las mujeres se preocupan antes y de forma más activa por sus finanzas.

Pero queda aún mucho camino por hacer. De hecho, algunas conclusiones que se pueden extraer del I Observatorio del Ahorro de la Inversión Bestinver-IESE es que “las mujeres dedican menos tiempo a la semana que los hombres a la información financiera y, además, se dejan guiar en mayor medida por las recomendaciones de amigos y familiares”.

Finalmente, son las mujeres entre 45 y 55 años las que mayor preocupación muestran ante la pensión pública que recibirán, teniendo en cuenta que 7 de cada 10 españoles muestran preocupación por el asunto.