Abanca renuncia a lanzar una opa sobre Liberbank tras el ultimátum de CNMV

Abanca ha renunciado a lanzar una Oferta Pública de Adquisición (opa) por Liberbank después de que el pasado viernes anunciara sus intenciones para quedarse con la entidad asturiana. Ha sido el ultimátum de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que le dio ayer diez días para decidir si finalmente seguía adelante o no el que ha disuadido al venezolano Juan Carlos Escotet de continuar con sus planes de compra.

Tras el requerimiento del regulador bursátil y teniendo en cuenta que Liberbank ha asegurado que sigue trabajando en sus planes iniciales de fusión con Unicaja, Abanca considera que "no resulta posible realizar la indicada revisión confirmatoria (due diligence) ni, por tanto, y como se indicaba en la carta al Consejo de Liberbank, tomar una decisión definitiva acerca de la posible formulación de una opa".

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Agencias

Y es que, aunque la entidad presidida por Escotet dio como precio los 0,56 euros por acción para una posible opa, esta estimación estaba basada en la información pública disponible y supeditaba la oferta final a la realización de un análisis en profundidad de la compañía, como recuerda en su último comunicado. Una pretensión que, continúa Abanca, "resulta totalmente legítima y constituye una práctica habitual en operaciones corporativas que afectan a sociedades cotizadas, incluyendo opas".

Las reacción en bolsa no se ha hecho esperar y las acciones de Liberbank han llegado a caer un 13,81%, hasta 0,4032 euros, para acabar cerrando en 0,4226, un descenso del 9,66%. No obstante, el mercado no las tenía todas consigo de que la opa fuera a llegar a buen puerto. Prueba de ello es que aunque el precio barajado suponía una prima del 43% respecto al cierre anterior, los títulos solo se revalorizaron un 19,9% con la noticia y acabaron ligeramente en negativo ayer.

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Óscar Giménez Jorge Zuloaga

Malestar en CNMV

Con todo, la CNMV no ha ocultado su malestar ante la filtración de las informaciones la semana pasada y la confirmación oficial que llegó por parte de Abanca poco después y eso, a pesar de que Liberbank previamente había asegurado no tener conocimiento de que se estuviera preparando una opa sobre ella.

Tanto es así que este lunes, el presidente del regulador, Sebastián Albella, aseguraba que "el hecho relevante del viernes no respondía a un patrón normal" porque "la primera noticia que se debe tener es el anuncio de una oferta reuniendo todos los requisitos propios de una opa" y recordaba que la normativa española apunta a que este tipo de operaciones "se tienen que prepara con la máxima confidencialidad".

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Sobre esto, Abanca también ha respondido asegurando que todo el proceso, en el que "llevan trabajando desde hace meses" y su actuación en todo momento "se ha desarrollado con estricto cumplimiento de la normativa aplicable y guiada por la buena fe, extremando las medidas tendentes a la salvaguarda de la confidencialidad durante la fase preparatoria de la operación".

Además culpa a las "indeseadas filtraciones, totalmente ajenas a Abanca y a su accionista de control" y al consiguiente requerimiento de la CNMV de aclarar las informaciones aparecidas a los medios, de la publicación del primer comunicado y que los anuncios posteriores respondieron a la intención de "tratar con la debida transparencia las sucesivas actuaciones".

Se trata de la segunda vez que Abanca trata de quedarse con Liberbank y no lo consigue. En julio de 2017 ya hizo un primer intento de armar una oferta cuando el valor se encontraba en caída libre contagiado por el colapso del Banco Popular y que fue tumbada por el Banco Central Europeo (BCE), lo que motivó la contratación de Merrill Lynch Bank of America para preparar un nuevo asalto.