Caterpillar y Nvidia reavivan el fantasma de la desaceleración económica en Wall Street

Tras varias semanas cerrando al alza, los principales índices bursátiles de Nueva York abren el lunes con pérdidas por encima del 1%, después de que las cotizadas Nvidia y Caterpillar hayan presentado sus respectivos resultados. No en vano, las débiles cuentas de estas dos empresas reviven el miedo a la recesión económica que ya lleva varios meses asolando las bolsas.

Por un lado, Nvidia se deja más de un 14% en bolsa tras recortar sus previsiones de ingresos. "A medida que nos adentramos en el cuarto trimestre, la economía global se ralentizó de manera importante, particularmente en China, afectando a la demanda de los consumidores de procesadores gráficos de Nvidia", ha subrayado Jensen Huang, presidente y CEO de la empresa.

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Cotizalia

La situación de la cotizada recuerda vagamente a la vivida por Apple hace unas semanas, cuando el gigante fundado por Steve Jobs reconoció que vendería menos iPhone de los esperados y se derrumbó en el parqué neoyorquino. Sin embargo, el lunes, la tecnológica apenas retrocedía un 1,7%, a la espera de presentar sus propios resultados el martes.

Lo mismo ha ocurrido con la constructora Caterpillar, que se deja un 9,4% en la bolsa de Nueva York tras presentar unas cuentas en las que el beneficio de se ha quedado por debajo de las estimaciones —específicamente, la mayor decepción a las previsiones de los analistas en una década—. Y, de nuevo, China ha sido protagonista: la empresa ha achado estos resultados a la caída del 4% de las ventas en su filial en Ásia, principalmente "debido a la menor demanda en China". Según ha alegado el CEO y presidente de la cotizada, Jim Umpleby, Caterpillar espera ahora "un aumento moderado de las ventas" en 2019, en parte por el "entorno macroeconómico y geopolítico".

El dato del PIB chino publicado la semana pasada estuvo en línea con lo esperado por los analistas —especialmente porque ya descontaban el efecto de las tensiones comerciales entre el gigante asiático y EEUU—. Sin embargo, fue la cifra más débil en 28 años. Y es que el gobierno chino ya lleva desde el verano impulsando medidas para revitalizar su economía, como, por ejemplo, reduciendo los requerimientos de depósitos bancarios.

Además, los últimos meses han constituido un periodo de mucho nerviosismo en las bolsas, con los inversores teniéndose que enfrentar también a la transición de política económica impulsada por la Reserva Federal.