La amenaza de recesión empaña la ilusión del rally: el Ibex pierde los 9.000

La amenaza de recesión en Estados Unidos ha sacudido con fuerza el estado de ánimo de los inversores, que viven una montaña rusa sentimental estos días. Si el lunes la tregua entre el presidente Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jingpin, en su guerra comercial hacía soñar con un rally de Navidad incluso más potente por el peor desempeño del año, anoche en Wall Street se produjo un giro de 180 grados tras la caída de la rentabilidad del treasury por debajo del 3% y el aplanamiento de la curva del 2 años y el 10 años.

Así, las pérdidas superiores al 3% al cierre del S&P 500 y del Dow Jones de Industriales del martes tenían su continuidad este miércoles en los parqués del Viejo Continente con perdidas que superaban el 1%. Sin embargo, a medida que avanza la sesión se han ido moderando y el Ibex 35 cede alrededor de medio punto porcentual para pelear en la barrera de los 9.000 puntos con DIA a la cabeza de los recortes (-3%), que hoy es noticia por la dimisión de su presidente interino, Stephan Ducharme, la mano derecha del ruso Mihail Fridman en la compañía. El Cac parisino y el Dax alemán también se movían con descensos que se acercaban al 1%, en la misma línea que el Eurostoxx 50.

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M.I.

En el mercado de deuda, las mayores caídas de rentabilidad las protagonizaba el bono alemán a diez años por su papel de refugio en momentos de incertidumbre -ofrecía un 0,25%- y el papel a largo plazo japonés cuyo interés se desplomaba más de un 4% hasta el 0,07%.

Con todo, los inversores no cuentan hoy con la referencia de EEUU por el cierre de la bolsa americana y de la Fed en la jornada de luto por el ex presidente George Bush. De hecho, la comparecencia de Jerome Powell ante el Comité Económico del Senado se ha retrasado al próximo viernes en un momento clave en el que el mercado necesita pistas sobre cómo puede evolucionar la situación, más después de que la semana pasada la institución monetaria parecía que había suavizado su postura respecto a las subidas de tipos de interés.

Y es que el nerviosismo está creciendo y prueba de ello es que la gestora de JP Morgan ayer mismo elevó su recomendación sobre ponderar el efectivo en las carteras frente a la renta variable por primera vez en una década, en tanto que es más segura la liquidez que el S&P 500 en términos ajustados a la volatilidad.