Quien ríe el último, ríe mejor: Nike hace caja con la polémica de Kaepernick

Cuando Nike nombró al polémico Colin Kaepernick nueva imagen de la firma la semana pasada, las redes sociales prendieron fuego. Literalmente: la gente empezó a colgar vídeos de sus zapatillas Nike en llamas y hasta el presidente republicano Donald Trump se pronunció al respecto. Las bolsas también reaccionaron negativamente: la marca estadounidense se dejó ese lunes un 3%. Sin embargo, poco más de una semana después, Nike se ha recuperado al completo con una subida del 5% en Wall Street.

"Los republicanos también compran zapatillas". Así de contundente se mostró el jugador de baloncesto Michael Jordan al ser preguntado en 1990 por el candidato republicano al Senado Jesse Helms, de tintes racistas — o al menos así lo cuenta la leyenda. Nike, que en lo que va de año sube más de un 20% en bolsa, se desmarca de esta máxima.

Las ventas por internet de la marca estadounidense se han incrementado un 31% desde que Kaepernick desveló la campaña y se estima que la empresa ha recibido una exposición mediática de alrededor de 43 millones de dólares.

La polémica es algo que Nike persigue como estratégia de marketing. De hecho, en el anuncio de este año Kaepernick sale acompañado de nada más y nada menos que Serena Williams y LeBron James. Los anuncios de Nike son conocidos por tratar temas de superación personal e igualdad social y, en su currículum, la marca tiene al atleta gay y seropositivo Ric Muñoz o al paralímpico Craig Blanchette, entre otros.

A nivel económico, el fichaje comercial de Kaepernick no es ninguna tontería: la camiseta del quarterback fue la más vendida en 2017, pese a ser suplente al principio y después no jugar con su equipo.