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Martes negro para la banca: Italia contamina de riesgo a España
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LOS BONOS Y LOS EMERGENTES GOLPEAN A LA BANCA

Martes negro para la banca: Italia contamina de riesgo a España

Los bancos han sufrido descensos del 5%, arrastrados por la crisis política, las caídas de los bonos y la incertidumbre política en los emergentes a los que tienen exposición

Foto: Nerviosismo en los 'traders'. (Reuters)
Nerviosismo en los 'traders'. (Reuters)

La banca se ha convertido en el centro del pánico que se ha desatado en el mercado. La crisis política de Italia y España, las caídas masivas de los bonos periféricos y la incertidumbre en las economías emergentes de las que depende su beneficio han provocado una tormenta perfecta en el sector.

De hecho, las entidades españolas sufren su mayor sangría bursátil estos días desde el 24 de junio de 2016, cuando se hundieron en bolsa un 20% tras el referéndum en Reino Unido en el que ganó la opción del Brexit. Este martes el Ibex 35 Banks, que aglutina a los seis grandes bancos cotizados, se deja un 4,8%. Las pérdidas alcanzan ya el 15% desde el inicio de la semana pasada, cuando el mercado comenzó a ponerle precio a la situación política italiana, lo que supone una peor secuencia que tras el 1 de octubre, cuando la bolsa española se vio lastrada por el desafío independentista. En los últimos 11 días, el Ibex 35 se deja un 7% y el MIB, principal índice de la Bolsa de Milán, un 13%. Hoy han cerrado ambos con descensos del 1,5%.

Foto: Bolsa de Madrid

Estos registros llevan a Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia o Banco Sabadell a estar entre los peores bancos europeos, si se comparan con el resto de integrantes del Euro Stoxx Banks 600. En el acumulado del año destacan negativamente Bankia (-18%), BBVA (-17%) y Banco Santander (-16%), mientras que en el lado positivo el mejor valor del sector es Bankinter con un alza del 3%. Desde el 15 de mayo sobresale el Santander con un retroceso del 16%, entre los 10 peores bancos. Fuera del Ibex, Unicaja se deja un 9% en las últimas 11 sesiones, borrando las ganancias acumuladas en el año. Liberbank, por su parte, se hunde un 14% desde el 15 de mayo y un 4% en 2018.

A la crisis italiana se ha unido la amenaza de parálisis, una vez más, en España, ante la posibilidad de moción de censura y elecciones anticipadas. Los grandes inversores institucionales suelen realizar grandes movimientos en bloque contra los países periféricos cuando hay incertidumbre política. En el año sin gobierno entre 2015 y 2016 los fondos internacionales infraponderaron España pese al crecimiento a dos dígitos de los beneficios empresariales, según la encuesta mensual de Bank of America Merrill Lynch.

Miedo en el mercado

Esto demuestra que el dinero es miedoso. Y con la banca más. “Cuando hay dudas se atiza a la banca”, recuerda José Ramón Iturriaga, gestor de Abante Asesores. Un hecho que se produce en contraste con la mejora de sus fundamentos, por la reducción de costes y el desagüe del ladrillo tóxico. Pero hay varios factores que juegan en contra. Por ejemplo, la diversificación a través de economías emergentes.

El último golpe para el sector, en especial contra el Santander, llega desde Brasil, un mercado que generó el 33% del beneficio neto del grupo en el primer trimestre. Una huelga de camioneros ha paralizado el país, poniendo el acento en su incertidumbre política a falta de octubre. El real brasileño acumula un retroceso del 10% en el año. Este martes inició la jornada con descensos contra el euro, aunque se ha dado la vuelta con la debilidad de la divisa europea, que se va a mínimos desde hace un año al borde de los 1,15 dólares. El mismo latigazo en bolsa sufre BBVA por su presencia en México y Turquía. En general, las divisas de estos emergentes han venido sufriendo por las dudas sobre el futuro político, ante elecciones en corto plazo con auges populistas, y por la apreciación del dólar y de los tipos de interés en Estados Unidos. Es decir, se contagia el endurecimiento monetario de la Reserva Federal (Fed).

Asimismo, las entidades financieras sufren por su tenencia de bonos. Las operaciones con la cartera de renta fija (ALCO, en la jerga) explicaron el 15% del beneficio de la banca española en 2017, según cálculos de Société Générale. Por ello, es muy sensible a lo que sucede con el sector financiero. Su cartera de bonos ascendió a 390.000 millones al término del año pasado, de los que más del 60% están en títulos emitidos por España o Italia.

No es casualidad que sean estos dos países los que más pesan en las carteras. Son economías grandes, amparadas por el BCE y cuyos bonos ofrecen más rentabilidad durante los últimos años que los centroeuropeos, lo que favorece el ‘carry trade’. Pero ahora esto se vuelve en contra, cuando arrecia la inestabilidad en estas economías y, como describe el gestor Rafael Valera, de Buy&Hold, hay “un clarísimo ‘fly to quality’, con ventas de bonos periféricos como España, Italia, Grecia o Portugal y compras de títulos de países como Alemania, Francia, Suecia o Italia”.

Foto: Crisis en los mercados financieros (Efe)

Banco Santander y BBVA son dos de los dos bancos más expuestos a los bonos periféricos en términos absolutos. Si se descuentan los títulos que tienen aparcados hasta vencimiento, y en los que por lo tanto no influye la fluctuación del mercado, la exposición del banco cántabro asciende a 66.839 millones, según su último informe anual, y la de BBVA a 13.600 millones (56.000 millones en diciembre), según una presentación a analistas con datos de marzo. En ambos casos, es más del 40% de la cartera de renta fija.

No obstante, hay otras entidades más castigadas aún por estos vaivenes. El Sabadell tiene 9.700 millones de euros en bonos italianos en balance, según los últimos datos facilitados al mercado a través de su informe trimestral, más 9.400 millones en deuda española. En total, más del 70% del riesgo soberano se explica con España e Italia. Otros bancos tienen principalmente exposición al Tesoro español, como Bankia o CaixaBank, con 26.000 millones en cada caso y cerca del 100% de la cartera de ALCO. En Liberbank sucede lo contrario, con 1.285 millones de bonos italianos que suponían en el último registro publicado, a través de su informe anual de 2017, el 97% de la cartera.

Tipos bajos... más tiempo

De fondo hay más cuestiones que penalizan a la banca. Por ejemplo, las expectativas de los tipos de interés, ya que su principal fuente de ingresos sigue siendo el negocio tradicional de captar y prestar dinero. Los bancos subieron con fuerza a partir de mayo de 2017 cuando Mario Draghi, presidente del BCE, abrió su discurso a una normalización de tipos. Pero a lo largo de 2018 se han ido retrasando las expectativas de alzas del ‘precio del dinero’ hasta la segunda mitad de 2019. Aunque estas dependerán también de la renovación de la cúpula del BCE, ya que Draghi cumple su mandato el año que viene.

Pese a la diversificación con comisiones por la venta de fondos y planes, o las hipotecas a tipo fijo y el crédito al consumo, las hipotecas a tipo variable dominan la cartera crediticia, con porcentajes que van desde el 26% en el negocio español del Santander hasta el 64% en Liberbank, según estimaciones de Société Générale. “Hasta que no suban los tipos, los bancos lo único que pueden hacer es aguantar, porque tienen difícil incrementar sus ingresos y ya han reducido mucho los costes”, resume Juan Abellán, experto del IEB.

Hasta que no suban los tipos los bancos solo pueden aguantar; porque tienen difícil aumentar ingresos y ya han reducido mucho los costes

Además, también hay amenazas estructurales que se ciernen sobre la banca. Las diferentes normativas que llegan desde Europa, pendientes de transponer en España, apuntan a una desintermediación en favor de otros jugadores. MiFID II en el campo de la venta de fondos y el asesoramiento, PSD 2 lo hace con los pagos y el anteproyecto de decreto ley sobre seguros dificulta la venta cruzada de productos. Todo ello, además, contribuye a una mayor competencia de las ‘fintech’. Paralelamente, crece la banca en la sombra, como ya sucedió en Estados Unidos. En España ya roza los 100.000 millones de euros en volumen de financiación de las empresas no bancarias, el 11% del total. Amenazas que crecen en un entorno hostil.

La banca se ha convertido en el centro del pánico que se ha desatado en el mercado. La crisis política de Italia y España, las caídas masivas de los bonos periféricos y la incertidumbre en las economías emergentes de las que depende su beneficio han provocado una tormenta perfecta en el sector.

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