Los bancos empujan la venta de fondos de fondos para 'esquivar' MiFID II
La banca espera cumplir el requisito de productos de terceros para cobrar retrocesiones con fondos de fondos, aunque aún no se ha publicado la transposición definitiva
MiFID II entró en vigor el 3 de enero de 2018, pero la industria aún no conoce la transposición definitiva. Los implicados conocen pistas sobre las que ya están trabajando, como la limitación al cobro de retrocesiones (parte de la comisión que se queda el vendedor o asesor) sobre el que se articula la venta de fondos de inversión en España. Los bancos se han lanzado a la venta de fondos de fondos para no renunciar a ellas.
El sector trabaja con una nota de prensa del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad que difundió en diciembre, en la que estableció que la oferta en cada tipo de activo debe contener un 25% de productos de terceros para retroceder comisiones si la banca persiste en el modelo actual de distribución. “Los bancos han encontrado una vía de escape con los fondos de fondos y muchas entidades han ido por ahí”, señala una fuente jurídica. “La banca espera que sirvan estos productos para poder cobrar retrocesiones, porque no están ofreciendo fondos de gestoras internacionales o competidores locales”, comenta el ejecutivo de una firma extranjera.
Aunque no está claro si el ministerio que ahora dirige Román Escolano permitirá que la banca mantenga el cobro de retrocesiones en los casos en los que la mejora en la calidad del servicio a través de la introducción de productos de terceros en su oferta se realice mediante fondos de fondos. “La única información que tenemos es la nota de prensa de diciembre, en la que se exige para la mejora de la calidad del servicio que permite el cobro de incentivos en algunos servicios que se ofrezca como mínimo el 25% de productos de terceros de la misma categoría, con lo que hasta que no se conozca la transposición definitiva no saldremos de dudas, pero da la sensación de que el legislador quiere evitar que se cobren retrocesiones sin generar valor para el cliente”, arguye Pilar Galán, directora de regulatorio, administrativo y cumplimiento de KPMG.
Hacia un modelo de asesoramiento
La otra opción que tienen los bancos es acudir a un modelo de asesoramiento no independiente, "modelo por el que se inclinarán posiblemente los grandes bancos para seguir apostando por su producto propio", opina Jorge Ferrer, socio de FinReg y profesor del IEB. Para mantener el modelo de cobro vía retrocesiones será necesario un seguimiento al menos anual de la cartera de inversión del cliente en función de su perfil de riesgo. El regulador sospecha que las sucursales hacen asesoramiento encubierto, como constató la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un ejercicio de cliente misterioso ('mystery shopping') en el que detectó malas prácticas al vender productos de inversión, según publicó en febrero de 2017, por lo que esta reforma asegurará una mayor protección para los clientes minoristas.
En este sentido, los fondos de fondos encajan a la perfección, ya que suelen ser vehículos perfilados (por ejemplo agresivos, moderados o conservadores). “Los fondos de fondos son un producto atractivo para entidades y clientes: para las primeras porque les permite obtener economías de escala y para los segundos porque se pueden beneficiar de acceso a productos de terceros o carteras diversificadas sin necesidad de un gran capital", añade Ferrer. Además, el experto recuerda que en las carteras discrecionales el servicio no está exento de IVA mientras que la comercialización de fondos de fondos sí lo está.
Así, la banca espera poder cumplir con MiFID II con los fondos de fondos, un producto estrella entre la red de oficinas en el primer trimestre de 2018. Según datos de Morningstar, la captación neta (suscripciones menos reembolsos) de todos los productos fue de 7.049 millones de euros. El resultado neto de los fondos de fondos fue de 7.044 millones, lo que muestra el empuje comercial entre enero y marzo.
Los fondos de fondos están cobrando una importancia sin precedentes. Es el arma de la banca para mantener su crecimiento en fondos, un segmento más rentable que su negocio tradicional de captar y prestar dinero, y que generó en 2017 ingresos récord vía comisiones de 2.600 millones de euros. Hay medio millar de fondos de fondos (en torno a uno de cada cinco), que tras las ventas del primer trimestre alcanzaron los 75.000 millones de euros de patrimonio, el 28% del total. Este porcentaje es muy heterogéneo entre las gestoras. Es más alto entre las firmas con un mayor negocio de asesoramiento y banca privada como Alantra, MDEF Gestefin, Andbank, Abante, Welzia, Cedit Agricole Bankoa o ATL 12 Capital Gestión, con porcentajes por encima del 50%.
En la banca tradicional, la entidad en la que más pesan los fondos de fondos es Bankia, con un 60% frente al patrimonio total, según los datos de Morningstar. En BBVA alcanza el 55%, mientras que en Allianz Popular está en el 48%. Liberbank tiene un 34%; Santander AM, un 28%; la banca privada del Popular, un 26%; Kutxabank, un 25%; Bankinter, un 22%; CaixaBank, un 20%; Ibercaja, un 14%, y Banco Sabadell, un 6%.
Los bancos acceden a las clases institucionales de otros vehículos, normalmente de gestoras internacionales, que llevan aparejadas comisiones más bajas, con lo que aún tienen margen para obtener ingresos desde el cliente. La comisión máxima de gestión en España es del 2,25%, cuando las clases institucionales suelen tener costes inferiores al punto porcentual.
Poder de los vendedores
Las retrocesiones son la parte de la comisión del fondo que se queda el comercializador, y que supera cada año el 60% de los ingresos. Sin embargo, una de las principales novedades de la directiva europea sobre los mercados financieros MiFID II pone coto a esta práctica. Esto es especialmente relevante para la banca, que según datos de Inverco acapara el 90% de las ventas.
Para que un vendedor cobre retrocesiones, debe declararse como asesor dependiente y crear valor añadido bajo tres supuestos que giran en torno al seguimiento de la cartera del cliente y la oferta de productos de terceros, no solo propios. La presión de las asociaciones de banca (AEB) y gestoras (Inverco) no ha servido para incluir un cuarto supuesto, como en Alemania, por el que la propia red de sucursales se considere valor añadido. Sebastián Albella, presidente de la CNMV, aplaudió esta semana que no se incluya, aunque aún no se conoce la transposición definitiva.
Dicho de otra manera, un banco tendrá que ofrecer uno de cada cuatro productos de otra gestora para cubrir retrocesiones por la venta de los fondos del grupo. La CNMV advirtió de que no permitirá que se mantengan las comisiones para que los ingresos del banco pasen a ser dividendos de la gestora en vez de retrocesiones. “Es una medida agresiva, con difícil justificación jurídica”, opinan fuentes jurídicas.
MiFID II entró en vigor el 3 de enero de 2018, pero la industria aún no conoce la transposición definitiva. Los implicados conocen pistas sobre las que ya están trabajando, como la limitación al cobro de retrocesiones (parte de la comisión que se queda el vendedor o asesor) sobre el que se articula la venta de fondos de inversión en España. Los bancos se han lanzado a la venta de fondos de fondos para no renunciar a ellas.