Los bancos de inversión se acostumbran al ‘procés’ como un riesgo a largo plazo
Los inversores institucionales asumen que la política catalana apenas afectará en el corto plazo a la economía, pero que es una incertidumbre enquistada en el mercado español
El atractivo del mercado español no ha perdido brillo con la crisis catalana, pese a que muchos fondos internacionales pusieron en cuarentena a España ante el ruido político. Sin embargo, los grandes inversores han retomado su apuesta, asumiendo que el ‘procés’ es un peaje que, por ahora, conviene pagar.
Es decir, los fundamentales de la economía española pesan más que la incertidumbre política. El crecimiento económico superior al 3% durante los tres últimos años, la recuperación de los márgenes de las empresas y la red de apoyo que supone el Banco Central Europeo (BCE) sobre la deuda soberana o corporativa son argumentos suficientes para que los gestores se fijen en España. En enero, el Ibex 35 ha subido un 4% con el mejor arranque del año desde 2011 y la prima de riesgo ha caído por debajo de los 70 puntos a mínimos desde 2010, antes de la crisis de deuda.
Durante el último año, la encuesta mensual de Bank of America Merrill Lynch entre 180 gestores de fondos internacionales con un patrimonio gestionado de más de 500.000 millones de euros ha reflejado que sobreponderan España. Es decir, la inversión en el mercado español es superior que su peso a escala global.
Confianza en el mercado español
Sin embargo, la crisis catalana provocó importantes fluctuaciones en esta confianza, ya que se redujo drásticamente en octubre, después del referéndum ilegal del 1-O, volvió a crecer en noviembre tras la aplicación del artículo 155, se hundió nuevamente en diciembre en el mes de las elecciones autonómicas, y se recuperó con fuerza en enero.
Esta vez parece que la apuesta vuelve para quedarse, según la visión de muchos de los gestores que se dieron cita en Madrid en el Span Investors Day o acorde a los mensajes que están mandando las casas de inversión. Bancos de inversión, gestoras de fondos y brókeres coinciden en que la incertidumbre no se ha disipado, pero que no es suficiente para evitar tener valores españoles de renta variable y renta fija en cartera.
Cataluña no preocupa en 2018. Lo entendemos como algo de más largo plazo, para lo que tendrá que haber una solución
Los gestores se han acostumbrado al 'procés'. “Las partes han entendido que tienen que ir más lento”, opina Alex Fusté, economista jefe del Grupo Andbank. “Cataluña no preocupa en 2018. Lo entendemos como algo de más largo plazo, para lo que tendrá que haber una solución”, añade el experto. El banco de origen andorrano trabaja con la hipótesis de que este año el impacto en el crecimiento de la economía española será casi insignificante.
Lejos quedan las previsiones tremendistas de octubre, cuando prácticamente todos los servicios de estudios recortaron sus proyecciones de expansión económica para España. De hecho, S&P evitó mejorar la nota de solvencia de la deuda española, algo que sí hizo la semana pasada Fitch. El espaldarazo de Fitch, la expansión del PIB del 0,7% en el cuarto trimestre o los datos macrorregionales apuntan a un impacto muy inferior al temido hace solo cuatro meses. “Puede haber una ligera desaceleración, ya esperada, pero el crecimiento no está comprometido”, apunta Marian Fernández, responsable macro de Andbank España.
¿Negociaciones Moncloa-'indepes'?
La premisa de estos expertos no dista de la de otros bancos de inversión o gestoras. AXA IM, la gestora del gigante asegurador francés, sitúa Cataluña como un riesgo para el mercado, especialmente si hay una escalada de la tensión. Sin embargo, asumen esta amenaza y esperan un crecimiento de la economía española del 2,7% en 2018, dos décimas por encima del consenso.
La tesis de AXA IM es que habrá “negociaciones entre Cataluña y Madrid”. Es decir, descartan la independencia pero esperan algún acuerdo de mayor autonomía para la región. En cualquier caso, insuficiente para reducir la exposición a España. La visión de esta casa es especialmente relevante, ya que es uno de los principales compradores extranjeros de bonos españoles, para los que aumentó su apuesta en octubre, cuando se disparó la prima de riesgo, algo que también hicieron firmas como BlackRock, la mayor gestora del mundo por patrimonio.
Otro importante comprador de títulos del Tesoro español es Pimco, que en octubre recomendó adquirir bonos catalanes por haber sido muy castigados en el mercado secundario y contar con el respaldo del Gobierno español. La gestora estadounidense, en un informe de perspectivas sobre la eurozona elaborado en enero, menciona varios riesgos políticos, pero no incluye a Cataluña. Lo que sí habla es de populismos y del descenso en el apoyo a partidos contrarios al ‘establishment’, entre los que están grupos desde el Frente Nacional en Francia a Podemos en España.
JP Morgan fue uno de los bancos más alarmistas con el ‘procés’, al recomendar a sus clientes en octubre virar sus carteras de bonos desde España a Portugal. Sin embargo, meses después, la calma se ha instalado en la visión del gigante norteamericano o, al menos, en su gestora. “La incertidumbre política causa volatilidad, pero solo a corto plazo”, señala Lucía Gutiérrez-Mellado, subdirectora de estrategia de la gestora para España y Portugal, quien señala que los gestores no han modificado su apuesta por el mercado español.
El atractivo del mercado español no ha perdido brillo con la crisis catalana, pese a que muchos fondos internacionales pusieron en cuarentena a España ante el ruido político. Sin embargo, los grandes inversores han retomado su apuesta, asumiendo que el ‘procés’ es un peaje que, por ahora, conviene pagar.