Decreto de urgencia para que los grandes inversores no se vayan de la bolsa española
El Gobierno ha tenido que aprobar un decreto de urgencia para evitar que los grandes inversores internacionales se vayan de la bolsa española por no estar homologada en Europa
El último Consejo de Ministros del año ha servido para salvar un 'match ball' inesperado en los mercados. Las bolsas españolas (agrupadas en el holding BME) corrían el riesgo de quedarse sin la participación de los grandes bancos de inversión internacionales por el retraso del Gobierno en aprobar la trasposición de la Directiva Europea de Mercados e Inversiones, la famosa MiFID II, pero nadie se había dado cuenta hasta ahora. A última hora y deprisa y corriendo, ha aprobado un Real Decreto-Ley que evitará el desastre 'in extremis'.
Según explican fuentes del Ministerio de Economía, esta norma europea impone una obligación a los intermediarios ('brokers') llamada 'trading obligation' que consiste en que solo pueden operar en mercados homologados que cumplan los requisitos de la MiFID II. Y como la directiva no se ha traspuesto a la legislación española, BME no podía cumplirlos. "El riesgo es que un intermediario que opera en la Bolsa de Madrid se encuentre con que el supervisor de su país no cumple la 'trading obligation' porque el mercado español no está homologado". Y, en consecuencia, tendría que dejar de operar aquí.
"La Comisión Europea nos ha advertido de este problema y lo más prudente es evitar este riesgo porque podría hacer un daño considerable a los mercados", añaden estas fuentes. Esto es lo que explica el Real Decreto-Ley de urgencia aprobado este viernes, con el que se evita el riesgo de que los grandes bancos de inversión internacionales tuvieran que dejar de operar en las bolsas españolas.
Nadie se había percatado de esta laguna
Esta advertencia de Bruselas ha salvado al 'holding' que preside Antonio Zoido, puesto que, al parecer, nadie en España se había dado cuenta de este enorme riesgo para nuestros mercados. Si se hubiera percatado antes, es de suponer que el departamento de Luis de Guindos habría tomado esta medida antes y habría tranquilizado a estos gigantes de la inversión, en vez de hacerlo en el último minuto y en plenas fiestas navideñas.
El resto de la MiFID II va para largo
El ejecutivo solo ha incluido en el Real Decreto-Ley la parte de la MiFID II referida a los mercados, y ha dejado fuera el resto de la directiva; todo lo que tiene que ver con las empresas de servicios de inversión y la protección al consumidor (que es donde se incluye la transparencia de los costes de los productos, la necesidad de poner precio al análisis bursátil o la prohibición de la retrocesiones de los fondos de inversión).
Según las fuentes, "no era proporcionado trasponer una directiva entera de 400 artículos como Real Decreto", que se ha limitado a tapar la vía de agua. El resto de la norma está todavía en el Consejo de Estado y el Gobierno espera que pueda aprobarlo como proyecto de ley en el primer trimestre de 2018. Posteriormente, debe tramitarse en el Parlamento, donde el objetivo es conseguir "el mayor apoyo posible", lo cual podría retrasar la aprobación incluso hasta el otoño.
El último Consejo de Ministros del año ha servido para salvar un 'match ball' inesperado en los mercados. Las bolsas españolas (agrupadas en el holding BME) corrían el riesgo de quedarse sin la participación de los grandes bancos de inversión internacionales por el retraso del Gobierno en aprobar la trasposición de la Directiva Europea de Mercados e Inversiones, la famosa MiFID II, pero nadie se había dado cuenta hasta ahora. A última hora y deprisa y corriendo, ha aprobado un Real Decreto-Ley que evitará el desastre 'in extremis'.