Siemens Gamesa y Vestas castigadas en bolsa por la reforma fiscal en EEUU

O blanco o negro. Para Siemens Gamesa no hay término medio. Si el pasado martes lideraba las subida en el Ibex 35 tras cerrar un contrato de suministro en Estados Unidos, en esta jornada es la reforma fiscal americana la que le lleva por el camino de la amargura. La compañía se ha desplomado un 3,55%, descensos provocados por las últimas noticias relacionadas con la propuesta de recortar los incentivos de los que actualmente se benefician las energías renovables en el país.

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El proyecto de ley presentado por el gobierno de Donald Trump ha afectado entre otros a los fabricantes de vehículos eléctricos y a las promotoras inmobiliarias. Junto a estos sectores, el eólico se convierte en uno de los principales damnificados. Así, de aprobarse esta propuesta, créditos fiscales se reducirían a 1,5 centavos por kilowatio/hora. Esta cifra se queda muy por debajo de los 2,3 centavos fijados en 2016.

Este nuevo varapalo sitúa a Siemens Gamesa en el umbral de los 11,77 euros por acción y ya acumula casi un 40% de pérdidas en lo que va de año. Además, la firma recibe este nuevo revés justo en la víspera de sus resultados, que se publicarán el próximo lunes 6 de noviembre. Con todo, el consenso del mercado le da un precio objetivo de 14,13, por lo que espera que la empresa tenga un potencial de subida del 20%.

Pero no hay mal que por bien no venga y es que el mayor castigo en bolsa se lo está llevando su rival Vestas. La compañía danesa tiene una mayor exposición en el mercado eólico estadounidense y sufre una bajada del 8% en lo que va de sesión. Aún así, mantiene un rendimiento positivo desde que comenzó enero, ya que se anota una subida del 13,07%.

Por último, la patronal eólica estadounidense criticó la ley propuesta asegurando que pondrá en riesgo inversiones previstas por valor de 50.000 millones de dólares. EEUU es uno de los principales campos de batalla del sector de fabricación de turbinas eólicas. La Agencia de Información de la Energía de EE UU prevé la incorporación de 6 gigavatios (GW) de capacidad este año y otros 8GW en 2018.