Goldman avisa del hundimiento del crudo a 40$ si la OPEP no toma medidas de 'shock'
Los expertos de la firma de inversión echan mano del argot militar para tratar de transmitir de manera precisa lo que necesitaría el mercado: una maniobra de "dominio rápido"
Se cumplen tres años desde que el petróleo entró en una espiral bajista que lo ha llevado a caer más de un 50% desde los 100 dólares por barril, y poco parece que la tendencia vaya a cambiar. Al menos así se desprende del último análisis de Goldman Sachs, que sitúa sus nuevas previsiones de precio en los 40 dólares si la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no lleva a cabo una maniobra de "dominio rápido".
Y es que los expertos de la firma de inversión, Damien Courvalin y Jeffery Currie, echan mano del argot militar para tratar de transmitir de manera precisa lo que necesitaría el mercado para salir del hoyo en el que se encuentra sumido, y eso es una acción de 'shock and awe', o lo que es lo mismo, la utilización de un poder abrumador cuya demostración de fuerza pille completamente desprevenida a los inversores. Por eso, las medidas tendrían que adoptarse por sorpresa y sin ningún tipo de publicidad, es decir, tendrían que producirse antes de la próxima reunión anual del cartel a finales de año.
Arabia Saudí nada en contra
De esta manera, si hace menos de dos semanas el banco aseguró que los "precios del petróleo parece que han tocado mínimos del rango de precio y se muestran atractivos", cuando revisó a la baja su previsión para el barril Texas de referencia en EEUU "de 55 dólares a 47,50 dólares", en la última nota ha tirado la toalla y no ve suelo a la caída que acumula el crudo en el año del 19%. "Dado el reciente rebote desde sus mínimos de 18 meses, creemos que el fracaso de estos movimientos para materializarse pronto puede llevar los precios por debajo de los 40 dólares barril, en tanto que el mercado está poniendo a prueba la reacción de la OPEP y del 'shale' —petróleo obtenido de la extracción a partir de esquistos de roca—".
Y lo cierto es que está ocurriendo todo lo contrario. Lejos de seguir la línea de mantener los recortes de producción adoptada en la reunión del pasado mes de mayo en Viena, el bombeo por parte de Arabia Saudí, el mayor productor de la organización, subió en junio en 190.000 barriles diarios, hasta los 10,07 millones, por encima de los 10.058 millones de límite fijado el año pasado, según publica Bloomberg.
Eso mientras que sigue en aumento el miedo por el incremento de la sobreoferta global con los inventarios de EEUU por encima de los 100 millones de barriles de cara a una media de cinco años. No en vano, el país que disputa la hegemonía mundial del petróleo a Arabia Saudí, lejos de verse amedrentado por unos precios que difícilmente cubren los costes de extracción, que los expertos sitúan en los 50 dólares, ha puesto en funcionamiento más torres de explotación, a lo que hay que añadir el anuncio de su presidente, Donald Trump, hace menos de dos meses sobre la venta de la mitad de sus reservas de crudo.
Se cumplen tres años desde que el petróleo entró en una espiral bajista que lo ha llevado a caer más de un 50% desde los 100 dólares por barril, y poco parece que la tendencia vaya a cambiar. Al menos así se desprende del último análisis de Goldman Sachs, que sitúa sus nuevas previsiones de precio en los 40 dólares si la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no lleva a cabo una maniobra de "dominio rápido".