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¿Se está ganando el gestor de tu fondo la comisión que te cobra?
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¿Se está ganando el gestor de tu fondo la comisión que te cobra?

La cuestión es si estamos pagando mucho o poco. Es decir, si por el precio que estamos pagando obtenemos una buena rentabilidad o no. La mejor forma de saberlo es analizar cada producto

Foto: Billetes y monedas de euros (CC)
Billetes y monedas de euros (CC)

Es curioso cómo prestamos atención si nos cobran 20 euros por la comisión anual de la tarjeta de crédito o por mantenimiento de la cuenta, pero parece que apenas nos fijamos en cuánto estamos pagando por la gestión de nuestros fondos de inversión, a pesar de que son cifras mucho más altas y que pueden tener un elevadísimo impacto a largo plazo.

Bien lo saben las entidades, para las que esta línea de negocio supone una parte cada vez más considerable. Caixabank, la gestora con más patrimonio en España, ingresó 423 millones de euros en 2016 sólo en comisiones de fondos de inversión, mientras que Banco Santander, la segunda, ingresó 428 millones entre comisiones de fondos y planes de pensiones. En total, los españoles habremos pagado cerca de 2.500 millones en comisiones de gestión en fondos este 2016, ya que la comisión media ronda el 1,1% en la industria, según los datos de Morningstar.

La gestión de los fondos hay que pagarla. Las entidades tienen un equipo de personas que toma las decisiones de inversión, analistas, administración... Y la forma de hacerlo en el mundo de la inversión colectiva es a través de las comisiones de gestión y depositaría, junto con otros gastos de menor cuantía. Estos costes se calculan en el precio diario de los fondos. Es decir, no se hace un pago anual, como sucede con las tarjetas, sino que se paga una parte cada día.

La cuestión es si estamos pagando mucho o poco. Es decir, si por el precio que estamos pagando obtenemos una buena rentabilidad o no. Y la mejor forma de comprobarlo es analizando cada producto, tu fondo en concreto. Para ello, entre El Confidencial y Finect te traemos esta 'pildora' que te permitirá calcular cuánto pagarás cada año en comisiones en función del dinero que tengas invertido y compararlo con la ganancia que obtendrías. Esto último, extrapolando a futuro la rentabilidad de los últimos tres años.

Calcula aquí el coste de tu fondo

Por ejemplo, ¿qué sale en el caso del mayor fondo de España por patrimonio? Según los datos de Morningstar, el Caixabank Equilibrio, que en los últimos tres años tiene una rentabilidad anual media del 0,8%, cobra un 1,6% anual de gastos totales. Es decir, si se mantiene esta ganancia y este coste, un inversor que tenga 10.000 euros invertido en este fondo, obtendría una ganancia de 1.761 euros en 20 años, periodo en el que la entidad ingresaría 3.905 euros por las comisiónes de esta inversión.

Ahora veamos invirtiendo esta misma cantidad con otro fondo que cobra incluso mayores comisiones, Bestinfond, con un 1,8% de gastos totales, pero con mayor rentabilidad a largo plazo, 8,4% anual a tres años. Extrapolando los datos de los últimos tres años, el inversor acabaría obteniendo una plusvalía de 40.406 euros en su inversión, mientras que la gestora ingresaría cerca de 9.000 euros, que capitalizados supondrían un coste para el inversor de 18.247 euros al cabo de los 20 años.

Si haciendo el cálculo de tu fondo te sale que es muy caro, que el beneficio para tu entidad es mucho mayor que para tí, recuerda que puedes cambiar

Como se puede ver, en realidad para la gestora lo más interesante debería ser tener mejores rentabilidades, porque esto aumenta el patrimonio total del fondo y, como la comisión es un porcentaje de esa cantidad, los ingresos por comisiones acabarán siendo mucho mayores con el paso de los años. Es decir, se benefician ambas partes.

Si haciendo el cálculo de tu fondo te sale que es muy caro, es decir, que el beneficio para tu entidad es mucho mayor que para tí, recuerda que puedes cambiar de fondo de inversión sin ninguna penalización fiscal, salvo que sea un fondo garantizado o con condiciones especiales.

Lo más importante, sobre todo en la inversión a largo plazo, son las rentabilidades, por encima de las comisiones. Pero debemos asegurarnos de que el gestor las consigue, porque si no, mejor pasar a otro fondo más barato, ya sea de nuestra propia entidad o de cualquiera de las gestoras del mercado.

Es curioso cómo prestamos atención si nos cobran 20 euros por la comisión anual de la tarjeta de crédito o por mantenimiento de la cuenta, pero parece que apenas nos fijamos en cuánto estamos pagando por la gestión de nuestros fondos de inversión, a pesar de que son cifras mucho más altas y que pueden tener un elevadísimo impacto a largo plazo.

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