Los bancos internacionales frenan la fusión de sicav con fondos por las pegas de Hacienda

El miedo a que el próximo Gobierno endurezca la fiscalidad de las sicav -aunque el temor inicial a un Ejecutivo con Podemos quedó descartado desde el 26 de junio, el pacto de PP y Ciudadanos consagra ese endurecimiento- ha hecho que numerosas entidades especializadas en banca privada, empezando por Bankinter, planteen como solución la fusión de estos vehículos con fondos de inversión. Pero Hacienda ha establecido que esta fórmula no exime de tributar por las plusvalías ya generadas, lo que ha frenado este movimiento en grandes entidades internacionales como UBS, Credit Suisse o JP Morgan, según fuentes del sector.

Como informó El Confidencial, la clave de estas operaciones es convencer a Hacienda de que se hacen por un motivo distinto del fiscal: búsqueda de eficiencia, de una gestión más profesional o de economías de escala con un vehículo más grande como es un fondo. Pero si la motivación es exclusivamente tributaria, el partícipe no se puede beneficiar del diferimiento fiscal (no paga por las plusvalías si traspasa el dinero entre fondos hasta que no vende definitivamente) y tiene que pagar por las que tenga acumuladas en la sicav.

Inicialmente, esto llevó a los bancos privados a urgir a los partícipes de estas sociedades de inversión a fusionarse con fondos cuanto antes: si esperaban a que cambiase la ley para cerrar su vehículo, sería imposible defender esa tesis. También lo iban a tener difícil ahora -la inmensa mayoría de las que se disuelven lo hacen por motivos fiscales-, pero al menos contarían con una opción de que 'colara' ante el Fisco.

Hacienda comprobará caso por caso

Pero esta tesis se ha venido abajo con una consulta vinculante a la Dirección General de Tributos que advierte claramente de que, "si el principal motivo de esta operación es acceder a ese diferimiento en caso de que resultará de aplicación, se entendería que la misma no es económicamente válida, por cuanto conllevaría principalmente una ventaja fiscal, cuestión que podrá ser analizada por los órganos de comprobación". Es decir, que la Agencia Tributaria inspeccionará cada caso y determinará si el motivo de la fusión es únicamente fiscal o no.

Por tanto, existe un enorme riesgo de que, en estas comprobaciones, la Agencia Tributaria entienda que el motivo es únicamente fiscal y obligue a los partícipes a tributar por las plusvalías acumuladas. Muchos prefieren quedarse como están y mantener esos beneficios al margen de Hacienda dentro de su sicav actual. Y eso es lo que ha llevado a las grandes entidades internacionales, como las tres citadas, a frenar estos procesos de integración con fondos; en lo que va de año, se han fusionado 124 sicav.

Las sicav con 'mariachis', atrapadas

Ahora bien, quedarse como están puede ser peor en algunos casos y hacer que merezca la pena el riesgo de someterse a la comprobación de Hacienda. El pacto del PP y Ciudadanos -que se supone que aplicará el nuevo Gobierno si, como todo indica, finalmente el PSOE se abstiene- contempla que todos los partícipes de las sicav deberán tener al menos el 0,55% del capital para computar a efectos del mínimo de 100 inversores que exige la Ley para que se consideren instituciones de inversión colectiva y accedan a las ventajas fiscales. Esto pretende evitar a los 'mariachis', los hombres de paja que figuran para alcanzar ese mínimo pero que en realidad no tienen apenas participación en el vehículo.

En conscuencia, aquellas sicav que tengan muchos mariachis que no lleguen al 0,55% pasarán a tributar como sociedades anónimas normales, al 27% de sus beneficios. En el sector se considera "absurda" esta medida, puesto que vetará el acceso de los pequeños inversores a las grandes sicav con varios miles de millones de patrimonio. La propuesta generalizada es que el tope se ponga por arriba, es decir, que un solo partícipe no pueda tener más del 20% del patriomonio del vehículo, con lo que el efecto de eliminar los mariachis sería el mismo y no se plantearían estas exclusiones.