Más del 50% de los españoles contratan productos financieros sin entenderlos
La gravedad del problema de la falta de cultura financiera de los españoles queda demostrado en que más del 50% contratan productos de ahorro o inversión sin entenderlos
Según una encuesta realizada por el comparador Rastreator.com, el 53,1% de los españoles reconoce que, en alguna ocasión, ha suscrito un producto financiero sin comprenderlo totalmente. Esto es terreno abonado para encontrarse luego con disgustos como los provocados por productos complejos como las preferentes o los estructurados, que vuelven a estar de moda en las oficinas bancarias pese a las fuertes pérdidas que sufrieron en la crisis. Además, este estudio evidencia el muro con el que se enfrenta la estrategia de digitalización de las entidades y que el principal factor de decisión entre unos y otros productos son las comisiones.
La falta de preparación de los ahorradores para contratar productos de inversión se completa con que el 57,8% de los encuestados opina que sus conocimientos de finanzas son escasos y el 67,5% confiesa que ha sentido que le faltaba formación a la hora de firmar un contrato... y aun así lo ha firmado. Según Rastreator, "constatamos que la falta de conocimientos económicos no impide que los españoles contraten productos financieros, que no sólo pueden ser inadecuados para su perfil, sino que pueden comportar riesgos de los que los consumidores no son conscientes". El colofón es que el 87,4% de los encuestados afirma que en España no tenemos suficiente educación financiera.
Este estudio también analiza las relaciones de los ciudadanos con las entidades financieras, que muestran una creciente infidelidad: el 59,4% tiene productos financieros contratados en varias entidades distintas y el 71,7% compara diferentes opciones antes de contratar un producto financiero. Y la base para la decisión es fundamentalmente el coste: el 64,3% destaca que no tenga comisiones y el 40,9% su rentabilidad, mientras que sólo el 30,8% tiene en cuenta el servicio al cliente a la hora de contratar un producto.
Estos datos se ponen totalmente en cuestión las tendencias actuales en el sector financiero. Así, tanto el presidente de la AEB, José María Roldán, como el propio Banco de España han señalado públicamente la necesidad de cobrar más comisiones para compensar los niveles mínimos en que se encuentran los márgenes por culpa de los tipos cero y la falta de crecimiento del crédito. Y todos los bancos insisten en la importancia de la atención al cliente, pese al poco valor que la conceden éstos. Por otro lado, como vien explicando El Confidencial, los clientes sólo se niegan a pagar comisiones explícitas, pero no protestan por aquellas que abonan sin enterarse, como las de los fondos de inversión.
El cliente quiere tratar cara a cara con el banco
La encuesta de Rastreator también pone de manifiesto el enorme problema al que se enfrentan los bancos en su apuesta por la transformación digital y la consiguiente reducción de oficinas: la inmensa mayoría de los ciudadanos contrata sus productos financieros en las sucursales. Incluso los más sencillos: el 74,4% abre las cuentas corrientes de forma presencial y el 72,2% contrata las tarjetas del mismo modo. En esto también puede influir el engorroso procedimiento burocrático que se exige en España para abrir una cuenta online, y los procedimientos manifiestamente mejorables de muchos bancos.
La diferencia es abismal si nos vamos a productos más complejos: en el caso de las hipotecas, el 43,1% las suscribe en la oficina frente al 5% que lo hace por internet (el 51,9% restante no tiene préstamos hipotecario). Esta tendencia se repite con el resto de préstamos o créditos, los productos de ahorro a largo plazo como los planes de pensiones o los fondos de inversión; por cierto, el 77% de los encuestados asegura no invertir en fondos, lo cual demuestra que están muy lejos de ser un producto mayoritario en España. Eso sí, una vez contratado el producto en la sucursal, el 74,8% reconoce que no la pisa durante varios meses.
Según una encuesta realizada por el comparador Rastreator.com, el 53,1% de los españoles reconoce que, en alguna ocasión, ha suscrito un producto financiero sin comprenderlo totalmente. Esto es terreno abonado para encontrarse luego con disgustos como los provocados por productos complejos como las preferentes o los estructurados, que vuelven a estar de moda en las oficinas bancarias pese a las fuertes pérdidas que sufrieron en la crisis. Además, este estudio evidencia el muro con el que se enfrenta la estrategia de digitalización de las entidades y que el principal factor de decisión entre unos y otros productos son las comisiones.
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