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Wall Street toca máximos y está ya más cara que cuando la "exuberancia irracional"
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¿POR QUÉ LA BOLSA ESTÁ TAN ALTA CON TIPOS TAN BAJOS?

Wall Street toca máximos y está ya más cara que cuando la "exuberancia irracional"

La Bolsa de Nueva York está rozando sus máximos históricos, pero las valoraciones son superiores a las de 1996, cuando Greenspan dijo aquello de la "exuberancia irracional"

Foto: Edificio de la Bolsa de Nueva York (Reuters)
Edificio de la Bolsa de Nueva York (Reuters)

Corría el año 1996. Wall Street subía alegremente a lomos del fuerte crecimiento de la economía norteamericana, donde el paro tocaba mínimos. Y en medio de tanta euforia, el entonces todopoderoso presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, vino a aguar la fiesta en diciembre cuando alertó de que los mercados vivían una "exuberancia irracional". Pues bien, ahora mismo el S&P 500 y el Dow Jones, que están a tiro de piedra de sus máximos históricos, están más caros que entonces según las principales medidas de valoración.

La más utilizada por los analistas de EEUU es el PER (veces que las cotizaciones contienen los beneficios de las empresas) tomando las ganancias estimadas de los próximos 12 meses en vez de las últimas publicadas. Ahora mismo, esta variable se encuentra en 16,7 veces, su nivel más alto entre 1985 (cuando empieza la serie histórica) y la llegada de la burbuja tecnológica a finales de los 90; cuanto más alto es el PER, más cara está la bolsa, porque hay que pagar un precio más alto por los mismos beneficios de las empresas. Y efectivamente, está más cara que en la "exuberancia irracional".

Otras medidas de valoración cuentan la misma historia. Otra muy popular es el precio en relación a los beneficios de los últimos 10 años, el llamado PER ajustado por el ciclo que popularizó el economista Robert Schiller como una forma de suavizar los vaivenes de la economía en el cálculo de las valoraciones al tomar un período lo suficientemente largo. Esta ratio está en máximos del año, en los niveles de noviembre de 2007 -cuando Wall Street hizo su último máximo antes de la debacle financiera- y un 50% por encima de su media histórica.

Es decir, se mire como se mire, la Bolsa de Nueva York (que está en positivo este año, a diferencia de las europeas) está cara tirando a carísima. Lo cual es todavía más sangrante si añadimos que se prevé que los beneficios por acción caigan un 7,8% para las empresas del S&P 500 en la temporada de resultados que acaba de comenzar, la tercera caía anual consecutiva (aunque menor de lo que se temía).

Comprar bolsa por falta de alternativas

¿A qué se debe el buen comportamiento de una bolsa tan cara y con unas perspectivas tan poco halagüeñas, por no hablar de riesgos como la Fed, China, el Brexit o Donald Trump? ¿Estamos ante una nueva exuberancia irracional? Según James Mackintosh, analista del 'Wall Street Journal', "no es exuberancia, es desesperación". A su juicio, los gestores de fondos son más cautelosos de lo normal en vista de este panorama y lo que querrían es invertir en los refugios habituales en tiempos inciertos: bonos del Tesoro de EEUU y Alemania, y yenes japoneses.

Ahora bien, si la bolsa está cara, los bonos no lo están menos, con sus rentabilidades acercándose a cero incluso en los plazos más largo, lo que dispara sus precios (que se mueven a la inversa). Así que prefieren comprar acciones de las consideradas más seguras, como Coca Cola o Procter & Gamble, pese a que sin duda sus valoraciones son cualquier cosa menos atractivas.

No tan cara comparada con los bonos

La conclusión de este experto es que "la bolsa está cara precisamente porque los bonos están caros. Las acciones ofrecen un retorno futuro bajo, pero los inversores esperan que aun así sea mayor que la rentabilidad miserable que da la deuda". "O dicho de otro modo, la bolsa está cara comparada con su historia, pero puede parecer barata comparada con otros activos".

¿Eso significa que todavía estamos a tiempo de entrar en bolsa? En absoluto. Puede salir bien, pero es muy arriesgado. Muchos analistas consideran que no se puede tomar a los bonos como referencia para valorar la bolsa porque su mercado está distorsionado por las compras de los bancos centrales. Y además, las acciones suelen parecer muy baratas frente a los bonos antes de las crisis financieras... y antes de estar mucho más baratas.

Corría el año 1996. Wall Street subía alegremente a lomos del fuerte crecimiento de la economía norteamericana, donde el paro tocaba mínimos. Y en medio de tanta euforia, el entonces todopoderoso presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, vino a aguar la fiesta en diciembre cuando alertó de que los mercados vivían una "exuberancia irracional". Pues bien, ahora mismo el S&P 500 y el Dow Jones, que están a tiro de piedra de sus máximos históricos, están más caros que entonces según las principales medidas de valoración.

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