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"El único estímulo significativo que le queda a Draghi es depreciar el euro para exportar"
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entrevista al director de riesgos de ebury

"El único estímulo significativo que le queda a Draghi es depreciar el euro para exportar"

Enrique Díaz-Álvarez muestra una visión más fuerte que el mercado con respecto al dólar. Cree que la paridad con el euro aún es posible porque la Fed correrá más de lo previsto

Foto: Enrique Díaz-Álvarez, director de riesgos de Ebury.
Enrique Díaz-Álvarez, director de riesgos de Ebury.

Ebury no lo oculta. La firma especializada en divisas y pagos internacionales manejaba como previsión para 2016 que el dólar alcanzaría la paridad con el euro. Sí, un euro compraría un dólar, y un dólar compraría un euro, un cambio que no se ve desde 2002. Por eso los últimos acontecimientos le han sorprendido. Lejos de caminar en esa dirección, el euro se ha apreciado en las últimas semanas hasta los 1,12 dólares, con momentos en los que ha superado los 1,13. "Hemos tenido que revisar nuestras previsiones", admite Enrique Díaz-Álvarez, director de riesgos de Ebury, pero sin que eso equivalga a que se aparten de su premisa. "La paridad llegará más tarde", prosigue.

El cuerpo a cuerpo entre el euro y el dólar está totalmente condicionado por sus respectivos bancos centrales. En el caso de la Reserva Federal (Fed) estadounidense porque ha dado a enteder que elevará los tipos más despacio de lo previsto, algo que resta empuje al 'billete verde'. "Nuestra lectura de la situación es más alcista con el dólar que la del mercado. El cruce se mueve ahora en la parte alta de la horquilla de 1,05-1,15 dólares en la que se ha movido en el último año. Pero conforme los mercados se estabilicen y Estados Unidos genere más empleo y se refleje en una mayor subida de los sueldos, la Fed tendrá que subir más los tipos", argumenta Díaz-Álvarez.

Luego está el Banco Central Europeo (BCE). Aunque el pasado 10 de marzo reforzó sus estímulos monetarios, el euro reaccionó con unas subidas que sorprendieron por su velocidad y porque, en principio, con la nueva munición desplegada por la entidad presidida por Mario Draghi debería haber hecho lo contrario. De hecho, en un primer momento, en los minutos posteriores a las medidas que se anunciaron a las 13:45 horas, se depreció de los 1,10 a los 1,082 dólares. Pero todo cambió a las 14:52 horas. "Las palabras de Draghi en referencia a que no esperaba más rebajas de los tipos lo cambiaron todo", explica el director de riesgos de Ebury.

En su opinión, sin embargo, la Eurozona no se puede permitir un euro tan fuerte, no ya contra el dólar, sino contra el resto de divisas con excepción del yen japonés. "El único estímulo significativo que le queda a Draghi es depreciar el euro para incentivar las exportaciones", asegura Díaz-Álvarez. "Bastaría con que diera marcha atrás al comentario de los tipos para empezar a debilitarlo. Al mercado le sorprendió ese mensaje y tendrá que corregirlo si quiere evitar un euro más fuerte", añade.

Sin miedo a China

Pero la actualidad de las divisas trasciende al pulso entre las dos más negociadas del mundo. Otro foco se centra en el yuan chino. Más en concreto, en la posibilidad de que las autoridades del gigante asiático estén preparando una importante devaluación de su divisa. Sin embargo, el director de riesgos de Ebury no cree que vaya a producirse.

"El 'Brexit' podría provocar una caída del 8% o del 10% en la libra y obligaría al Banco de Inglaterra a emplearse a fondo para estabilizar la situación"

"No, no creo que ocurra en absoluto. Su estrategia no va por ahí. Durante la crisis, los bancos centrales han demostrado que son más potentes que el mercado. El banco central chino -Banco Popular de China- está más cerca de ser un banco central desarrollado que emergente y cuenta a su favor con un enorme volumen de reservas y con la posibilidad de imponer controles de capital oficiosos", expone. ¿Y la depreciación del yuan en los últimos meses, sobre todo a raíz de las devaluaciones de agosto? "Ha respondido más a la apreciación del dólar, que arrastraba consigo una apreciación del yuan, que a otra cuestión", matiza.

El 'Brexit' también emerge como un frente desestabilizador en el horizonte financiero y cambiario. "Representa una amenaza, sobre todo desde el punto de vista regulatorio. Creemos que las actuales probabilidades que se conceden a que se produzca el 'Brexit' ya están descontadas en el tipo de cambio actual de la libra -en lo que va de año se ha depreciado un 10% contra el euro, hasta los 1,28 euros-. Si finalmente ocurriera, la libra podría sufrir una caída del 8% o del 10%", avisa. Ese supuesto exigiría mucho al Banco de Inglaterra a la hora de inyectar liquidez y manejar los tipos de interés para intentar estabilizar la situación, apunta.

Ebury no lo oculta. La firma especializada en divisas y pagos internacionales manejaba como previsión para 2016 que el dólar alcanzaría la paridad con el euro. Sí, un euro compraría un dólar, y un dólar compraría un euro, un cambio que no se ve desde 2002. Por eso los últimos acontecimientos le han sorprendido. Lejos de caminar en esa dirección, el euro se ha apreciado en las últimas semanas hasta los 1,12 dólares, con momentos en los que ha superado los 1,13. "Hemos tenido que revisar nuestras previsiones", admite Enrique Díaz-Álvarez, director de riesgos de Ebury, pero sin que eso equivalga a que se aparten de su premisa. "La paridad llegará más tarde", prosigue.

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