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El extraño desprecio por la rentabilidad al elegir planes de pensiones
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El extraño desprecio por la rentabilidad al elegir planes de pensiones

Los inversores despreciamos sistemáticamente la rentabilidad a la hora de elegir los productos en los que teóricamente deberíamos prestarle más atención

Foto: Foto: Corbis Images.
Foto: Corbis Images.

El plan de pensiones donde más dinero entró en 2015 no fue el más rentable de su categoría a un año. Ni a tres ni a cinco ni a diez. Ni siquiera estuvo entre el 10% mejor de su categoría en 2015, ni entre el 50% mejor... De hecho, según los datos de Inverco figura como el menos rentable a 15 años y uno de los peores a 10 años también.

Da igual el nombre del plan. En esta ocasión se trata del Plancaixa Equilibrio, que en 2015 registró unas aportaciones netas de 123 millones de euros, las mayores entre los más de 1.200 planes de pensiones del sistema individual que se comercializan en España. Pero da igual. Los inversores despreciamos sistemáticamente la rentabilidad a la hora de elegir los productos en los que teóricamente deberíamos prestarle más atención, por ser los que complementarán nuestra jubilación cuando ya no tengamos otros ingresos.

Según los datos de Morningstar, en España el 70% del dinero que entra en planes de pensiones lo hace en los fondos con una o dos estrellas, el 'rating' más bajo de la firma. O es lo que es lo mismo, en los productos con peor rentabilidad de su categoría, frente al bajo volumen que llega a los productos que históricamente han mostrado un buen comportamiento a lo largo del tiempo.

En España el 70% del dinero que entra en planes de pensiones lo hace en los fondos con una o dos estrellas, el rating más bajo de la firma

Como explica en este artículo Javier Saenz de Cenzano, analista de la firma, "desde Morningstar siempre hemos dicho que las estrellas no deben constituir el factor único ni primordial en la toma de decisiones por parte de los inversores, pero tampoco creemos que los inversores cojan a propósito los fondos o en este caso planes que lo han hecho mal".

¿Entonces? Para mí esto significa que este factor para los inversores en planes simplemente no es relevante, no lo tienen en cuenta, quizás ni lo miren o no dispongan de dicha información antes de contratarlo, lo que sería preocupante". O quizá que a la mayoría de los inversores solo les preocupa una cosa al invertir en planes de pensiones: la fiscalidad, poder desgravarse lo aportado en la declaración de la renta del ejercicio siguiente.

Solo así se explica que el plan de pensiones con más inversores, el Mi Plan Santander Prudente (223.000 partícipes a cierre de 2015) esté entre los de peor rentabilidad de su categoría tanto a un año (clasifica el 193º de los 220 planes de renta fija mixta que agrupa Inverco) como a tres años (el 175º de 191 con antigüedad a ese plazo). Y sólo así se entiende que tenga ese éxito en ventas, y más con estos resultados, a pesar de tener las comisiones máximas que se puede cobrar en estos productos (1,5% de gestión y 0,25% de depositaría).

Quizá solo les preocupa una cosa al invertir en planes de pensiones: la fiscalidad, desgravarse lo aportado en la declaración de la renta del ejercicio siguiente

La escasa atención que los ciudadanos prestan a la rentabilidad contrasta con la importancia que puede tener elegir los mejores productos en un producto de tan largo plazo. El efecto del interés compuesto puede generar enormes diferencias a largo plazo, sobre todo cuanto antes se empiece a invertir en estos productos.

De hecho, ya sólo el impacto de elegir un producto con bajas comisiones puede traducirse en miles de euros de ahorro en una inversión de largo plazo, mayor cuanto más años se tenga el plan. Pero esto, por desgracia para su futuro, tampoco parece importar a los inversores.

El plan de pensiones donde más dinero entró en 2015 no fue el más rentable de su categoría a un año. Ni a tres ni a cinco ni a diez. Ni siquiera estuvo entre el 10% mejor de su categoría en 2015, ni entre el 50% mejor... De hecho, según los datos de Inverco figura como el menos rentable a 15 años y uno de los peores a 10 años también.

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