Buffett mete 1.000 millones de dólares en el sector petrólero

La situación del mercado del petróleo, con un desplome que ronda el 70% desde julio de 2014, ha desatado una verdadera esquizofrenia entre los expertos e inversores del sector. Las especulaciones, teorías de la conspiración y apuestas sobre precios se suceden, y unos defienden que se va a recuperar como otros siguen apostando a la baja.

Esta semana se han producido dos informaciones que tan pronto hacen pensar una cosa, como la contraria. La primera y la que más ha llamado la atención del mercado, ha sido la comunicación a la CNMV estadounidense (la SEC) por parte del inversor Warren Buffett de las compras continuadas de acciones que el gurú ha venido haciendo desde el arranque de año de Phillips 66, una refinería norteamericana, por un valor total de 1.000 millones de dólares, hasta alcanzar el 14% del capital de la compañía y convertirse, a través de Berkshire Hathaway, en el sexto mayor accionista de la misma.

La respuesta del mercado no se hacía esperar: “El oráculo de Omaha no tiene miedo al desplome del petróleo y apuesta por el sector”. Pero en contra de lo que se pueda esperar, esta estrategia no quiere decir que Buffett haya visto una posibilidad de recuperación del barril de oro negro, sino todo lo contrario.

Y es que no todas las empresas de la industria petrolera están perdiendo en el mercado bajista. Así, las compañías que se dedican sólo al refino son las grandes beneficiadas del desplome de los precios, en tanto que pueden comprar el crudo más barato, con el añadido de que el precio de la gasolina no ha caído tanto como el del petróleo en este periodo de tiempo.

Así pues, y tendiendo en cuenta que Buffett vendió su participación en Exxon el pasado mes de septiembre, no parece que el oráculo tenga en mente el rebote del crudo que algunos empiezan ya a atisbar, sino todo lo contrario.

Una señal alcista de 600 millones de dólares

La otra noticia, que ha pasado completamente desapercibida y que podría ser precursora del final del mercado bajista, es la salida masiva, 600 millones de dólares, del ETN VelocityShares 3x Inverse Crude Oil. Lo primero que hay que saber es qué es un ETN. Este tipo de producto cotizado (Exchange Traded Notes) opera de la misma manera que los fondos cotizados (ETFs) replicando un índice pero, por así decirlo, a la baja, en tanto que no se trata de 'fondos' sino de 'notas' que son un instrumento de deuda y compromete contratos a futuro sobre una materia prima concreta, en este caso, el petróleo. Así, está ligado al S&P GSCI Crude Oil Index ER y ofrece tres veces su retorno inverso.

Por ello, el VelocityShares 3x se ha revalorizado un 278% desde el pasado 2 de julio, al calor de la segunda corrección del petróleo tras el ligero rebote experimentado al comienzo del año pasado. Ahora sus partícipes dudan de que el barril no sólo vaya a caer más, sino que prevén un nuevo rebote, posiblemente confiando en que Arabia Saudí y, por extensión, la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), recorte su producción después de acordar esta semana con Rusia, Venezuela y Catar, de momento, congelarla.

Merrill Lynch eleva su previsión para el crudo

Y en este mismo argumento es en el que se basa Bank of America Merrill Lynch para ser el primer banco de inversión en aventurarse a apostar por una subida de los precios. Según los analistas de la firma, el barril debería revalorizarse alrededor del 25% desde los niveles actuales, con un Brent de referencia en Europa sobre los 35 dólares.

En este sentido, desde el banco defienden que la congelación de la producción por parte de la OPEP, junto a unos precios muy asequibles del combustible, lo que anima la demanda, “debería ayudar a empujar los precios hacia los 47 dólares”, concluyen.