El Ibex vuelve al filo de mínimos anuales y prácticamente da el año por perdido

Salvo que este año el tradicional 'rally de Santa Claus' sea especialmente fuerte, parece inevitable que la bolsa española cierre 2015 en negativo: acumula un descenso del 6,31% tras sufrir un batacazo del 4,45% esta semana. Esta caída ha provocado que el Ibex 35 perfore el soporte de los 10.000 puntos en que había rebotado hasta cuatro veces en octubre y noviembre, con lo que se sitúa de nuevo al filo de la zona crítica de los 9.500 puntos, los mínimos del susto de agosto.

Este viernes terminó en 9.630,7 puntos tras otro día aciago en las bolsas europeas provocado, en teoría, por la extrema debilidad de las materias primas: el petróleo ha sufrido su peor semana desde marzo. Aunque eso en teoría es positivo para la economía, ya que reduce la factura energética de los ciudadanos y les permite consumir más, el mercado teme que esta debilidad indique un frenazo de la economía china, que es el mayor riesgo que señala el consenso para 2016.

Aparte, todavía dura la onda expansiva de la reunión de la semana pasada del BCE, cuando Mario Draghi decepcionó a los inversores al quedarse muy lejos de las medidas de estímulo que esperaban los analistas. Menos relevante es la subida de tipos de la semana próxima en EEUU, totalmente descontada. Y en el caso específico de nuestro país, es inevitable ver cierta precaución ante las elecciones generales del próximo domingo, ya que las últimas encuestas presentan un panorama extremadamente fragmentado e incierto, en el que incluso se aprecia un repunte de Podemos(que es lo que más teme el mercado).

Encuestas y perforación de los 10.000 puntos

De hecho, la incertidumbre electoral -y la cuestión catalana- explican al menos parcialmente el peor comportamiento relativo del Ibex respecto al resto de los índices europeos, que conservan ganancias en 2016:`más del 4% en el caso del Dax a pesar de Volkswagen, del 5% en el Cac parisino y del 10% en el Mib de Milán. La única plaza peor que Madrid es Londres, con una pérdida anual superior al 10% por el fuerte peso de las empresas mineras y ligadas a las materias primas en general.

La incertidumbre política, que ha vuelto a crecer con las últimas encuestas, explica en parte que el Ibex lo haya hecho mucho peor que el resto de Europa

Además, hay que tener en cuenta que la pérdida del soporte de los 10.000 puntos ha hecho saltar los 'stop loss', las órdenes que cierran las posiciones cuando se pierde un nivel relevante aunque sea con pérdidas porque el riesgo de perder todavía más es demasiado alto. Las posiciones alcistas se cierran vendiendo, lo cual retroalimenta la caída. El Dax y el Cac perdieron los soportes equiparables a los 10.000 del Ibex el viernes, con lo que cabe esperar nuevos descensos la próxima semana, aunque la sobreventa acumulada sugiere cierto rebote a corto plazo.

El día de la marmota: otra vez los 9.500

La próxima parada del Ibex se encuentra en los 9.500 puntos, la zona de los mínimos del famoso lunes negro de agosto. En principio, ahí se encuentra un soporte muy sólido que debería frenar esta recaída. Pero tampoco se puede descartar que lo perfore y llegue hasta el soporte crítico que tocó en septiembre, la zona de 9.230 puntos, el suelo de diciembre de 2013 y octubre de 2014. Hace dos meses, este nivel aguantó y permitió una remontada hasta los 10.500 que ahora se ha quedado en nada.

En teoría, con la sólida recuperación de la economía españolay las buenas perspectivas de la mayoría de nustras empresas, no hay motivo para perder esos niveles. Salvo que se hagan realidad amenazas como el aterrizaje brusco de China o un panorama político ingobernable en nuestro país (o con capacidad de influencia para Podemos). Pero si esta vez sí se perdieran, se abriría el abismo bajo los pies del Ibex, que podría caer otros mil puntos. Probablemente, las elecciones dictarán sentencia.