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Los tapados del parqué: Zambal, Fidere, URO y Autonomy renuncian a tocar la campana
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las mayores socimis no quieren hacer ruido

Los tapados del parqué: Zambal, Fidere, URO y Autonomy renuncian a tocar la campana

Son cuatro de las mayores socimis que cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil y, en cambio, ninguna de ella quiso tocar la campana el día de su puesta de largo. ¿Timidez u ocultación?

Foto: Bolsa de Madrid
Bolsa de Madrid

Una fiesta, la puesta de largo ante los mercados, la celebración de años de esfuerzos que han permitido llegar a una compañía hasta la cotizada bolsa de valores. Todo esto simboliza el toque de campana, una tradición con la que se da la bienvenida a las empresas que saltan al parqué y que, al mismo tiempo, sirve para dar poner voz y rostro a los primeros espadas que se incorporan al parqué.

De hecho, la primera foto de Amancio Ortega que llegó a las redacciones de los periódicos fue la que tuvo que hacer pública Inditex poco antes de su salida a bolsa y, a pesar de la archiconocida aversión del empresario a los focos, la textil celebró en el parqué su salida a bolsa con la presencia del consejero delegado del grupo, por aquel entonces, José María Castellano.

Aunque se trata de una tradición muy arraigada, no es obligatorio celebrar el toque de campana, una libertad que han aprovechado hasta cuatro sociedades en los últimos ocho meses para evitar las cámaras y estrenarse en el parqué intentando hacer el mínimo ruido posible. Se trata de Zambal, Autonomy, Fidere y URO Property, curiosamente, cuatro de las mayores socimis que cotizan el MAB -Mercado Alternativo Bursátil-.

Aunque, en un primer momento, sus nombres pueden resultar poco familiares, en realidad son vehículos con un gran interés mediático. Zambal es la socimi de IBA Capital, propietaria de inmuebles tan emblemático como el centro comercial ABC Serrano, el antiguo Corte Inglés de Deportes de la calle Preciados o el establecimiento multimarca que el grupo presidido por Dimás Gimeno tiene en la barcelonesa Plaza de Cataluña.

Dentro de Fidere descansan las 1.860 viviendas con protección pública que el Ayuntamiento de Madrid vendió a Blackstone hace dos años, además de otras promociones que el fondo ha ido adquiriendo posteriormente a entidades como Bankia, Banco Popular o FCC; URO Property es propietario de un tercio de las sucursales de Santander, entidade que es, al mismo tiempo, inquilino, principal acreedor y accionista de la socimi; mientras que Autonomy es propietaria de varios edificios de oficinas, entre los que destacaba el número 4 de la Gran Vía de Madrid.

Todas estas propiedades convierten a estas socimis en las mayores del MAB, especialmente a las tres primeras: Zambal capitaliza 599,5 millones de euros; URO Property, 236 millones; y Fidere, 212,2 millones, cifras que les permitirían cotizar en el Mercado Continuo, opción que han rechazado, entre otros motivos, porque se trata de un parqué mucho más exigente en transparencia y, por tanto, más expueso a los focos que el MAB.

El anonimato del MAB

Precisamente, una de las ventajas que ofrece el Mercado Alternativo para este perfil de empresa, que trata de pasar desapercibida, son sus menores requisitos de información, lo que convierte a este parqué en la plataforma perfecta para que estas sociedades puedan cumplir con su obligación de ser vehículos cotizados bajo un menor escrutinio público.

Por ley, cuando una sociedad inmobiliaria se acoge al régimen de socimi, tiene un plazo máximo de dos años para salir a bolsa, requisito que se cumple con emitir apenas dos millones de euros. El hecho de tratarse de un mero trámite, un paso burocrático que debe darse para cumplir con la normativa de socimis, es el principal argumento esgrimido por estas sociedades para explicar su rechazo a celebrar su salto al parqué con el toque de campana.

Sin embargo, en el MAB hay otras siete socimis cotizadas que sí cumplieron con la tradición y aceptaron ponerse bajo los focos, un acto que celebraron por todo lo alto a pesar de tratarse de vehículos mucho más pequeños. De hecho, casi toda ellas tienen una capitalización inferior incluso a la de Autonomy que, con 86 millones de euros, sólo es superada por Entrecampos (108 millones) y Trajano (97,8 millones).

El buscado anonimato de Zambal, Fidere y URO coincide, además, con la necesidad de gestionar complejas situaciones en torno a estas tres grandes socimis. En el caso del vehículo controlado por Blackstone, su estreno en el parqué hace dos meses se produjo en medio de un encendido debate respecto a la venta de viviendas pública, polémica alimentada por el nuevo equipo de Gobierno de Madrid.

URO Property lleva mucho tiempo trabajando para desligar su pasado de Oleguer Pujol, ya que esta socimi es la heredera de la antigua Samos, y en enderezar financieramente la sociedad. Pero, como le ocurrió a Fidere, cuando llegó el momento de estrenarse en el parqué, éste quedó empañado por las negativas noticias que cada día surgían en torno a la familia Pujol.

En el caso de Zambal, su gestora, IBA Capital, siempre ha tratado de pasar desapercibida hasta el punto de que dos de sus operaciones más importantes, la compra de los centros de El Corte Inglés en Madrid y Barcelona, se filtraron mucho después de haberse realizado.

Una fiesta, la puesta de largo ante los mercados, la celebración de años de esfuerzos que han permitido llegar a una compañía hasta la cotizada bolsa de valores. Todo esto simboliza el toque de campana, una tradición con la que se da la bienvenida a las empresas que saltan al parqué y que, al mismo tiempo, sirve para dar poner voz y rostro a los primeros espadas que se incorporan al parqué.

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