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Los tres lastres que mantendrán la presión bajista sobre el petróleo
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Los tres lastres que mantendrán la presión bajista sobre el petróleo

Todos los elementos apoyan nuevos descensos del crudo y el primer y fundamental asunto que preocupa estos días a los inversores, en contra de lo que se pueda pensar, no es Grecia

Foto: Imagen de una planta extractora de petróleo. (Reuters)
Imagen de una planta extractora de petróleo. (Reuters)

Estos días, Grecia eclipsa toda la información referente a los mercados. Es la justificación a casi cualquier movimiento que se produce en los parqués, incluso en lo que al petróleo se refiere. De hecho, parte del desplome experimentado ayer por el barril de crudo, más de un 6%, se puede deber al 'no' a los recortes de la troika obtenido en el referéndum heleno, pero no es el único conductor de la caída. Claro que eso no lo explica todo.

El petróleo está en el punto de mira desde hace un año cuando los precios entraron en una espiral bajista que lastraron el barril -tanto el West Texas de referencia en EEUU como el Brent Europeo- más de un 50% hasta tocar sus mínimos en marzo hacia los 50 dólares dependiendo de la referencia. Desde entonces, inició un suave rebote para estabilizarse en el entorno de los 65-70 dólares por barril. Pero esta nueva caída vuelve a poner de manifiesto que el escenario principal para el crudo es bajista.

No en vano, todos los elementos apoyan nuevos descensos de los precios, al menos en el corto y medio plazo. En primer y fundamental asunto que preocupa estos días a los inversores, en contra de lo que se pueda pensar, no es Grecia. Sí es verdad que es un factor a tener en cuenta, en tanto que su salida puede afectar a la estabilidad de la Eurozona y con ello a la demanda, pero no es el único y, por su puesto, no es el más importante.

Así, el principal problema que tiene el sector es la sobreoferta que hay en el mercado. Ya en noviembre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió mantener la producción a pesar de esta circunstancia y del desplome de los precios, y ahora en junio se ha mantenido en sus trece. Es por ello que, con el bombeo de barriles en el nivel más alto de su historia, los inversores ven con preocupación el rumbo que están tomando las negociaciones en Viena con Irán para llegar a un acuerdo sobre su programa nuclear.

Y es que el conflicto que dura ya más de dos años por el control sobre sus supuestas aplicaciones militares y las consiguientes sanciones al país impuestas por Estados Unidos podría tocar a su fin si los jefes de la diplomacia del llamado P5+1, es decir, EEUU, Reino Unido, Rusia, China, Francia, Alemania e Irán, llegan esta semana a un acuerdo sobre los principales puntos de divergencia en uno de los problemas más complejos y sensibles que hay en estos momentos en las relaciones internacionales. Estos son, la duración del acuerdo, las inspecciones internacionales y el ritmo al que se levantarían las sanciones.

Es en este último punto en el que el mercado del petróleo tiene puesta toda su atención, ya que supondría la entrada del crudo iraní al circuito inflando aún más los inventarios del petróleo en un momento en el que existen serias dudas sobre la capacidad de la demanda para absorber al sobre oferta.

No en vano, el otro foco de atención para los inversores del sector está en China y el miedo a que la segunda potencia del mundo y el mayor importador de petróleo tras superar a EEUU el pasado mes de mayo, colapse. Así, las turbulencias de los últimos días, con el hundimiento de su bolsa, la bajadas de los tipos de interés por parte de su banco central y las medidas de urgencia adoptadas por el Gobierno para estabilizar la situación han vuelto a disparar los temores sobre el aterrizaje de la economía del gigante asiático.

De hecho, el barril ha sido incapaz de mantener el rebote del martes y sde ha venido abajo por la tarde, lo cual es una clara señal de debilidad. No hay que perder de vista que este mercado no ha dejado de ser bajista en el último año, a pesar de que la suave recuperación del segundo trimestre pudiera confundir a los más ingenuos.

Estos días, Grecia eclipsa toda la información referente a los mercados. Es la justificación a casi cualquier movimiento que se produce en los parqués, incluso en lo que al petróleo se refiere. De hecho, parte del desplome experimentado ayer por el barril de crudo, más de un 6%, se puede deber al 'no' a los recortes de la troika obtenido en el referéndum heleno, pero no es el único conductor de la caída. Claro que eso no lo explica todo.

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