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Los mercados tiemblan ante un lunes negro por el inminente impago de Grecia
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EL BCE SACA TODA LA ARTILLERÍA PARA FRENAR EL DERRUMBE

Los mercados tiemblan ante un lunes negro por el inminente impago de Grecia

El escenario está dispuesto para un lunes de pánico en los mercados europeos, aunque quizá no sea tan sangriento. La artillería del BCE y las expectativas de una solución in extremis pueden evitarlo

Foto: Protestas contra el euro. (Reuters)
Protestas contra el euro. (Reuters)

La ruptura de las negociaciones entre Grecia y la troika (Comisión Europea, BCE y FMI) el viernes tras el anuncio del referéndum por parte deAlexis Tsipras, la decisión del BCE de no incrementar la liquidez de emergencia para los bancos griegos y las restricciones a la retirada de efectivo por los ciudadanos han acercado mucho el escenario no ya de impago –que se da por hecho–, sino de salida del país del euro. Es decir, lo que más temían los inversores después de que la semana pasada subieran con fuerza descontando justo lo contrario, es decir, una solución al conflicto. Por tanto, todo está dispuesto para un lunes negro en los mercados europeos [siga en directo la reacción de los mercados al corralito griego].

En principio, se prevé un derrumbe del euro frente al dólar y de la deuda de los países periféricos, con la consiguiente subida de las primas de riesgo frente al Bund alemán, que debe actuar como refugio del dinero que huya despavorido de estos países, entre ellos España. Y, por supuesto, se espera un duro castigo para las bolsas, en especial las de estos estados. Y, en especial, del sector financiero, que es el más afectado por el impago griego y la subida de los tipos de la deuda. Aunque también debería extenderse a otros sectores con alto endeudamiento, como eléctricas o constructoras.

Como es sabido, Tsiprasanunció el domingo por la tarde el cierre temporal de los bancos, aunque no detalló la duración de este corralito, el segundo que se impone en la Historia del euro tras el de Chipre. Esta medida es la reacción a la decisión del BCE de no incrementar las líneas de liquidez de emergencia para los bancos del país tras la retirada masiva de efectivo en los cajeros durante el fin de semana. Una decisiónque a su vez es consecuencia del rechazo de los ministros de la zona euro a prorrogar el rescate después del anuncio del referéndum por parte del Gobierno heleno el viernes por la noche.

Draghi vuelve a sacar el cañón

No obstante, también hay motivos para pensar que, aunque un batacazo es seguro, no tiene por qué ser demasiado dramático pese a todo. El primero y más importante es que el BCE anunció ayer que tomará "todas las medidas necesarias para mantener la estabilidad de la política monetaria en la zona euro". Eso significa queMario Draghicomprará todos los bonos que hagan falta para frenar el hundimiento de los precios de la deuda periférica, dentro de su programa de compra de activos (Quantitative Easing, QE).

Hace dos semanas, el propio Draghi advirtió de que no pensaba intervenir en el mercado para frenar la caída de la deuda periférica desatada tras las elecciones municipales y autonómicas en España, ya que los inversores debían acostumbrarse a convivir con la volatilidad. Pero la situación de este lunes va mucho más allá de esa "volatilidad", lo que sí justifica, a juicio del presidente de la autoridad monetaria, una intervención masiva en el mercado.

Y ya se sabe lo que significa cuando Draghi dice"whatever it takes". Es la mítica frase que pronunció en el verano de 2012 cuando, tras los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal, España estaba al borde del abismo con la prima de riesgo en 600 puntos básicos y casi se consideraba inevitable su rescate e incluso su salida del euro. A partir de ahí, el mercado dio un giro de 180 grados y las primas de riesgo iniciaron un camino descendente que ha llevado a la española por debajo de los 100 puntos básicos.

Confianza en un acuerdo de última hora

Otro motivo para pensar que la sangre no llegará al río es que ninguno de los implicados en la crisis, tanto las autoridades internacionales como el Gobierno griego, quieren llevar al país al abismo que supondría eldefaulty la probable salida del euro, tal como hadescrito enEl ConfidencialS. McCoy: fuga masiva de capitales,corralito indefinido, quiebra masiva del sistema financiero, imposibilidad de acceder a financiación exterior ycolapso de la economía. Por eso, el analista deCotizaliaconsidera que es probable una negociaciónin extremisque permita salvar los muebles, que apruebe el resto del acuerdo y deje sólo una pequeña parte abierta a referéndum.

Beat Siegenthaler, deUBS, añade que es probable que el referéndum del próximo domingo arroje un resultado favorable al acuerdo.A su juicio, aunque la situación en Grecia "probablemente disparará la aversión al riesgo en todos los mercados este lunes, las últimas encuestas indican que la mayoría de la población griega apoya el paquete de medidas propuesto por los acreedores. Por tanto, si el resultado es un 'sí', entonces los acreedores trabajarán duro para mantener a Grecia dentro de la zona euro. Por tanto, puede que no veamos una huida completa del riesgo este lunes, ya que todavía existe una probabilidad de que se evite el 'Grexit' pese a todo".

Una tercera razón para evitar un pánico descontrolado es que el principal perdedor de la situación de Grecia es... Grecia, no el resto de los periféricos. Como recuerdaNick Kounis, de ABN Amro, "la exposición a Grecia del resto de países de la zona euro es mucho menor que en el pasado", por lo que ahora el impago no tendría un efecto devastador ni sobre las finanzas públicas ni sobre bancos considerados sistémicos. Este analista también considera que "los políticos de los demás países intervendrán porque la confianza en el resto de la zona euro se está viendo afectada por la crisis griega, por lo que asumimos que se restablecerá la calma de forma relativamente rápida".

La ruptura de las negociaciones entre Grecia y la troika (Comisión Europea, BCE y FMI) el viernes tras el anuncio del referéndum por parte deAlexis Tsipras, la decisión del BCE de no incrementar la liquidez de emergencia para los bancos griegos y las restricciones a la retirada de efectivo por los ciudadanos han acercado mucho el escenario no ya de impago –que se da por hecho–, sino de salida del país del euro. Es decir, lo que más temían los inversores después de que la semana pasada subieran con fuerza descontando justo lo contrario, es decir, una solución al conflicto. Por tanto, todo está dispuesto para un lunes negro en los mercados europeos [siga en directo la reacción de los mercados al corralito griego].

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