FCC prevé emitir bonos para aprovechar la ventana de liquidez y abaratar su deuda

La primera Junta General de Accionistas de FCC con Carlos Slim como primer accionista, celebrada ayer en Madrid, no contó con la presencia del mexicano, que se disculpó alegando compromisos internacionales previos a la convocatoria de esta cita. Tampoco acudió Bill Gates, tercer inversor del grupo por detrás del azteca y de Esther Koplowitz, a un encuentro que se caracterizó por su escasa participación, ya que entre el capital presente y representado apenas se sumó un 59,9% del accionariado, cuando sólo estos tres socios suman ya el 54%.

Quién sí acudió fue Gerado Kuri Kaufmann, el hombre fuerte del mexicano en España, así como todas las representantes de la familia Koplowitz, la madre, Esther, y sus tres hijas, Esther, Alicia y Carmen Alcocer Koplowitz. La mayoría accionarial que suman junto a Slim permitió sacar adelante todos los puntos del orden del día en una Junta que apenas contó con cuatro preguntas por parte de los minoritarios, en gran parte dedicadas a agradecer a la hija del fundador haber conseguido mantener a flote la compañía a pesar de los duros momentos vividos y de que ello le haya supuesto perder el control.

Slim ha sido una figura clave en el salvamento del grupo, al haber suscrito el pasado diciembre una ampliación de capital por importe de 1.000 millones de euros que le permitió hacerse con el 25,63% del capital, frente al 22,5% de Koplowitz. Con su entrada, culminó un largo proceso de refinanciación de la deuda del grupo, que actualmente asciende a 5.000 millones de euros, con el grueso de su vencimiento en 2018 y a un tipo medio del 5,2%.

Aunque estas condiciones parecían un maná llovido del cielo a finales del pasado ejercicio, debido a los agónicos momentos que atravesó el grupo, el actual entorno de tipos cero y exceso de liquidez ha convencido a los responsables de la compañía, con el propio Carlos Slim a la cabeza, de la necesidad de volver a acomodar estos compromisos financieros.

Como adelantó El Confidencial, el mexicano está ya trabajando con el escenario de reestructurar la deuda, un reto que la empresa quiere abordar mediante emisiones de renta fija, que le permitan beneficiarse del histórico contexto de tipo bajos. Aunque todavía no hay dado un mandato oficial a ningún banco de inversión, FCC cuenta ya con el visto bueno de sus accionistas para poder emitir hasta mil millones de euros en bonos y otros 500 millones en convertibles.

Continúan los ajustes

El propio Juan Béjar, consejero delegado del grupo, reconoció ayer que uno de los objetivos inmediatos de la compañía, para este mismo 2015, consiste en abaratar la estructura financiera aprovechando las condiciones de liquidez actuales y fortaleciendo la generación de caja libre. En esta misma línea, el directivo ha señalado que FCC debe rebajar su actual ratio de apalancamiento desde la 6,2 veces ebitda actuales hasta situarlo por debajo de las 4 veces, hito que, cuando se consiga, abrirá la puerta a volver a repartir dividendo.

El grupo de construcciones y servicios cerró 2014 con una facturación de 6.334 millones de euros, un ebitda de 804 millones y unas pérdidas de 724,3 millones derivadas de un saneamiento extraordinario por importe de 781 millones que se acordó con Slim llevar a cabo para que éste suscribiera la ampliación de capital.

Para mejorar su apalancamiento, además de cerrar nuevas desinversiones, como la inmediata de Glovalbía, cuyo participación FCC tiene valorada en libros en 225 millones, y continuar reduciendo costes,la compañía se ha fijado como máxima concurrir sólo a aquellos proyectos que sean generadores de caja y que garanticen un beneficio bruto de, al menos, el 5%.