El primer gran susto para los inversores que llegaron del depósito

"Soy absolutamente nueva en esto y creo que he metido la pata contratando elfondo equilibrio la Caixa. Lo compre el día 15 de abril de 2015, y desde ese díaúnicamente hay bajadas. ¿Que hago?" Escribía hace pocoesta preguntauna preocupada inversora en un post enUnience. Su nick dentro de la red social de finanzas era 'elocuente': Nuevaenfondos.

Es sólo una de los cientos de miles de inversores que en los últimos meses han llegado al mundo de los fondos de inversión, impulsados por la recomendación de la sucursal bancaria. Hasta ahora tenían depósitos y estaban tranquilos. Nunca veían bajar el dinero en la imposición a plazo fijo. Siempre estable. El único que riesgo que asumían era problemas en la entidad y ante ese riesgo estaba el respaldo del Fondo de Garantía de Depósitos. O al menos los primeros 100.000 euros. Pero ahora todo esto ha cambiado.

La rentabilidad de los depósitos que vencen es ridícula. Y más aún para ahorradores que vienen de rentabilidades notables en sus depósitos. Si quieren algo más de ganancia, no les queda otra que asumir más riesgo. Si a usted le ha pasado, en su banco le habrán dado un argumento parecido a este: "Mira, el depósito ya no te va a dar nada, tenemos estos fondos aquí que, asumiendo muy muy poco riesgo, puedes tener una rentabilidad mayor".

Pero una cosa es escuchar que algo tiene mayor riesgo a cambio de mayor rentabilidad y otra cosa incorporarlo a tus emociones, cuando un ahorrador está acostumbrado a un plazo fijo. Cuando 'nuevaenfondos' plasmó su preocupación en Unience, el fondo en el que había invertido apenas había caído un 0,3% desde su precio de compra una semana antes... Después ha ido retrocediendo un poco más, pero por debajo del 1% de retroceso en total.

Para cualquier inversor se trata de una caída bastante aceptable en un mercado que en las últimas semanas ha vivido un auténtico terremoto en la renta fija. Y no en cualquiera, sino en la considera más segura: la deuda pública de los gobiernos, especialmente el alemán.Pero eso al inversor en depósitos le daba igual, y ahora ve que su cartera pierde valor."Los fondos se mueven, tienen valor liquidativo diario... Y eso genera una necesidad mayor de aumentar la comunicación con el cliente", reconocen desde una de las mayores gestores de España.

Una renta fija no tan fija

La tarea resultará compleja si los mercados entran en una fase de problemas en la renta fija, el activo donde está la mayor parte de la cartera de los fondos que están ofreciendo las entidades a estos inversores. Puede que muchos ahorradores descubran ahora que la renta fija no es tan fija.Pero no sólo eso.

La mayoría de los fondos que más dinero están captando en los últimos meses son mixtos, con la mayor parte en bonos pero una parte menos importante de la cartera en bolsa. Es la única forma que tienen los gestores de intentar encontrar algo más de rentabilidad. En el caso del fondo que tenía nuestra amiga, el Foncaixa Equilibrio, que es el mayor de España ahora mismo con más de 9.000 millones de euros gestionados y que, por cierto,acaba de cambiar de gestor.

A 30 de abril, este producto tiene una exposición del 20% a renta variable. "Si la renta fija gubernamental sigue corrigiendo, lo normal es que el fondo sufra en la cartera de renta fija. El resultado global de la cartera dependerá de lo que pase con el resto de los activos, fundamentalmente, la renta variable", explican desde la gestora."En renta variable, seguimos viendo atractivo sobre todo en los mercados europeos y japonés, empezamos a invertir también en la renta variable emergente y por supuesto en Estados Unidos con sesgo a tecnológicas", añadían.

Sin esta búsqueda de rentabilidad en las acciones, será muy complicado en los próximos años encontrar rentabilidad. Pero será a costa de mayor volatilidad a corto plazo, según sostienen la mayoría de gestores en sus informes.Y ahí, el ahorrador que se ha tenido que convertir en inversor casi a la fuerza lo pasará mal. Lo visto en el último mes en los mercados ha sido sólo el primer susto.