Es noticia
La inesperada insinuación de Mario Draghi: ¿y si el BCE ya ha hecho todo su trabajo?
  1. Mercados
el bce no anuncia medidas en marzo

La inesperada insinuación de Mario Draghi: ¿y si el BCE ya ha hecho todo su trabajo?

Se esperaban medidas. Y no las hubo. Pero no solo eso. Es que la entidad, hasta la fecha "lista" para actuar, dejó entrever que puede que no haya más

Foto: El presidente del BCE, Mario Draghi, durante la rueda de prensa de ayer
El presidente del BCE, Mario Draghi, durante la rueda de prensa de ayer

Dos claves: medio plazo y tipos de interés reales. Dos esperanzas: que el primero le dé la razón y que los segundos le ayuden. Y dos riesgos: que sus previsiones estén equivocadas y que los efectos de la actual política monetaria no funcionen.

Es el balance que deja la reunión de marzo del Banco Central Europeo (BCE), que arrojóun panorama muy distinto al que se esperaba. Porque ya no es que la entidad presidida por Mario Draghi no anunciaraninguna medida monetaria adicional, lo más sorprendente es que el banquero italiano insinuóque si se cumple su hoja de ruta todo lo que tenía que hacer el BCE ya está hecho. Es decir, que si esas dos esperanzas vinculadas a esas dos claves resultan ciertas, la entidad se limitaría en adelante a poner el piloto automático -dejar los tipos como están y facilitar financiación barata a los bancos- e ir recogiendo los frutos de esa estrategia monetaria.

Los precios volverán al redil a medio plazo...

Todo dependerá de esas dos variables: del medio plazo y de los tipos reales. La primera está directamente vinculada con la inflación, es decir, con el pilar en torno al que se sostiene el edificio del BCE. Ayer, Draghi se aferró todo lo que pudo al detalle de su mandato, que literalmente expone que su misión es "mantener la inflación por debajo, pero cerca, del 2%a medio plazo". Esa coletilla temporal se incluyó en su momento para evitar que el BCE se precipite en sus decisiones; es decir, que se aleje del ruido del corto plazo y tome sus decisiones con mayor reposo y pensando en un horizonte temporal mayor.

Por eso, aunque en sus nuevas proyecciones rebajó en una décima, hasta el 1%, la inflación prevista para este año y mantuvo sin cambios, en el 1,3%, el pronóstico para 2015, abrazó las cifras de 2016, estrenadas ayer, para justificar por qué el BCE no se siente presionado para actuar. Para dentro de dos años, anunció que la inflación se situaráen el 1,5% y fue aún más allá al precisar en qué nivel estará en el último trimestre de ese año: en el 1,7%. Es decir, prácticamente en su objetivo de que esté por debajo, pero cerca, del 2% a medio plazo.

El detalle de concretar la inflación del cuarto trimestre de 2016 y el tiempo que el banquero italiano dedicó a explicar por qué los precios se han enfriado dejan entrever, en conjunto, que la entidad descarta más iniciativas

La cuestión es: ¿2016 es medio plazo? Y la respuesta es que sí... porque el horizonte temporal del BCE es voluntariamente impreciso. "El BCE no ha definido el medio plazocon referencia a unhorizonte predeterminado, sino que este concepto conlleva, intencionadamente, ciertaflexibilidad en lo que respecta al horizonte temporal exacto", admite la propia entidad.

Junto a la intención de mostrar el detalle del cuarto trimestre de 2016, cuando el BCE no suele hablar de periodos tan cortos sino de años enteros, el viraje estratégico que Draghi pretendió ayer se observó en el tiempo que dedicó a los factores coyunturales que laten tras la baja inflación actual. En su opinión, si la inflación lleva cinco meses por debajo del 1% se debe, en parte, al abaratamiento de la energía, a la fortaleza del euro -según sus cálculos, cada 10% de aprecación resta 4 o 5 décimas a los precios- y los ajustes en las economías periféricas.

Como confía en que estos factores remitan, porque en paralelo también vislumbra una progresiva mejoría del crecimiento, puesto que del 1,2% previsto para este año se pasará a un 1,5% en 2015 y a un 1,8% en 2016,no se siente excesivamentepreocupado. Todo lo que Draghi concedió es que la Eurozona encara "un largo periodo de baja inflacion".

...y permitirán que la política monetaria sea más expansiva

Eso es precisamente lo que espera Draghi. Como, por un lado,él se ha comprometido -así lo reiteró ayer- a mantener los tipos en el 0,25% en el que se encuentran ahora durante "un extenso periodo de tiempo" y como, por otro, anticipa que la inflación irá subiendo gradualmente, su hoja de ruta contempla quelos tipos reales se irán haciendo cada vez más negativos.

Draghi confía en que unos tipos de interés reales cada vez más negativos obren el 'milagro' de ir haciendo más efectiva su política sin necesidad de adoptar más medidas

Es decir, sin anunciar ninguna rebaja adicional de los tipos de interés, su política se expandirá conformela inflación repunte. Y sería entonces cuando, con el piloto automático y sin necesidad de más medidas, se obraría el milagro de hacer más efectiva su estrategia."Si ese escenario se cumpliera, el BCE no buscaría relajar su política monetaria en 2014 a la espera de que eso ocurriera de facto en uno o dos años", destaca Tom Rogers, de Ernst & Young Eurozone Forecast.

El peligroso juego de las expectativas

Y aún hubo más. Casi sin transición con respecto a la posición que había expuesto en las últimas citas, el BCE enfrió la posibilidad de adoptar más medidas monetarias. PorqueDraghi manifestó en públicosus dudas con respecto a otras alternativas, como el lanzamiento de un programa de compras de activos bancarios o la interrumpción de la esterilización de las compras de deuda pública que ejecutó entre 2010 y 2012."En marzo se da paso a un alejamiento sin plazo de cualquier tipo de acción adicional del BCE", subraya Marián Fernández, directora de estrategia de Inversis Banco. "El BCE parece incluso menos dispuesto a optar por medidas no convencionales más radicales tras esta reunión", confirman desde Credit Agricole.

Pese a que el presidente de la entidad admitió que el Consejo de Gobierno mantuvo ayer "una amplia discusión" para reducir los tipos y emprender otras iniciativas, esta confesión sonó menos convincente que las inesperadas insinuaciones de complacenciacon las que fue salpicando su discurso. Y el problema para Draghi es que su nuevodiscurso contrasta con el mostrado en los últimos meses, en los que ha enfatizado una y otra vez que estaba "preparado" para actuar y que todas las opciones estaban sobre la mesa.

Estesalto le lleva a pisarel peligroso terreno de alentar unas expectativas que luego no se ven cumplidas, con el consiguiente riesgo de perder credibilidad. Más que nada, por la confusión que puede generar pasar tan rápido de una situación de emergencia, en la que se mostraba dispuesto a hacer casi cualquier cosa, a otra mucho más complaciente sin que por el camino ni en sus previsiones se haya sentido una mejoría tan notable para ello. Un síntoma adicional confirma esa actitud más condescendiente: su despreocupación con respecto al euro pese a que ayer se apreció hasta los 1,386 dólares, con lo que está en zona de máximos desde 2011,y amenaza con acelerarse hasta los 1,40 dólares si Estados Unidos no lo remedia.

Aunque el principal problema es otro.Son esos dos riesgos.Esto es, que las previsiones no se cumplan y que los tipos de interés reales negativos no surtan el efecto deseado por el banquero italiano. En ese caso, y como ha sido costumbre en la casa, el BCEreaccionará porque antes no ha sido capaz de prevenir. Draghi ha cambiado muchas cosas en Fráncfort. Pero no todas.

Dos claves: medio plazo y tipos de interés reales. Dos esperanzas: que el primero le dé la razón y que los segundos le ayuden. Y dos riesgos: que sus previsiones estén equivocadas y que los efectos de la actual política monetaria no funcionen.

Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi Política monetaria Tipos de interés Inflación
El redactor recomienda