Yellen "promete" continuar el trabajo de Bernanke... y la retirada de los estímulos

"Prometo continuar ese trabajo". Con esta declaración de intenciones, la nueva presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, no sólo ha rendido tributo a su predecesor, Ben Bernanke, sino que ha mostrado bien a las claras que está de acuerdo con lo que hizo -no en vano, fue su vicepresidenta desde 2010-, que lo apoya y que tiene previsto comandar una transición tranquila al frente del banco central de Estados Unidos. Lo ha proclamado este martes ante la Cámara de los Representantes, en la que ha protagonizado su puesta de largo oficial, tras haber accedido al cargo el pasado 1 de febrero.

Para que ese mensaje no se quedara ahí, Yellen ha sido aún más contundente. "Yo serví en el Comité [Federal del Mercado Abierto, el que define la política monetaria en EEUU] cuando se formuló la actual estrategia y apoyo con fuerza esa estrategia, que está diseñada para cumplir el mandato estatutario de la Fed [de perseguir] el máximo empleo y la estabilidad de los precios", ha asegurado.

Consciente por tanto de la herencia recibida, está dispuesta a dar continuidad a los últimos pasos. Esto es, a seguir recortando el volumen del tercer programa de expansión cuantitativa (QE3). Después de que Bernanke ya lo rebajarade 85.000 a 75.000 millones de dólares mensuales en diciembre y que luego lo recortara hasta 65.000 millones en enero, Yellen ha anticipado que "el Comité posiblemente reducirá el paso de las compras de activos en más masos mesurados en futuras reuniones". Es decir, ha preparado el terreno para acometer otro tijeretazo en la cita de los días 18 y 19 de marzo.

Ahora bien, precisamente porque Yellen ha participado en el diseño de las extraordinarias medidas de estímulo aplicadas por la Fed en los últimos años, se ha procurado todo el margen de flexibilidad que ha podido. Primero, con relación al QE3, puesto que ha dicho que la velocidad de su retiradadependerá de cómo evolucionen el mercado laboral y los precios. "Las compras no están en modo piloto automático", ha precisado, haciendo suya una de las observaciones ya manejadas por Bernanke.

Y en segundo lugar, Yellen también se ha abierto un ángulo de flexibilidad con respecto a los tipos de interés. Consciente de que la Fed se comprometió en 2012 a no subir los tipos, que están entre el 0 y el 0,25% desde diciembre de 2008, mientras el paro siga por encima del 6,5% y de que el desempleo está ya en el 6,6%, la presidenta de la Fed ha querido dejar claro desde ya que en sus planes no entra encarecer el precio del dinero en breve. "Cruzar uno de esos objetivos -que el paro baje del 6,5% y la inflación supere el 2%- no provocará automáticamente un incremento de los tipos", ha matizado.

De este modo, ha precisado que los intereses únicamente subirán si "ese aumento se justificadesde una perspectiva económica más amplia". Y aún ha sido más categórica: "Estoy comprometida con conseguir las dos partes de nuestro mandato dual: ayudar a que la economía regrese al pleno empleo y que la inflación retorne al 2%". Considerando que Yellen ha afirmado que "la recuperación del mercado laboral se encuentralejos de estar completada", está diluyendo la importancia de ese nivel del 6,5% como palanca a partir de la cual se activaría una subida de los tipos. Por el momento, las intenciones de la Fed pasan por no tocarlos al menos hasta 2015.

No hay "burbuja"

Con respecto a la situación de los mercados financieros, la presidenta del banco central de Estados Unidos se ha mostrado convencida de que la sacudida vista en los emergentes en enero y la volatilidad que le sucedió no constituyen una amenaza para la primera economía del mundo. "Hemos estado mirando muy de cerca la reciente volatilidad en los mercados financieros. Nuestra sensación es que, por el momento, estos acontecimientos no suponen un riesgo sustancial para las perspectivas económicas de EEUU".

Como era de esperar, Yellen también ha tenido que hacer frente a preguntas de los congresistas con respecto a la influencia que las políticas de la Fed han tenido en el precio de los activos. Y aunque ha admitidoque han contribuido a impulsar las cotizaciones, ha negado que exista una "burbuja" en las cotizaciones estadounidenses.