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El rendimiento de la deuda española está un 40% por debajo de su media en la 'era euro'
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el bono a dos años, bajo el 1%

El rendimiento de la deuda española está un 40% por debajo de su media en la 'era euro'

La deuda pública española está de dulce en 2014. Muestra los intereses más bajos de los últimos años e incluso de la historia. Pero cuidado con los sustos

Foto: El secretario general del Tesoro y Política Financiera, Íñigo Fernández de Mesa
El secretario general del Tesoro y Política Financiera, Íñigo Fernández de Mesa

Es para pellizcarse. La deuda pública española, que estuvo totalmente contra las cuerdas en el verano de 2012, vive en el arranque de 2014 una realidad absolutamente distinta. La tensión, reflejada en los rendimientos más altos desde los años 90 -es decir, desde los tiempos de la peseta-, ha dado paso a una relajación que propiciado las rentabilidades más bajas de los últimos años e incluso de todos los tiempos. Es más, el rendimiento de la deuda española se encuentra ahora un 40% por debajo la media que ha registrado desde el nacimiento del euro.

Los descuentos son más acusados en los plazos más cortos. El interés de lasletras a 12 meses, que desde 1999 muestran una media del 2,76%, se limita ahora al 0,70%, es decir, un 75% por debajo. En el caso de los bonos a 2años, cuyo rendimiento llegó a situarse ayer durante la sesión bajo el 1% por primera vez en la historia, se encuentra un 70% por debajo del 3,15% mostrado en la trayectoria del euro.

A medio y largo plazo, las comparaciones también benefician ahora con claridad a la deuda española. Los títulos a cinco años están ahora en el 2,29%, cuando su promedio se acerca al 4%. En el caso de los títulos a 10 años, el 3,8% actual se aleja del 4,57%, en tanto que los plazos más largos, a 15 y 30 años,habituados a moverse en torno al 5%, están ahora en el 4,2 y en el 4,7%, respectivamente.

El descenso de los intereses en el comienzo de 2014, que da continuidad al movimiento visto durante 2013, puede ayudar a abaratar la factura de los intereses. Para este año, los Presupuestos contemplaban que se situaría en 36.600 millones de euros, y el Tesoro aspira a que ocurra lo que ya pasó durante el pasado ejercicio: según los cálculos del organismo emisor, la caída de las rentabilidades permitió un ahorro de costes de 8.700 millones.

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Estos rendimientos tienen su correspondiente reflejo en los diferenciales de la curva de rendimientos de la deuda española con respecto a la alemana. La miniprima de riesgo, que mide la distancia entre los bonos españoles y alemanes a dos años, que llegó a escalar hasta los 671 puntos básicos en julio de 2012, se ha estrechado ahora hasta los 80 puntos básicos, el nivel más bajo desde 2010. Y la prima de riesgo, que calcula la diferencia entre los títulos a 10 años de ambos países, se limita actualmente a 188 puntos básicos, lejos de los 650 puntos a los que se situó en los momentos de mayor tensión.

Desde Banco Madrid, consideran que el estrechamiento de los diferenciales puede tener continuidad.“Consideramos que la prima de riesgo puede cerrar el año en unos niveles de 150 puntos”, apuntan. Eso sí, con un matiz:“Vemos una continuidad en la mejora de España con respecto a Alemania, pero eso no significa que los tipos de interés vayan a bajar. El mercado está cerca de alcanzar niveles mínimos”. Es decir, el acercamiento entre ambas referencias podría producirse no sólo por lo que ha caído -o pueda seguir cayendo- el rendimiento de los bonos españoles, sino también por el repunte del interés de los bonos alemanes.

Efecto de vuelta...

Ahora bien, el efecto beneficioso que la situación actual tiene para las arcas públicas no puede ocultar que, a medio plazo, la situación puede resultar menos favorable. Como subrayó esta semana el secretario del Tesoro, Íñigo Fernández de Mesa, en la presentación de la Estrategia de Financiación para 2014, durante el pasado año se produjo una progresiva "vuelta a la normalidad" en los costes de financiación y las condiciones del mercado tras los tensos momentos sufridos en 2012.

Sin embargo, y pese a quepor ahora esa normalización ha mostrado su mejor cara, en el futuro podría mostrar una menos amable. Porque, si se asienta,esa "vuelta a la normalidad" comportará un mayor crecimiento en la Eurozona y en el resto del mundo y, en consecuencia, un repunte de los rendimientos ante la expectativa de una mayor inflación que empuje a los bancos centrales a retirar primero sus estímulos más excepcionales para, posteriormente,subir los tipos de interés. Como matizan desde Banco Madrid, "los posibles aumentos de rentabilidad [en la deuda] de EEUU y Alemania, donde podrían repuntar ante los buenos datos macroeconómicos que se están dando, sobre todo en EEUU”, podrían provocar un efecto arrastre sobre el conjunto de los intereses de la deuda pública.

Es decir, una vez que han remitido las tensiones, la normalización de la situación puede convertirse en un arma de doble filo. A España le conviene que sea lo más pausada posible para que no se tensen los rendimientos.Y más enun año como el actual, en el que el Tesoro pedirá a los inversores más dinero que nunca -242.370 millones de euros-yen el que hay que refinanciar vencimientos por un valor superior alos 175.000 millones de euros.

Es para pellizcarse. La deuda pública española, que estuvo totalmente contra las cuerdas en el verano de 2012, vive en el arranque de 2014 una realidad absolutamente distinta. La tensión, reflejada en los rendimientos más altos desde los años 90 -es decir, desde los tiempos de la peseta-, ha dado paso a una relajación que propiciado las rentabilidades más bajas de los últimos años e incluso de todos los tiempos. Es más, el rendimiento de la deuda española se encuentra ahora un 40% por debajo la media que ha registrado desde el nacimiento del euro.

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