Suecia no se libra: la deflación también acecha al banco central más viejo del mundo

Los precios son el tema del momento. En unos países, como varios emergentes, por su ascensión -inflación-. Y en otros, como varios de los desarrollados, por su descenso -deflación-. Ni siquiera los aparentemente estables países nórdicos se libran de inclinarse por un bando o por otro. Hoy ha sido Suecia, a través de ministro de Finanzas, Anders Borg, quien ha elevado su voz para advertir de que el mal de la deflación -caída general y continuada de los precios- constituye una amenaza real en su país. "La deflación es algo que deberíamos tomar muy seriamente y seguir con mucho cuidado", ha asegurado. Y por si había dudas, ha lanzado un recado a su banco central. "Asumo que el Riksbank también se toma la deflación en serio".

Con estas palabras ha certificado que el banco central sueco, el más antiguo del mundo porque fue fundado en 1668, también siente la presión del retroceso de los precios. El Riksbank, que es el nombre oficial de la entidad, ha mantenido los tipos de interés en el 1% durante todo 2013, pero las palabras de Borg y los datos de inflación anticipan la posibilidad de que la entidad gobernada por Stefan Ingvesejecute un recorte en su próxima reunión, que tendrá lugar a mediados del próximo mesy cuya decisión se conocerá el 17 de diciembre.

En octubre, los precios cayeron una décima en tasa interanual, con lo que volvieron a la secuencia bajista que ya mostraron en la primera mitad de 2013. Además,la economía sueca bordea la recesión, después de que se contrajera a una tasa intertrimestral del 0,2% entre abril y junio.

Este panorama provoca que el mercado esté comenzando a descontar esa rebaja de los tipos. Así se refleja en el mercado de divisas, en el que la corona cae con fuerza. Contra el euro se deprecia un 0,6%, hasta las 8,99 coronas, su cambio más bajo contra la moneda europea desde mediados de 2012. En lo que va de año, la corona ha perdido cerca de un 5% de su valor contra el euro. Con respecto al dólar, la corona se deja hoy un 0,7%, hasta las 6,7 coronas. Esta reacción no será vista con malos ojos por Borg, quien también ha subrayado la necesidad de vigilar el cambio de la corona para evitar la deflación.

Al mismo tiempo, la debilidad de la corona sueca se contagia a su vecina, la corona noruega, que también cede terreno. En concreto, baja un 0,3% contra el euro, hasta las 8,34 coronas, su mínimo desde finales de 2009. Y contra el dólar cae un 0,4%, hasta las 6,215 coronas.