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Japón tiene seis meses para demostrar que el 'Abenomics' no ha sido un fracaso
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el mercado dividido sobre su funcionamiento

Japón tiene seis meses para demostrar que el 'Abenomics' no ha sido un fracaso

Se han cumplido seis meses desde que Japón puso en marcha los estímulos. Y la primera conclusión que extrae es que el desacuerdo en el mercado es grande

Foto: Shinzo Abe, primer ministro de Japón
Shinzo Abe, primer ministro de Japón

Ha pasado casi un año desde que comenzó a gestarse la idea de que una política monetaria agresiva coordinada con profundas reformas estructurales podían acabar con más de una década de deflación en Japón y resucitar su economía. Era el germen del llamado Abemonics. De hecho, se han cumplido ya seis meses desde que el Banco de Japón anunció unas medidas de estímulo sin precedentes que duplicaránla masa monetaria en 2014 con el fin de alcanzar una inflación del 2%.Toca hacer balance. Y la primera conclusión que se puede extraer es que el desacuerdo en el mercado es importante.

De entrada, el dato del déficit comercial que se conoció a primeros de semana, con un récord de 4,98 billones de yenes entre abril y septiembre(unos 37.000 millones de euros) en elprimer semestre fiscal,ha llevado a los inversores a hacer la primera reflexión. “No está claro si toda la política monetaria de los quantitives easingva a servir o no. De momento, la situación no ha cambiado mucho”, asegura a Cotizalia Marc Garrigasait, gestor de Koala Capital.

“Los estímulos aumentan el coste de las importaciones y Japón es uno de los países que más dependedel exterior”, continúa el experto. “Es cierto que muchas empresas reconocen que han subido los precios, como quería el gobierno, pero lo han hecho por un aumento de los costes en lugar de por una reducción de la oferta doméstica como consecuencia de un repunte de las exportaciones y esto es inflación de lamala”, asegura Garrigasait.

En este sentido, el gestor es categórico: “Japón está quebrado por todos sitios y los próximos seismeses son determinantes, porque hasta ahora hemos visto la parte negativa del Abenomicsy ahora hay que esperar que realmente estas medidas radicales y desesperadas se traduzcan en un giro total”, concluye el gestor.

Y es que la clave para que funcionen las inyecciones masivas de liquidez que está llevando a cabo el Banco de Japón es que se acompañen de cambios estructurales,pero el primer ministro del país, Shinzo Abe, todavía no ha sacado la artillería pesada, la llamada tercera flecha, con reformas de calado que solucionen los problemas de productividad deficitaria, sobrecapacidad y poca eficiencia de la economía nipona.

Sin reformas estructurales, las inyecciones de liquidez no funcionan

En este sentido, el gobierno del país sólo ha asomado la patita con una subida del IVA del 5% al 8% a partir del 1 de abril, elprimer incrementode impuestos sobre el consumo en más de 15 años y siguiendo las directrices del Fondo Monetario Internacional. "Es como echarle chocolate a un pimiento, cuando muerdes sigue sabiendo a pimiento", asegura Daniel Lacalle, gestor de Ecofin, uno de los hedge funds de la City londinense.

"Hay un déficit comercial desorbitado, 15 ceros en la deuda del país en yenes y el Abenomicsno está teniendo el efecto que aplaudían en abril los mercados como el nuevo paradigma porque, realmente, han hecho lo mismo que llevan haciendo en los últimos 22 años, pero multiplicado a lo bestia", argumenta el gestor. "Es una bomba de relojería impresionante, porque toda esa liquidez se está transmitiendo a activos de riesgo", continúa. "No sabemos cuándo terminará pero sí cómo: con una crisis financiera de caballo. Se están haciendo un harakiri monetario", remata.

De hecho, la banca del país está aumentando su exposición hacia los plazos más largos de la curva de tipos, tanto buscando rentabilidad como anticipando que las compras de papel a medio y largo plazo por parte del Banco de Japón van a continuar. Y es que ni siquiera los bonos a 40 años se acercan al 2% de interés, mientras que el diez años está pagando apenas un 0,6% y el papel a tres años un 0,1%.

"Al final no se confirman los temores iniciales de las autoridades sobre una escalada de tipos a medio plazo anticipando la recuperación económica y la mejora de las perspectivas de la inflación", afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi. "Curiosamente, el gobernador del Banco de Japón fue inicialmente optimista con este aumento de la pendiente de la curva de la deuda. Pero la rentabilidad del diez años no tiene nada que ver con la expectativa de inflación del 2% y el crecimiento del 1,8%",asegura el analista.

De esta manera,desde su firma entienden que el retraso de las reformas estructurales que tiene que poner en marcha el Gobierno amenaza la solidez de la recuperación económica y prevén que el aumento del Producto Interior Bruto (PIB) se modere al 1% en dos años, mientras que los precios vuelvan a situarse en niveles entorno al medio punto porcentual en 2016.

La bolsa japonesa también duda

Estas dudas han llevado a los mercados a frenar el rally que habían venido experimentado desde hace casi un año y que había llevado al Nikkei a revalorizarse más de un 80% hasta mediados del pasado mes de mayo. Desde entonces, cuando firmó máximos anuales en los 15.627 puntos, ha corregido casi un 10% y ha entrado en una fase de consolidación.La última gran caída la ha experimentado sin ir más lejos este viernes, un 2,75%, como consecuencia de la revalorización del yen frente al dólar, la moneda nipona acumula una subida desde el 16 de octubre del 1,6%, hasta los 97 yenes por dólar, después de que el comienzo de la retirada de las medidas de estímulo de la Reserva Federal de Estados Unidos se haya retrasado.

Pero no todos los expertos son tan escépticos. Hideo Shiozumi, el gestor del fondo de renta variable japonesa de Legg Masson, está convencido de que "finalizadas las dos décadas perdidas, el Nikkeitiene potencial para subir más del doble en los próximos años". Por su parte, desde Invesco, Paul Chesson, aunque es más moderado en sus estimaciones, considera que "aunque se haya visto este movimiento alcista en el mercado, no se ha producido todavía un aumento en las previsiones de beneficio de las empresas, a pesar de la mejora de las expectativas", asegura el gestor. "Estamos, por lo tanto, ante una gran oportunidad desde este punto de vista. Aunque el cómo y el cuándo jugarlo es una cuestión más complicada", concluye.

Así, desde el propio Fondo Monetario Internacional defienden en su último informe del mes de octubre que "el crecimiento de Japón ha sido brillante en la región en tanto que el Abenomicsha reactivado la economía y ha comenzado a sacar al país del estado de deflación crónica". "Las condiciones financieras se han reducido notablemente como resultado de la depreciación de los intereses y el rally del precio de los activos provocado por la flexibilización cuantitativa y cualitativa de la política monetaria", continúan.

Y, aunque consideran que el crecimiento económico se va a reducir al 1,2% en 2014 por la reducción del gasto de la reconstrucción tras los terremotos, adelantan que en "diciembre se va a anunciar un nuevo estímulo fiscal que supondrá una posible revisión al alza de las previsiones de crecimiento", concluye.

Ha pasado casi un año desde que comenzó a gestarse la idea de que una política monetaria agresiva coordinada con profundas reformas estructurales podían acabar con más de una década de deflación en Japón y resucitar su economía. Era el germen del llamado Abemonics. De hecho, se han cumplido ya seis meses desde que el Banco de Japón anunció unas medidas de estímulo sin precedentes que duplicaránla masa monetaria en 2014 con el fin de alcanzar una inflación del 2%.Toca hacer balance. Y la primera conclusión que se puede extraer es que el desacuerdo en el mercado es importante.

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